El éxito del emprendimiento sostenible: tres iniciativas innovadoras para un planeta más verde

Hay quien relaciona el emprendimiento sostenible con el verdadero emprendimiento del futuro. Bien se podría recordar en este momento la obra del economista inglés Thomas Robert Malthus, Principios de la población, donde ponía de manifiesto que esa población crece más rápidamente que los recursos, lo que lleva progresivamente a su pobreza.

El que fuera consultor del Centro Colaborador del Programa de las Naciones Unidas para el Medioambiente en Consumo y Producción Sostenible (CSCP), el colombiano Julio Andrés Rozo, ha mencionado en varias ocasiones que el emprendimiento sostenible, aparte de ser una alternativa de generación de ingresos y aumento de la base de empleo en la sociedad, “puede ser también un motor que permite afrontar retos ambientales”.

La crisis medioambiental global y la propia emergencia climática han llevado a gran parte de la población a reflexionar sobre lo insostenibles que resultan las prácticas de producción y consumo. Por eso, el llamado “padre de la economía azul”, Gunter Pauli, un adelantado a su tiempo, ya propuso en 2010 nada menos que 100 modelos de negocio innovadores con respeto al medioambiente.

Los tres ejemplos de modelos de emprendimiento sostenible que se describen a continuación no salieron específicamente de las propuestas de Pauli, pero son producto de su filosofía consistente en buscar soluciones sostenibles para la sociedad.

Acceso a una energía limpia

TurningTables empieza a escuchar el eco de su nombre cada vez con más fuerza en España y en EE. UU., donde también tiene presencia. De hecho, sus orígenes están en Silicon Valley (California), aunque ahora sea la ciudad de Granada su base de operaciones. “Somos una compañía que desarrolla nuevas tecnologías y modelos de negocio que contribuyan a nuestro propósito, democratizar el acceso a esa energía. Esa tecnología va a contribuir a una transición más sostenible, justa y rápida”, explica Rafael Bahamonde Nieto, actualmente en Vergy, una de las empresas del grupo. “Tenemos que ir hacia un mundo en el cual cualquier persona que quiera acceder a una energía limpia pueda hacerlo, con todo el impacto que esto supone”.

La eléctrica granadina Grupo Cuerva es su gran mentora. Eso les permite transformar, a través de su proyecto Living Lab, municipios reales de Granada y formarlos y prepararlos para lo que será España en 2030. “Estamos desplegando en ellos energía solar, baterías, sistemas que controlan los aires acondicionados, los termoeléctricos…”

Estos municipios son en realidad laboratorios de innovación tecnológica, ya que tienen a su alcance avances con los que de otra manera no podrían contar. TurningTables ha instalado soluciones inteligentes de monitorización y gestión energética en algunos hogares de estos municipios que servirán como modelos de referencia de innovación a nivel mundial. Los dispositivos instalados ayudan a determinar si el consumo eléctrico del hogar es eficiente, si los equipos eléctricos funcionan correctamente o si hay posibilidad de reducir la factura eléctrica.

También enchufes inteligentes que ayudan a conocer el consumo eléctrico individualizado de los equipos que más consumen en una vivienda. Su uso permitirá conocer si funcionan correctamente o si hay alguno que está afectando de forma importante a la factura. Sensores de puertas para saber si alguien ha entrado o ha salido a horas en las que no debería haber nadie o para lograr una mayor eficiencia energética o de movimiento para encender y apagar luces.

La filosofía de esta compañía reside en apoyar a sus socios, ya sean empresas emergentes o inversores, con los recursos, la agilidad y la flexibilidad que necesitan para lograr la disrupción. “Buscamos nuevas tecnologías y modelos de negocio radicales con el potencial de alterar la industria energética e impactar en la vida de millones de personas”, explica Bahamonde.

TurningTables trabaja en colaboración con la Universidad de Granada y gran parte de su equipo investigador en inteligencia artificial (IA), así como con el Lawrence Berkeley National Laboratory (LBNL), un laboratorio nacional del Departamento de Energía de los Estados Unidos que realiza investigaciones científicas. El LBNL ostenta la distinción de ser el más antiguo de los laboratorios nacionales del Departamento de Energía de los Estados Unidos. De él han salido varios Premios Nobel.

En esta línea, existe una empresa en México -con la que BBVA ha colaborado- que también tiene este espíritu de laboratorio de innovación: "Grima Biodiesel lleva, desde 2006, uniendo la innovación y la tecnología para el cuidado del medioambiente. Su misión es desarrollar mecanismos de desarrollo limpio y ofrecer propuestas bioenergéticas rentables y con menor impacto ambiental. Una de sus principales innovaciones es la regeneración de aceites reciclados para producir bioenergía limpia y sostenible".

