Final del ciclo pandémico: con el aumento del 2,6%, el PIB del 2023 supera ya el del 2019
El crecimiento catalán en 2023 moderó su avance hasta el 2,6%, afectado por la inflación, las alzas de tipos de interés y su reducción en el área del euro. Así, a pesar de que algunas de las fuerzas que lo habían impulsado continuaron empujándolo (en particular en algunos ámbitos territoriales, y en las actividades de servicios privados vinculados al turismo y ocio), los registros del 2023 lo situaron lejos del incremento medio del 2021-22 (un 6,8%). El Anuario Económico Comarcal 2024 de BBVA, presentado hoy por el catedrático emérito de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y director del estudio, Josep Oliver, y José Ballester, director territorial de BBVA en Catalunya, concluye que, en el decurso del 2023, el incremento del VAB fue el resultado de la moderación en el incremento de los servicios (3,1%, inferior al 9,5% del 2022), de la notable recuperación de la industria (3,5%, un registro mucho mejor que el -1,6% del 2022), del moderado aumento de la construcción (un 1,8%, lejos del 5,4% del 2022) y de la severa caída del VAB del primario (-17,6%), por los efectos de la sequía y el alza de precios de primeras materias y la energía.
Pie de foto: Josep Oliver, catedrático emérito de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y director del estudio, y José Ballester, director territorial de BBVA en Cataluña.
La moderación del incremento del PIB en el 2023 se explica principalmente por la de la demanda interna (que aportó unos 1,2 puntos porcentuales al crecimiento del 2,6%), mientras la mejora de la demanda exterior generó 1,4 puntos del incremento del PIB.
En el ámbito de la demanda interna, el crecimiento del 2023 (un 1,4%, a comparar con el 2,5% del 2022) se logró con un menor empuje del consumo privado (aumento del 1,9% frente el 2,9% del 2022) y la caída de la inversión (del -0,7% el 2023 a comparar con +3% del 2022), mientras el consumo público acentuaba el tono expansivo, incrementándose de un 2,3% (bastante por encima del 0,7% del 2022).
Por su lado, la demanda exterior presentó una mejora notable sobre un 2022 ya muy expansivo. Así, el 2023, las exportaciones internacionales (ventas de bienes y servicios más consumo de los extranjeros en Catalunya) crecieron un 7,1% (que se añade al 13,9% del 2022), de forma que el ciclo pandémico 2019-23 se cerró con un notable aumento del 7,3%. Además, incluyendo el comercio con el resto de España, el sector exterior aportó 1,4 puntos al crecimiento del PIB catalán, que se sumaron a los 1,2 puntos de la demanda interna, lo que resultó en el citado incremento del 2,6% del PIB agregado, una cifra que, en términos de VAB, fue ligeramente superior (2,9%).
Estos resultados permitieron que, finalmente y tras los estragos provocados por la COVID y los generados por la reducción del crecimiento económico, la inflación y el aumento de tipo de interés, la actividad económica en el 2023 fuera más elevada por primera vez, que en el 2019: el PIB y el VAB generados por la economía catalana superaron, en un 2,6% y en un 2,7%, respectivamente, los del 2019, a pesar de que no todos los sectores lo han conseguido. Esta mejora final ha sido muy superior en el ámbito ocupacional: los 3,6 millones de afiliados a la Seguridad Social logrados el 2023 superaban ya en un 7,2% los del 2019, a pesar de que las diferencias sectoriales son, también, muy relevantes.
Más allá de los resultados del 2023 y de los acumulados en el ciclo pandémico (2019-23) se han confirmado cambios estructurales en la economía catalana con notables consecuencias sobre la dinámica económica de los diferentes territorios. El primero es el de la continuidad de la creciente terciarización de la economía catalana, que había experimentado un fuerte empujón con la crisis financiera y que, en el ciclo pandémico, se ha reforzado: en ocupación, mientras el 2019 aportaba un 78,4% del total, el 2023 este peso se ha incrementado hasta el 79,0%. Este cambio expresaba modificaciones en la dinámica de los grandes sectores de los servicios: los más directamente vinculados a la actividad productiva fueron los que lideraron el crecimiento del terciario, seguidos de los servicios colectivos, mientras que los privados personales, que habían liderado la recuperación 2021/22, avanzaron bastante menos.
