Estos son los países que más avanzan hacia las energías limpias
De los 120 países que el Foro Económico Mundial (WEF) tiene en cuenta para su Energy Transition Index (ETI), 107 han progresado en su transición energética en la última década. El ‘ranking’ lo lideran Suecia, Dinamarca, Finlandia, Suiza y Francia.
Esta clasificación, que se recoge en el informe ‘Fostering Effective Energy Transition 2024 Edition’, muestra el rendimiento actual de los sistemas energéticos de los países, y su disposición a la transición, teniendo en cuenta tres dimensiones principales: seguridad, equidad energética y sostenibilidad medioambiental.
La puntuación promedio del Energy Transition Index (ETI) ha alcanzado niveles récord, con la mayoría de la mayoría de los países evolucionando en la transición energética. Las naciones del norte de Europa continúan a la cabeza, mientras que China y Brasil están mostrando una fuerte mejoría gracias a la expansión de la capacidad de las energías renovables y al aumento de la proporción de energía limpia. Su apuesta en esta materia ha llevado a estos dos países a formar parte de los 20 primeros del ‘ranking’. En el caso de China, además, se destaca que siguió creciendo e invirtiendo en su potencial para fabricar tecnologías limpias (‘cleantech’), como baterías para vehículos eléctricos, paneles solares, aerogeneradores y otras tecnologías básicas.
Aún así, el informe indica que un 83 % de los países retrocedieron respecto al año anterior en al menos una de las tres dimensiones. “La volatilidad económica, las crecientes tensiones geopolíticas y los cambios tecnológicos se han hecho notar, en particular en la velocidad y en la trayectoria de la transición”, señalan desde el Foro Económico Mundial.
A pesar de que el ritmo se ha ralentizado en los últimos tres años, consideran que “hay ciertos motivos para el optimismo” por el crecimiento de las inversiones mundiales en energías renovables y por “un notable crecimiento en el rendimiento de la transición energética en el África Subsahariana durante la última década”.
‘Ranking’ de los países que avanzan en la transición energética
Tres países nórdicos consolidan su liderazgo en la clasificación del Foro Económico Mundial, destacando por sistemas eléctricos limpios, políticas estables y marcos regulatorios sólidos, así como por su seguridad energética y equidad social. De acuerdo con el Energy Transition Index de 2024, estos son los 10 países que más avanzan en su transición energética:
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Suecia

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Dinamarca

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Finlandia

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Suiza

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Francia

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Noruega

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Islandia

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Austria

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Estonia

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Países Bajos

10 acciones para acelerar la transición energética, según el WEF
El informe del World Economic Forum destaca en su informe 10 aspectos clave para seguir contribuyendo a la descarbonización:
- Implementar regulaciones decididas para la descarbonización. El informe señala que “se necesita un fuerte compromiso político para garantizar el progreso y la continuidad de las políticas de descarbonización”. Entre las políticas consideran esenciales aquellas que faciliten la expansión de las energías renovables, la fijación de precios al carbono, paquetes de estímulo verde y la reducción de los subsidios a los combustibles fósiles.
- Garantizar la equidad energética para los hogares vulnerables mediante redes de protección social y medidas compensatorias, incluidas transferencias monetarias e iniciativas de ingreso básico temporal para aliviar los costos relacionados con la energía. “Esto es fundamental para asegurar un acceso justo a la energía entre los distintos grupos socioeconómicos y prevenir la pobreza energética”, indica.
- Incrementar inversiones en infraestructuras de energía limpia. Las inversiones en energía limpia alcanzaron los 1,8 billones de dólares en 2023, pero siguen muy por debajo de los 4,5 billones necesarios anualmente para 2030, según recoge el informe.. Además, se ha concentrado en las economías avanzadas y en China. “Los países emergentes y en desarrollo necesitan que las naciones de altos ingresos incrementen su apoyo, al tiempo que se garantice un entorno propicio para las inversiones en áreas clave como los combustibles limpios, la electricidad y el almacenamiento de energía”, destaca.
- Invertir en soluciones de eficiencia energética. “Las empresas privadas deben centrarse en una acción acelerada, invirtiendo en eficiencia energética, implementando un sólido proceso de gobernanza con una clara responsabilidad a nivel directivo y operativizando la cadena de valor mediante una colaboración efectiva”. Esto incluye la sensibilización, el cambio de mentalidad, el intercambio de capacidades y tecnologías, y la financiación. “Los gobiernos también deben priorizar intervenciones políticas en este ámbito para facilitar las inversiones del sector privado e incentivar a las personas a ahorrar energía”, aconseja el informe.
- Mejorar la capacidad de las redes eléctricas para una distribución de la energía más eficiente. “Con el aumento de la electrificación y la expansión de la energía descentralizada, el papel de la transmisión y la distribución está adquiriendo mayor relevancia y requiere una ampliación significativa”.
- Fortalecer la colaboración entre sectores y naciones para implementar iniciativas con el objetivo de atraer capital hacia proyectos de energía limpia y aumentar la eficacia de estas inversiones.
- Reducir la intensidad de emisiones de los combustibles fósiles. Aunque consideran que este tipo de combustibles seguirán formando parte de la matriz energética, el cambio del carbón al gas, el enfoque en productos petroleros más ligeros y la minimización de las emisiones derivadas de la extracción de petróleo y gas “podrían ayudar a reducir la intensidad de las emisiones de los combustibles fósiles”.
- Impulsar la innovación y la adopción de nuevas tecnologías, como las tecnologías de baterías, la energía eólica marina y el hidrógeno basado en amoníaco verde para el transporte marítimo y la producción de acero. “A pesar de que muchas de estas soluciones son viables, aún carecen de una accesibilidad más amplia”, incluye el informe. Además, indica que la ampliación de los casos de uso de la IA y la IA generativa puede impulsar la eficiencia y la productividad en el sistema energético.
- Acelerar la descarbonización de los sectores más difíciles, y señala que “el progreso se ha estancado en los sectores de la industria, la producción y el transporte”.
- Desarrollar la fuerza de trabajo adecuada para la transición energética. Priorizar el desarrollo de mano laboral cualificada para el sector energético. Esto incluye la recapacitación de los trabajadores afectados por la transición energética y la formación de nuevas competencias y capacidades para quienes se beneficiarán de los empleos verdes.
Espen Mehlum, responsable de Inteligencia para la Transición Energética y Aceleración Regional del Foro Económico Mundial, ha afirmado que los resultados de este índice dejan un mensaje claro: “es necesario actuar urgentemente. Los responsables políticos mundiales deben dar pasos valientes para recuperar la fuerza de la transición hacia un futuro energético equitativo, seguro y sostenible. Esto es esencial para la sociedad, para las economías en su conjunto y para la lucha contra el cambio climático”.