Una solución para los residuos electrónicos

La argentina Mariana Andrea Nallim fundó en 2010, junto a su hermano Farid Nallim, Reciclarg Recycling Technology con el propósito de dar una solución al tratamiento y recuperación de basura electrónica con un modelo de negocio basado en la economía circular. En el año 2016, la ONU le otorgó el premio a la emprendedora del año.

Su objetivo es concienciar a la población del impacto negativo que tienen estos desechos tecnológicos en el ambiente y de esta forma erradicarlos. Al mismo tiempo, los hermanos contribuyen a estrechar la brecha digital reutilizando equipos que pueden usar personas que normalmente no tienen acceso a ellos.

Y no solo eso. Su fundadora ha declarado en alguna ocasión: “Queremos revolucionar el mundo de la moda promoviendo cambios positivos utilizando distintos materiales provenientes de residuos electrónicos. Queremos demostrar que se puede ayudar al medioambiente mediante distintas maneras, extendiendo la durabilidad de los productos. Estos productos de diseño pueden ser adquiridos como regalos personales o empresariales, los cuales además de contribuir al cuidado del medioambiente, son producidos y pensados por emprendedoras de la ciudad de Mendoza”.

Efectivamente, en la sección de su web dedicada al diseño sostenible se pueden ver ejemplos de bisutería artesanal realizada con elementos que antes tuvieron una función tecnológica, desde collares hasta llaveros o pulseras.

Reciclarg Recycling Technology ofrece un servicio de reciclaje integral que incluye certificados para las empresas de que sus residuos peligrosos han tenido el destino que les corresponde, ya que cuentan con el aval de organismos públicos y provinciales para la realización de los procesos completos de reciclaje.

Otro ejemplo parecido lo encontramos en Recicla Electrónicos México, que también ha contado con el apoyo de BBVA. Una empresa social sostenible cuya misión es crear una cultura de reciclaje y reutilización de productos electrónicos obsoletos.

Su labor de reciclaje de residuos electrónicos evita la explotación de recursos naturales vírgenes y la combustión de combustibles para el tratamiento de materias primas.

Esta compañía tiene su laboratorio interno de innovación, EcoMakerShop, en el que se trabaja para el desarrollo de una gama propia de productos enfocados en los mercados de automatización, robótica, mecatrónica y kits educativos, así como servicios de reciclaje en el sector de máquinas industriales. En cuanto a la comercialización de los productos, Recicla Electrónicos cuenta con su propia tienda física, denominada EcoMakerStore.

Salas de conferencias portátiles

La startup berlinesa Outside Society es consciente de que la naturaleza inspira. ¿A quién no le gustaría trabajar sentado en un bosque, escuchando el canto de los pájaros o el sonido del agua de un arroyo cercano? En ese entorno surgen ideas mejores y la relación con los compañeros de trabajo se vuelve menos tensa y estresante. Por eso, ha desarrollado una sala de conferencias portátil que se puede instalar en cualquier lugar. Puede estar en un bosque o en mitad de un prado.

Su fundador es Karsten Kossatz, que es consciente de que esta solución es muy adecuada para motivar a los empleados aportando ese componente novedoso a las reuniones de trabajo. Además, asegura que es muy útil para fomentar la creatividad.

Tal vez eso de que los trabajadores no tienen sus mejores ideas sentados en sus puestos de trabajo en las oficinas es una realidad. La creatividad se beneficia mucho de los momentos de libertad y eso lo saben los departamentos de recursos humanos, que no ponen objeción a desembolsar los 5.000 euros que cuesta el servicio durante 8 horas o los 2.700 durante cuatro.

“En nuestras ejecuciones de prueba vimos lo entusiasmados que estaban los usuarios con esta solución y lo mucho que aprecian las empresas el hecho de hacer esto posible para sus empleados”, ha manifestado su creador. La solución a la falta de creatividad está en la naturaleza.

En ese sentido, SmallBox Company (SMBX) ofrece a las empresas locales una forma innovadora de probar sus productos o servicios en el mercado antes de comprometerse a establecer una tienda minorista. Su propuesta, que ha contado con BBVA para el impulso de la iniciativa, es crear espacios asequibles mediante la modificación de contenedores de envío, convirtiéndolos en espacios comerciales semipermanentes y alquilándolos a corto plazo a propietarios de pequeñas empresas.

De esta forma, ofrecen un espacio pequeño, bien diseñado y atractivo, que permite a las empresas probar el mercado de forma rápida y con menos riesgo y obtener datos sobre la viabilidad de sus productos de una forma sostenible. Además, es una manera de explorar un recurso como los contenedores de envío que constituyen un material de construcción rentable y listo para ser reutilizado.

Aprender a emprender con un enfoque basado en la solidaridad y la sostenibilidad es el siguiente escalón que el emprendimiento tiene que subir. Transformar el mundo es el objetivo para el año 2030. Los consumidores, además, lo demandan. Es el momento perfecto para emprender de manera sostenible.