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Valle de la muerte de una ‘cleantech’: qué es y cómo superarlo

El valle de la muerte de una ‘cleantech’ es el periodo crítico en el que la compañía ya ha iniciado operaciones, pero aún no genera ingresos suficientes para sostenerse. Este término es comúnmente utilizado por inversores de riesgo para describir la etapa de alta incertidumbre financiera que enfrentan estas startups antes de alcanzar su punto de equilibrio.

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En el caso de las tecnologías limpias, este momento clave para su desarrollo refleja una realidad. Entre ellas, las dificultades que enfrentan las empresas emergentes del sector para alcanzar su madurez. Imaginemos una gráfica en la que una curva desciende hasta tocar su punto más hondo y vuelve a subir de nuevo. Ahora imaginemos que esta curva representa la vida de una ‘startup’: el momento en el que se sitúa de nuevo arriba marca el punto en el que la empresa empieza a generar ingresos suficientes para ser autosuficiente. Un hito que marca la historia de toda empresa emergente… y al que muchas no logran llegar.

Para superar esta prueba, las ‘startups’ deben pasar por la parte más baja de la curva: aquella conocida por los inversores de riesgo como el valle de la muerte. Tal y como explican desde la Universidad de Yale, esta expresión hace referencia a la fase en la que las empresas van agotando su financiación inicial sin haber obtenido todavía beneficios. Por lo tanto, operan con dificultades e incertidumbre. En este proceso, además, deben poner a prueba su tecnología y demostrar su escalabilidad, lo que aumenta la complejidad operativa y financiera.

Valle de la muerte de una ‘cleantech’: qué es y cómo superarlo

Por qué el valle de la muerte es clave en el desarrollo de una ‘cleantech’

“Se trata de un momento crucial en el que las empresas del sector ‘cleantech’ – incluidas muchas startups –  han de enfrentarse a dificultades financieras y de crecimiento. Los costes suelen superar los ingresos y la obtención de financiación es difícil. Esto determinará el fracaso o el éxito del proyecto”, explica Borja Cabezón, consejero delegado de Enisa, una entidad pública que apoya financieramente a pequeñas y medianas empresas emprendedoras.

El concepto de valle de la muerte es particularmente descriptivo para la tecnología que busca soluciones a la crisis climática. Esto se debe a que el sector de las energías renovables y de las soluciones climáticas demanda una inversión y un capital mayores que el de otras actividades. Estas inversiones suelen ser cuantiosas y de alto riesgo. Requieren largos periodos de espera, el cumplimiento de normativas legales y técnicas muy estrictas. Además, se enfrentan a la competencia de sectores e industrias ya consolidadas.

“Desarrollar, probar y comercializar las tecnologías ‘cleantech’ no es hacer un simple clic. Este mercado tiene que presentarse a rondas de inversión y buscar una financiación que, a veces, no es la adecuada. En otras ocasiones, las oportunidades de inversión no surgen porque el mercado no está maduro o preparado para ellas”, asegura el experto de Enisa.

Podcast | ¿Qué hay detrás de las 'cleantech'? Preguntas y respuestas sobre un ecosistema emergente

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Barreras de financiación para las ‘cleantech’

Estas dificultades se entienden mejor al compararlas con otros sectores. Las firmas de capital de riesgo prefieren a menudo invertir en sectores como el del ‘software’, por ejemplo, en donde pueden obtener altos márgenes de beneficio en poco tiempo y tras una inversión mucho más reducida.

“A diferencia de una startup digital, que, como se suele decir, puede construirse solo con un ordenador y una buena conexión a Internet, las ‘deep-tech startups’ requieren un compromiso a largo plazo, desde la investigación hasta la implementación, lo que generalmente requiere de grandes inversiones de capital para el desarrollo de ‘hardware’. Todo esto conlleva una mayor incertidumbre de éxito y desalienta a los inversores”, explican desde Denmark in Silicon Valley, una iniciativa del Gobierno de Dinamarca y del Innovation Centre Denmark.

