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Vida y Cultura

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La implantación de las formas de trabajo flexible ha dado un importante salto durante la crisis del coronavirus. Las empresas han acelerado sus procesos de digitalización a marchas forzadas para adaptarse, primero a las medidas de confinamiento y ahora para diseñar cómo serán los nuevos entornos. Si la tecnología ha sido la principal aliada en estas fases iniciales, la conciliación se sitúa ahora como el gran reto a superar. BBVA trabaja ya en prepararse para esa nueva realidad, con una evolución del modelo de trabajo flexible que venía implantando desde hace dos años y que dé respuesta a importantes desafíos como el uso de los espacios físicos, la fijación de objetivos, el nuevo perfil de  liderazgo y el empoderamiento y ‘engagement’ con los empleados.

El artista visual Ulises Matamoros ha sido beneficiado del Programa BBVA-MACG por su proyecto ‘Romper en/el silencio’ y  ‘Chasen Thajni (título en lengua Ngiba que quiere decir ‘La casa de todos’). Una obra que promueve un espacio de autonomía enunciativa que permite preservar y rescatar la voz materna dentro de la comunidad indígena de Santa Inés Ahuatempan, en la mixteca baja del estado de Puebla.

La seguridad virtual en la empresa ha tomado incluso mayor relevancia a raíz de la pandemia del coronavirus. Los ciberdelincuentes han encontrado en la digitalización y el trabajo en remoto nuevas oportunidades para cometer fraudes y ciberataques para los que tanto la empresa como sus trabajadores deben estar preparados. Para evitar estos riesgos, Campus BBVA ha formado a cerca de 2.000 empleados a través de cursos, conferencias y charlas enfocadas en esta capacidad estratégica que se presenta como fundamental en el futuro muy cercano.