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Inclusión Act. 30 oct 2019

¿Es la programación un mundo de hombres?

Adicto a los videojuegos, solitario, ‘friki’, amigo de la comida basura y de los sótanos. El estereotipo de los informáticos creado en la gran pantalla ha hecho mucho daño a la hora de atraer talento hacia carreras y profesiones vinculadas a esta rama. Mucho peor es para ellas. En España, la tasa de mujeres de entre 20-29 años graduadas en carreras de ciencias, matemáticas, informática e ingeniería por 1.000 habitantes era de 13,1% en 2017.  Los ‘hackathones’ son otro ejemplo de esta escasez de talento femenino. La buena noticia: hay mujeres dispuestas a acabar con estos tópicos.

Participar en un ‘hackathon’ puede parecer una experiencia extrema. Se trata de una competición que concentra en un corto espacio de tiempo la resolución de un problema ligado a temas de programación. Un maratón con mucha presión y (sorpresa) poca presencia femenina. BBVA tiene una larga experiencia en el desarrollo de este tipo de eventos y lleva desde 2014 organizando diversas modalidades de ‘hackathones’, tanto para empleados como para atraer talento externo.

La iniciativa ‘The Ninja Project’ del banco, creada para potenciar y visibilizar el talento tecnológico de los empleados a través de una cultura de aprendizaje y autodesarrollo, reúne periódicamente a los mejores programadores de la casa en este tipo de formatos. Conscientes de la poca presencia de mujeres, se llevaron una grata sorpresa en el último ‘hackathon’ organizado por la academia. “Estábamos preocupados por intentar animar a más mujeres programadoras a participar en nuestros eventos cuando vimos que se había inscrito un equipo íntegramente femenino”, comenta David Hernantes, responsable del programa ‘Ninja’ de BBVA. “La diversidad de perfiles encaja muy bien con una de las prioridades de la agenda estratégica del banco y trabajamos para identificar esos elementos que pueden alejar a las mujeres de los ‘hackathones’ para hacerlos lo más ‘diversity-friendly’ posible”, añade.

El mito de los ‘hackathones’ masculinizados

Los ‘hackathones’ tradicionalmente están asociados a ambientes competitivos, con horarios intensos y de difícil conciliación… elementos que ‘a priori’ pueden desincentivar la participación femenina. “Aquí somos todas muy competitivas. Esta mañana estábamos aquí las primeras. Eso es un mito”, comenta Sandra Olalla. Ella ha liderado al equipo femenino en la última edición del ‘hackathon’ del proyecto ‘Ninja’.

El equipo femenino de GooGirls durante su presentación en el 'hackathon' - BBVA

“La idea de juntarnos fue totalmente intencionada. Me dije: por qué no aprovechamos el potencial de mis compañeras para dar un poco de visibilidad, y así nació todo”, explica. GooGirls es el resultado de esta idea, un equipo de cuatro informáticas e ingenieras de BBVA Next Technologies dispuestas a ganar el ‘hackathon’ y plantar cara a la brecha de género.

Gema Arnáiz, otro de los miembros del equipo, no cree que la baja participación de mujeres en ‘hackathones’ sea un problema de formato. “Tiene que ver más con las inseguridades. Vienes a un evento como este y te cuestionas si vas a poder estar a la altura, hasta dónde vas a poder llegar. Te pones una barrera”, afirma. “En realidad cuando llegas aquí te das cuenta que todo el mundo tiene miedos, ya sean chicos o chicas”, añade Sandra.

Para Nayeli Cases el problema surge por la escasa presencia de mujeres en este mundo: “Al final somos pocas en el mundo de la tecnología. Personalmente, siempre he estado trabajando con chicos y no me siento más intimidada en estos eventos porque sea mayor el número de hombres”. Y aunque todas ellas confiesan que cada vez está más cerca la paridad en el sector, “esa sensación de tener que demostrar más que el resto nos persigue toda la vida. En nuestro día a día siempre nos estamos midiendo con compañeros, que no tienen esa barrera. Nosotras hemos querido contribuir a visibilizar nuestro potencial; tenemos que empezar a soltarnos de forma natural”, confirma Sandra.

Construir entornos que animen a la igualdad, buscar paridad también en los jurados o mostrar ‘role-models’ femeninos está contribuyendo a la causa. “En las universidades y los colegios están trabajando mucho esto para intentar conseguir que las chicas se apunten a carreras como informática”, explica Laura Vera, miembro de GooGirls.

Ella y el resto de sus compañeras de equipo han sido las pioneras, pero no serán las últimas. “Yo animaría a todas las mujeres a apuntarse. Cuantas más seamos, más posibilidades tendremos de que un equipo de chicas gane el premio”, comenta Laura. GooGirls no consiguió el premio final de este ‘hackathon’, pero se llevaron el reconocimiento de todos sus compañeros y muchos aprendizajes: “Me llevo la experiencia de haber participado con ellas. Hemos sido un ‘dream team’ perfecto y volvería a ir con ellas a cualquier ‘hackathon’”, concluye Sandra orgullosa.