Deforestación: causas, consecuencias y soluciones medioambientales
La deforestación, causada principalmente por actividades humanas como la agricultura, ganadería o tala indiscriminada, amenaza la biodiversidad, acelera el cambio climático y reduce la capacidad de absorción de dióxido de carbono (CO2) de los bosques, esenciales para la salud del planeta.
¡Suscríbete a nuestra 'newsletter' semanal de sostenibilidad!
La pérdida de las masas forestales tiene su principal origen en diversas actividades humanas. Ejemplos de ello son desde uso intensivo del suelo para la agricultura y la ganadería a la explotación de minerales en el subsuelo de los bosques, pasando por el aprovechamiento a gran escala de la madera, la especulación del suelo y el crecimiento de la población.
Desde luego puede producirse también por causas naturales. Ejemplo de ello son los cambios climáticos o la desertificación. Sin embargo "éstas tardan mucho más tiempo en eliminar la superficie arbolada”, puntualiza Enrique Segovia, director de Conservación de la organización World Wildlife Fund (WWF) en España.
El protocolo de Kioto de 1997, al que da continuidad el Acuerdo de París, estableció en uno de sus artículos las especificidades de las actividades vinculadas al uso de la tierra. El objetivo era facilitar el cumplimiento de los compromisos establecidos dentro de ese acuerdo en cuando a reducción de emisiones.
Causas humanas y naturales de la deforestación
Las causas de la deforestación son tan antiguas como la propia actividad humana, especialmente desde la extensión de la agricultura. Algunas zonas del planeta ya sufrieron fases de destrucción del arbolado hace siglos. Los principales motivos son el cambio del uso del suelo para hacerlo cultivable o la tala masiva con el fin de obtener madera. Sin embargo, también afecta mucho el desarrollo industrial intenso unido al crecimiento demográfico.
Este fue el caso de varios países europeos y en Norteamérica. Aunque en la actualidad el proceso se ha invertido en algunos casos y las masas forestales amplían poco a poco su extensión. Tiene mucho que ver una mayor conciencia ecológica de la sociedad respecto a la importancia de los bosques, por ejemplo como sumideros naturales de dióxido de carbono (CO2), fábricas de oxígeno y santuarios de la biodiversidad.
La deforestación reduce la biodiversidad y agrava el cambio climático.
Pero también influyen los aspectos demográficos: el abandono de las zonas rurales y la tendencia a la concentración de la población en las ciudades. Según la ONU, a mediados de siglo vivirá en ellas el 90% de la población global. Enrique Segovia menciona el caso de España: “Es un país que ha tenido una deforestación impresionante durante siglos y ahora está recuperando mucha masa forestal, en parte porque se plantan nuevos bosques y en parte porque los que quedan no se destruyen al despoblar el mundo rural”.
No obstante, este fenómeno también implica una consecuencia adversa: la falta de mantenimiento y limpieza de las masas forestales que durante milenios han asegurado las poblaciones campesinas, lo que se traduce en un mayor riesgo de incendios devastadores (que además emiten grandes cantidades de gases de efecto invernadero (GEI).En este sentido, WWF también advierte de que la deforestación degrada el terreno y lo hace mucho más vulnerable a catástrofes naturales como las inundaciones que arrastran la capa de tierra fértil.
Impactos clave de la deforestación en el medioambiente
- Aumento de emisiones de gases de efecto invernadero.
- Pérdida de biodiversidad en ecosistemas críticos.
- Alteración de los ciclos hidrológicos y climáticos.
- Incremento de riesgos naturales como incendios o inundaciones.
Regiones más afectadas por la deforestación, como la Amazonia
La deforestación más dañina para el medioambiente global se localiza en las zonas tropicales y subtropicales del globo terráqueo. Enormes territorios como la Amazonia, la región del Congo en África central o las selvas de Borneo son las áreas más devastadas en la actualidad. La deforestación de la Amazonia y su bosque tropical (pulmón planetario compartido por ocho países: Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela), es particularmente grave por su persistencia, su extensión y el número de personas perjudicadas directamente.
La Amazonia, uno de los pulmones del planeta, es víctima de la deforestación masiva.
La deforestación del Amazonas afecta a toda la población mundial, como la pérdida de cualquier bosque, dada la gravedad de sus consecuencias y el efecto en cadena. Los datos hablan por sí solos: casi un tercio de la superficie terrestre actual está arbolada, casi la mitad de las especies habitan en ella, las masas forestales nutren el 75% de las fuentes de agua dulce y más de 1.000 millones de personas viven en esos hábitats.
Su condición de sumideros de CO2 es especialmente relevante, ya que se trata del principal gas responsable del calentamiento global. Los árboles lo absorben y lo fijan en su madera, además son básicos para los ciclos del agua, el carbono y el nitrógeno.
Medidas clave para combatir la deforestación global
Las medidas para evitar la deforestación están sobre la mesa desde el siglo pasado. Por ejemplo, Naciones Unidas cuenta con el programa que pretende, a través de apoyos políticos y financieros e investigaciones científicas, “regenerar millones de hectáreas destruidas o degradadas, además de océanos y lagos dañados”. La declaración de nuevos espacios protegidos, la preservación de áreas habitadas por comunidades indígenas y plantar barreras verdes para frenar el avance de los desiertos son medidas clave contra la deforestación.
Igualmente se aplican acciones de mercado como la certificación de productos procedentes de bosques con gestión sostenible o servicios ambientales como el mantenimiento de las zonas altas de las cuencas hidrográficas. El compromiso empresarial de no utilizar o comercializar artículos relacionados con una explotación irracional del bosque, también.
Beneficios de conservar los bosques para el planeta
- Actúan como sumideros naturales de carbono.
- Protegen la biodiversidad y los hábitats naturales.
- Contribuyen a la seguridad hídrica y alimentaria.
- Previenen desastres naturales como inundaciones o sequías.
- Sostienen medios de vida de millones de personas en el mundo.
Preguntas frecuentes sobre la deforestación
¿Qué es la deforestación y por qué ocurre?
La deforestación es la pérdida de cobertura forestal, provocada principalmente por actividades humanas como la agricultura, la ganadería o la tala intensiva.
¿Cuáles son las consecuencias de la deforestación?
Entre las consecuencias más graves están el aumento de gases de efecto invernadero, la pérdida de biodiversidad y la alteración del ciclo del agua.
¿Qué regiones del mundo sufren más deforestación?
La Amazonia, el Congo y Borneo son las zonas más afectadas por la deforestación a nivel global debido a su riqueza forestal y presión humana.
¿Cómo se puede frenar la deforestación?
Mediante políticas de protección ambiental, reforestación, certificación de productos sostenibles y apoyo a comunidades locales e indígenas.
¿Cuál es el papel de los bosques en la lucha contra el cambio climático?
Los bosques absorben CO2 y ayudan a regular el clima global, por eso su conservación es esencial para mitigar el calentamiento global.