Economía
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El confinamiento por la pandemia del COVID-19 ha traído múltiples cambios al día a día de las empresas. Que miles de trabajadores en toda España vieran sus hogares convertidos en oficinas de la noche a la mañana es, sin duda, uno de los más llamativos.
El PIB español podría contraerse un 11,5% en 2020 y crecer un 7% en 2021, según el último informe ‘Situación España’ de BBVA Research, presentado este martes por Jorge Sicilia, director de BBVA Research y economista jefe de BBVA; Rafael Doménech, responsable de Análisis Económico; y Miguel Cardoso, economista jefe para España. La contracción esperada para 2020 supone una rebaja de las previsiones del informe anterior -que estimaba una caída del PIB del 8% este año-, y se explica principalmente por la prolongación de las medidas de confinamiento por un periodo superior al esperado y por el mayor impacto de las restricciones sobre la demanda, al igual que lo ocurrido en otros países europeos. Sin embargo, la reducción de los contagios y la flexibilización de las restricciones han dado paso a una recuperación intensa. La expectativa de que ésta se prolongue se ve reforzada por los ambiciosos anuncios de política en Europa y un impulso fiscal significativo en España. Con todo, los riesgos siguen sesgados a la baja, en un entorno de todavía elevada incertidumbre.
A río revuelto, ganancia de pescadores. Este es un refrán que quien más, quien menos, conoce. Según explica el Refranero Multilingüe del Instituto Cervantes, se refiere a aquellas personas que sacan provecho de las situaciones confusas. Y si hay algo que caracteriza estos tiempos, es precisamente la confusión.
La crisis generada por el COVID-19 está afectando de manera importante el empleo. Recientemente, la Organización Internacional del Trabajo (la OIT) señaló que en el segundo trimestre del año se perdieron alrededor de 400 millones de puestos de trabajo en el mundo y que América Latina ha sido la región más afectada, con 47 millones. Sin embargo, los gobiernos tienen alternativas para reducir ese impacto y reactivar la economía.
Los bancos centrales en el mundo cumplen con la importante función de mantener una adecuada política monetaria. La recesión tan profunda que se vive y que no se había visto en los últimos 100 años, provocada por la pandemia del coronavirus, marca como precedente la reacción oportuna de estas instituciones para que los mercados financieros continúen operando, que fluya el crédito y se disminuya la carga financiera de empresas y hogares.
El consumo continúa su recuperación tras la finalización del estado de alarma. Según un análisis semanal de BBVA Research, entre el 22 y el 28 de junio, todas las provincias recuperaron el nivel pre-COVID-19 de gasto semanal realizado con tarjetas españolas. Además, en la última semana de junio, el crecimiento de las compras superó el 10% interanual en 27 provincias. Por sectores, las compras de alimentación lideraron la recuperación del gasto presencia, con un crecimiento del 43% interanual. A pesar del dinamismo de las compras desde mediados de mayo, entre abril y junio la caída del gasto con tarjeta, respecto al primer trimestre, se sitúa en el -18%.