Dinámica sectorial: fuerte empujón de los servicios privados
Desde la oferta, a pesar de que el 2,9% de avance del VAB el 2023 fue sensiblemente inferior al más elevado del 2022 (6,7%), este incremento ha conseguido cerrar finalmente los efectos de la pandemia sobre el VAB, superando ya en un 2,7% el generado el 2019. En el contexto de la moderación del 2023, los resultados sectoriales han sido diversos, con una notable frenada de los servicios (crecimiento del 3,1%, inferior a la extraordinaria alza del 2022, del 9,5%); a esta dinámica se sumó un aumento notable de la industria (su VAB creció un 3,5%, lejos de la caída del -1,6% del 2022), al tiempo que la construcción también frenaba su crecimiento (un 1,8%, alejado del 5,4% del 2022) y el primario se contraía muy intensamente (-17,6%), una caída muy superior a la del 2022 (-9,2%).
En el ámbito terciario, los afiliados a los servicios privados crecieron en todos los sectores: hostelería (6,0%), información (5,6%), transportes (4,2%), actividades artísticas y recreativas y otros servicios (3,3%), servicios a empresas (2,5%), inmobiliarias y comercio (ambos sectores un 2,1%) y financieras y seguros (1,7%); finalmente, en los servicios públicos o parapúblicos, los afiliados avanzaron con intensidad, con un aumento agregado del 4,0%. Por su parte, las manufacturas presentaron pérdidas de afiliación a los sectores del textil y del caucho y plásticos, mantenimiento en las ramas de la madera y papel, otros minerales no metálicos y material de transporte y aumentos en la alimentación, la química, productos farmacéuticos, productos informáticos y electrónicos, metalurgia y maquinaria.
Con estos registros, el saldo del ciclo pandémico en el terciario ha sido, en general, positivo: los servicios privados personales, mucho más afectados por la contracción del 2020, generaron el 2023 un VAB que superaba en un 3,8% el del 2019, mientras que el resto de los privados lo hacían un 15,0% y los colectivos un 4,4%. Por su parte, el saldo del VAB de la industria en el ciclo pandémico 2019-23 continuó siendo negativo, tanto por las dificultades de las manufacturas (un saldo acumulado del -1,3%) como, en particular, por las del ámbito energético, donde la contracción acumulada ha sido muy superior (-27,4%).
En cuanto a la construcción, los resultados del 2023 han sido moderados (avance del VAB del 1,8%, lejos del 5,4% del 2022), reflejando en parte el impacto de las alzas de tipos de interés. En el ámbito laboral, la afiliación continuó la tónica de ganancias, con incrementos del 2,7%, reflejando los de las ramas de edificación y promoción inmobiliaria (4,0%), instalaciones y acabados de edificios (2,1%) y obra civil (2,0%). Con esto, el saldo del ciclo pandémico del VAB de la construcción continúa siendo bastante negativo (un -2,3%), mientras que en afiliación el balance 2029-23 se sitúa en un saldo positivo del 8,6%.
El fuerte empujón de los servicios privados personales y la producción energética sitúa los mayores crecimientos del 2023 en el Camp de Tarragona (3,2%), mientras que los servicios serían el motor en las comarques del Eix de Girona (crecimiento agregado del VAB del 3,0%) mientras la industria avanzó con fuerza en el AMB (un VAB agregado del 2,9%)
En el 2023, de forma agregada, las comarcas del Camp de Tarragona lideraron el crecimiento del VAB el 2023 (incremento del 3,2%), seguidas de las del Eix de Girona (3,0%), las comarcas del AMB (2,9%), las de las Terres de l’Ebre (2,7%), las Comarques Centrals (2,6%), las del Pla de Lleida (2,1%) y, finalmente, las de Muntanya (2,0%). Este ranking expresó tanto las diferencias en la estructura productiva de cada conjunto de comarcas como la dinámica del 2023.
