‘Regtech’ es una palabra de moda en el mundo bancario. ‘Reg’ alude a regulación y ‘tech’ a tecnología. De ahí, resulta sencillo imaginar para qué sirve: para que la tecnología ayude a los bancos a cumplir con la regulación de una manera más ágil y eficiente.
El uso de las herramientas digitales para crear nuevos productos y servicios en la banca es algo de lo que ya se ha escrito mucho. Sin embargo, no se habla tanto de otro uso fundamental de las tecnologías en el sector financiero: su aplicación a la hora de mejorar el cumplimiento normativo, abordar riesgos relacionados con la estabilidad e integridad financieras y la protección de datos del consumidor. Es el denominado ‘regtech’.