Los jóvenes beneficiarios del programa de becas 'Por los que se quedan' de la Fundación BBVA Bancomer reciben un componente adicional a la beca invaluable: la guía, consejo y acompañamiento de colaboradores voluntarios de la institución financiera a los que se conoce como 'madrinas' y 'padrinos'.

Una identidad sonora es mucho más que una canción, debe construir un relato que la identifique con los valores de la compañía. Eso es para BBVA 'How We Dream', la banda sonora de las oportunidades y Maico, el grupo que pone voz y alma a esas oportunidades.

A principios del siglo XX, el novelista francés Marcel Proust profundizaba en el tema de la memoria sensorial en su obra En busca del tiempo perdido. El efecto Proust no es más que la evocación de recuerdos asociados al sabor o el olfato, en un viaje de sentidos que desencadena determinadas emociones. La capacidad de rebuscar en los cajones más lejanos de la biblioteca gustativa del individuo. Los hermanos Roca saben mucho de provocar sensaciones a golpe de sabor y tirando de la memoria.

Se recomienda escribir gestor o responsable de comunidades, en lugar de community manager.

No pudo ser. La australiana Ashleigh Barty da la sorpresa  y apea a Muguruza de la que hubiera sido su primera final en hierba desde Wimbledon 2015. Garbiñe se complicó un partido que comenzó ganando. Sin tiempo para lamentaciones, la española viajará a Eastbourne donde el lunes empezará a competir.

Al campeonato argentino se lo puede criticar por distintos puntos, pero de lo que nadie podrá acusarlo es de aburrido. Y no tanto por el nivel de juego sino por todo lo que lo rodea.

La hierba está trayendo buenas sensaciones a Garbiñe Muguruza. La española ha encadenado su tercera victoria y se ha hecho con un puesto en la semifinal del torneo de Birmingham. Una mala caída ha obligado a Coco Vandeweghe a retirarse al inicio del tercer set del partido. Mejor resultado de la embajadora de BBVA en el torneo británico, que mañana se jugará su pase a la final frente a la australiana Ashleigh Barty.

Técnicamente no fue una vuelta olímpica, pero los festejos en el lobby, las habitaciones y la vereda del hotel en el que Boca (60 puntos) se concentró en Bahía Blanca, se asemejaron a ello. A las ocho de la noche del martes se desató la locura con la confirmación del triunfo de San Lorenzo (52) sobre Banfield (54), a 700 kilómetros de distancia. Unos 3.000 hinchas se sumaron a la fiesta, cortando la calle, mientras que en la Ciudad de Buenos Aires, como de costumbre, el Obelisco reunía a los que querían celebrar un nuevo título local.