Estrategias para superar el valle de la muerte en una ‘cleantech’

Existen numerosas herramientas y opciones para hacer que la curva que representa al valle de la muerte de una ‘cleantech’ sea lo menos pronunciada y prolongada posible. Entre las soluciones destacan la colaboración público-privada y la creación de alianzas estratégicas.

“La sinergia público-privada es un elemento clave. El tándem se hace imprescindible si tenemos en cuenta además que, según describe el ‘Libro blanco: Financiación bancaria de las cleantech (tecnologías limpias) en la península ibérica’, de BBVA y Cleantech for Iberia, el sector ‘cleantech’ podría crear 2,65 millones de empleos y movilizar 150.000 millones de euros de inversión en la península ibérica de aquí a 2030”, señala Cabezón.

“En este sentido, la financiación pública como la de Enisa se presenta como una ventana de oportunidades, ya que la exigencia no es la misma que en un capital riesgo o en una entidad financiera tradicional”, añade. Hasta la fecha, Enisa ha concedido 141 préstamos con una inversión de 24 millones de euros a empresas de las industrias de energías renovables, de gestión de residuos, de eficiencia energética o de transporte sostenible.

Empresas ‘cleantech’ que han superado el valle de la muerte

Entre las empresas que han conseguido afianzarse gracias a la financiación de Enisa está Griñó Ecològic, una empresa ubicada en Lleida que propone transformar el sector de la gestión de residuos utilizándolos para generar energía verde a partir de ellos. También Bound4blue, una compañía de Santander que construye sistemas de propulsión automatizados asistidos por viento.

Y entre los ejemplos de ‘cleantech’ que han superado el valle de la muerte, podemos citar por ejemplo a Chucaotech, una empresa chilena que ha desarrollado un mecanismo de generación de nanoburbujas que permite inyectar gases en líquidos utilizados en procesos industriales, mejorando la productividad en la agricultura, en la acuicultura y en la minería. Fue fundada en 2018 y, gracias a la inversión y al impulso que le dieron varios reconocimientos a nivel mundial, ha conseguido hacer realidad su presencia en el mercado.

El reto del valle de la muerte para las ‘cleantech’ en España y América Latina

El contexto y las realidades de las ‘cleantech’ presentan algunas diferencias, pero también similitudes clave en España y América Latina. España presenta fortalezas como el acceso a los fondos europeos de descarbonización o la presencia de ‘hubs’ de innovación importantes, como Barcelona. Latinoamérica, por otro lado, presenta un gran potencial en cuanto a recursos naturales y también el apoyo de organismos multilaterales. Aspectos como estos hacen que, a pesar de las dificultades, el sector ‘cleantech’ avance.

“Creo que el sector está pegando muy fuerte en todo el mundo porque es fundamental para un planeta mejor y más sostenible, señala el responsable de Enisa, para añadir que en Latinoamérica el ecosistema está en plena expansión y se mantiene entre las diez actividades con mayor capital invertido con un volumen de 111 millones de dólares de acuerdo con el informe ‘El Panorama de la Inversión de Impacto en América Latina’ de la Asociación de Capital Privado de Latinoamérica (LAVCA).

“Y en España, tomando de nuevo las cifras del informe de BBVA y Cleantech for Iberia, el año 2024 cerró con una inversión de 426 millones de euros en empresas de tecnologías limpias. O, lo que es lo mismo, con un 37 % más de inversión que en 2023”, añade el consejero delegado de Enisa.

“Tenemos que pensar, además, en lo que esto supone geopolíticamente. Los datos estiman que España generará un 81 % de energía renovable en 2030 y Portugal estará cercana al 80 % en 2026. Nos jugamos mucho en ello. Crecer en este sector es sinónimo de futuro y de sostenibilidad, no solo como país, sino también como símbolo de una Europa competitiva en un mundo cada vez más cambiante”, concluye.