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Análisis Regional 23 jul 2020

BBVA Research prevé que la actividad en Cataluña se reduzca un 12,0% en 2020 y crezca un 7,4% en 2021

Según las previsiones de BBVA Research, el PIB de Cataluña podría reducirse en 2020 un 12,0% debido a la duración de las medidas de confinamiento durante más tiempo del esperado, el mayor impacto de las restricciones sobre la demanda interna, la reducción intensa del consumo, la concentración de esta en la producción nacional, y la caída del sector turístico. Para 2021, el crecimiento podría situarse en el 7,4%. De cumplirse estas previsiones, se perderían 110.000 empleos en el conjunto de 2020 y 2021. En todo caso, la principal incertidumbre radica en la evolución de la pandemia y en la efectividad de las medidas tomadas para limitar el contagio.

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El último informe ‘Situación Cataluña’, presentado este jueves por Miguel Cardoso, economista jefe para España de BBVA Research, y José Ballester, director de la Territorial Cataluña de BBVA, señala que la actividad económica en Cataluña habría retrocedido cerca del 4,2% en el primer trimestre de 2020, y del 18% en el segundo. Con ello, en el primer semestre del año la actividad de la región se habría reducido más de un 20% respecto a finales de 2019 y para 2020 el Servicio de Estudios de BBVA rebaja las previsiones de crecimiento hasta el -12,0%, lo que supone un impacto de la crisis algo mayor que en el conjunto de España.

Esta evolución se debe a una duración mayor que la esperada de las medidas de confinamiento, un mayor impacto sobre la demanda interna, en particular sobre el consumo social, la disminución del gasto de las familias, principalmente de bienes y servicios producidos internamente, y el desplome del sector turístico.

La reducción del gasto de los hogares catalanes durante el primer semestre del año se habría situado entre el 25% y el 30%. El descenso del consumo se habría concentrado en sectores de consumo social como la restauración, el ocio y el turismo, con un peso elevado en la economía de Cataluña. Por el contrario, se observó un impulso del comercio electrónico, de productos de alimentación, y de productos y servicios de salud.

Asimismo, la menor llegada de turistas, por las restricciones de movimientos a nivel global, redujo el consumo de no residentes. Esto tuvo un impacto diferencial para Cataluña, ya que el peso del turismo extranjero en la economía catalana es mayor que en el conjunto de España. Así, los ingresos turísticos de extranjeros equivalen al 9% del PIB catalán, frente al 5,7% en España.

Por su parte, la caída de las exportaciones de bienes en Cataluña alcanzó el -30% interanual en los meses de marzo a mayo, una reducción mayor que en España. La contracción más intensa durante este periodo se observó en sectores relevantes para la comunidad como el automóvil (-70%) y bienes de equipo y manufacturas de consumo (-40%).

A finales de 2021 no se habrán recuperado los niveles previos a la crisis en Cataluña

Desde mediados de mayo, la flexibilización de las restricciones y la apertura de negocios favorecen la recuperación económica que, si continúa, permitiría en el tercer trimestre de 2020 un aumento del PIB catalán en un 8% trimestral, todavía dos puntos por debajo de la media de España. De este modo, en el segundo semestre de 2020 el avance de la economía catalana será algo más débil que en el conjunto de España, por la mayor dependencia del consumo social y el turismo, cayendo un 12,0% en el año. Con la recuperación esperada en 2021 el PIB de Cataluña podría crecer un 7,4%. Sin embargo, al finalizar 2021 el PIB catalán se situará todavía en torno al 5% por debajo del nivel alcanzado en 2019,Diversos indicadores apuntan a que la actividad mejora.

Por sectores, la recuperación del consumo continúa, especialmente en los sectores de ocio, hogar, belleza y deportes. La recuperación del gasto muestra mayor intensidad en las provincias que iniciaron antes la desescalada: Lleida y Girona, mostraron mayor dinamismo que Barcelona, especialmente a partir de la apertura de fronteras. En la semana del 6 al 12 de julio, en estas dos provincias el gasto de los extranjeros se aceleró hasta alcanzar niveles cercanos a los de un año antes. Asimismo, en Cataluña el elevado peso de las exportaciones de bienes y, en particular, hacia mercados asiáticos más avanzados en el control de la COVID-19 y la recuperación de sus economías, favorecerá una recuperación más rápida en los próximos trimestres.