Así, en el Camp de Tarragona su avance fue resultado del fuerte empujón de los servicios privados de cariz personal y de la producción energética, mientras en las comarcas del Eix de Girona, el liderazgo de los servicios personales privados también explica en gran medida los resultados finalmente logrados. Por otra parte, en el AMB fue el terciario privado no personal, junto a los colectivos, uno de los sectores que más contribuyeron al incremento del VAB; en las Terres de l’Ebre, el mayor avance de la industria, por el importante aumento de la rama energética, y el notable incremento de los servicios privados personales han sido los sectores más relevantes. Por otra parte, en las Comarques Centrals fueron el terciario y las manufacturas los responsables finales del resultado agregado. Finalmente, el Pla de Lleida y las Comarques de Muntanya crecieron menos que el resto por efecto de los menores avances industriales y, en particular, de los servicios.
En algunos de estos conjuntos o ejes comarcales, los registros indicados reflejan, fundamentalmente, la aportación de los servicios al crecimiento de 2023. Así, el avance de los servicios en Catalunya (del 3,1%) reflejó incrementos bastante más elevados en el Eix de Girona (4,0%), Camp de Tarragona (3,9%), Pla de Lleida (3,5%) y Comarques Centrals (3,4%), mientras que las Terres de l’Ebre (3,2%) avanzaron de forma similar la media catalana y el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) (2,8%) y las Comarques de Muntanya (2,6%) avanzaron levemente menos que la media. Estos resultados son reflejo de la evolución de los servicios privados personales, para los que el crecimiento se situó entre el máximo avance del Eix de Girona (4,2%) y el más contenido del AMB (1,7%), con incrementos del 4,1% en el Camp de Tarragona, el 3,9% en el Pla de Lleida, el 3,3% en las Comarques Centrals, el 2,5% en las Terres de l’Ebre y el 2,3% en las Comarques de Muntanya. Por otro lado, los servicios privados dirigidos a las actividades productivas mostraron un intervalo de crecimientos situados entre el máximo del 5,8% en las Terres de l’Ebre y el AMB y el menor 3,2% en las Comarques de Muntanya, mientras el Camp de Tarragona crecía un 4,9%, las comarques del Eix de Girona un 4,8%, las Comarques Centrals un 4,7% y el Pla de Lleida un 3,5%. Finalmente, los colectivos mostraron un avance menor (del 2,4% en Catalunya), situando los registros alcanzados entre el mejor comportamiento de las Comarques de Muntanya (3,1%) y el 2,4% del AMB y las Comarques Centrals, y avances del 2,6% en las Terres de l’Ebre y el Pla de Lleida y de un 2,5% en el Camp de Tarragona y en el Eix de Girona.
En cuanto a la industria, el cambio en su VAB reflejó mejoras notables en las Terres de l’Ebre (4,1%) y el AMB (4,0%), mientras que se situaron por debajo la media las Comarques Centrals (2,9%), el Eix de Girona (2,6%), el Camp de Tarragona (2,5%), las Comarques de Muntanya (2,3%) y el Pla de Lleida (1,9%).
En la construcción los resultados de los distintos ejes de comarcas no fueron muy distintos y se movieron en el entorno del 1,8% catalán, con incrementos más elevados en el AMB y las Comarques de Muntanya (2,2% y 2,1% respectivamente), por debajo de la media en las Comarques Centrals(1,6%), el Camp de Tarragona (1,3%), el Pla de Lleida (1,2%) y Eix de Girona (1,1%), y con una muy leve contracción en las Terres de l’Ebre (-0,5%).
Finalmente, en el primario, los resultados fueron muy negativos de forma generalizada, reflejando dificultades internacionales y restricciones asociadas a la sequía. Los registros del VAB oscilaron entre la caída del -20,1% de las Comarques de Muntanya y el retroceso de las Terres de l’Ebre (-15,3%), el Eix de Girona (-19,5%), las Comarques Centrals (con un -18,4%), el Camp de Tarragona (un -16,8%), el Pla de Lleida (-16,1%) y el AMB (un -15,6%).