La expectativa de que la recuperación se prolongue se ve reforzada por un impulso fiscal significativo en España y en Cataluña, por los ambiciosos anuncios de política a nivel europeo y por el impulso al crédito. En Cataluña destacan el plan de 1.000M€ para mejorar la liquidez empresarial en forma de préstamos y avales, las moratorias tributarias para pymes y autónomos, y los planes de reactivación económica a nivel local y sectorial. Todo esto facilita nuevos escenarios más positivos hacia delante, pero requerirán de la consolidación de algunas políticas a nivel europeo, y de la construcción de consensos a nivel nacional alrededor de las medidas necesarias para impulsar la capacidad de crecimiento.

Impacto heterogéneo de la crisis en el mercado laboral catalán

Según las previsiones de BBVA Research, el empleo podría caer en 2020 un 4,0%. En 2021, el crecimiento podría situarse en el 0,8%. Con todo, en Cataluña se podrían perder 110.000 puestos de trabajo en el bienio 2020-2021, lo que supone un aumento de la tasa de paro de 3,3 puntos porcentuales hasta situarse cerca del 14,4% en promedio en 2021.

Hostelería y comercio acumulan el 45% de los ocupados afectados por la crisis

El impacto de la crisis ha sido significativo, aunque heterogéneo y con algunas diferencias respecto a 2008. Por edades, en la actual crisis los mayores de 35 años representan más de la mitad de las personas que han perdido su empleo frente a una quinta parte en la anterior crisis. No obstante, como en 2008, la caída en el empleo continúa siendo mayor entre los jóvenes. Por sectores, la hostelería, con un elevado peso en Cataluña, sufre intensamente las consecuencias de la pandemia. Así, hostelería y comercio acumulan el 45% de los ocupados afectados por la crisis.

Asimismo, el impacto de las medidas de apoyo al empleo puede ser superior en Cataluña, ya que los datos medios del mes de junio apuntan que el empleo efectivo sería ahora un 29% inferior al esperado en un escenario en ausencia de la pandemia, 3 puntos porcentuales más que en España. De ellos, tres cuartas partes se habrían acogido a las medidas de protección de ERTEs y la Prestación Extraordinaria para autónomos.

Factores de incertidumbre

Aunque se espera que la recuperación de la actividad sea relativamente rápida, los riesgos son importantes, y a la baja. La principal incertidumbre radica en la evolución de la pandemia y la efectividad de las medidas tomadas para limitar el contagio, lo que cobra aún más relevancia con los recientes rebrotes en Lleida, Barcelona o Figueres, que obligan a peticiones de reducción de la movilidad y la actividad. Por tanto, es prioritario mejorar la capacidad del sistema sanitario para enfrentar posibles rebrotes, desarrollar medicamentos efectivos en el tratamiento y una vacuna que elimine definitivamente el riesgo de contagio.

Asimismo, la incertidumbre es el principal obstáculo a la recuperación, ya que está limitando el gasto de las familias, que se ha desacelerado con cada fase de desescalada. Aunque la gente ha vuelto a consumir en entornos sociales, el gasto en restaurantes, ocio o alojamiento se mantiene todavía por debajo de los niveles observados hace un año. Esto no sólo se debe al temor al contagio y a las restricciones que aún se mantiene en la oferta, sino también a la situación del mercado de trabajo.

BBVA Research señala la necesidad de un amplio consenso para tomar medidas que puedan incrementar la capacidad de crecimiento de las economías española y catalana, así como avanzar en reformas que ayuden a asegurar la sostenibilidad de las finanzas públicas a medio plazo, que reduzcan la precariedad del mercado laboral, que permitan ajustes más eficientes en las empresas, y que incrementen la competencia y la productividad.