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Planificación> Impuestos Act. 19 abr 2023

Qué es el impuesto de sucesiones y cuándo hay que pagarlo (en España)

Aceptar una herencia o una donación implica pagar un impuesto. La mayoría de los sistemas fiscales en países desarrollados gravan el incremento patrimonial que se produce por este tipo de transmisión de bienes o derechos de una persona física a otra por causa de muerte. En 2021 aumentaron las herencias, y también las renuncias a ellas.

El impuesto de sucesiones es sencillo, al menos en la teoría. Se produce cuando hay una transmisión de bienes y/o derechos de una persona física a otra, en este caso ‘mortis causa’ (por causa de muerte) y a título gratuito. Lo que conocemos como una herencia. Cualquier ciudadano también está obligado a pagar un impuesto cuando existe una donación ‘inter vivos’ (entre personas vivas).

El Impuesto de Sucesiones y Donaciones –así es como aparece en la legislación tributaria­– es:

  • Progresivo: A mayor cantidad heredada, mayor tipo impositivo.
  • Personal: Paga quien recibe la herencia.
  • Directo: Recae sobre el patrimonio del contribuyente, no sobre el consumo.

En España y, según datos del Consejo General del Notariado, el número de herencias y donaciones se dobló en el año 2021 por motivo de la pandemia. Las renuncias a las herencias en el año 2020 superaron las 44.000. Los principales motivos, no poder asumir las deudas del fallecido o no poder hacer frente al pago del impuesto de sucesiones.

Qué grava este tributo

Todo incremento patrimonial obtenido a título gratuito por donación, herencia o legado está sujeto a este gravamen. Esta transmisión de bienes y/o derechos incluye los seguros de vida, siempre que la persona que haya fallecido sea la asegurada.

Sí es importante señalar que en el caso de los seguros de vida se puede solicitar una liquidación parcial del impuesto de forma separada por el seguro de vida y con ello poder disponer de su cuantía con anterioridad y poder usarla, por ejemplo, para liquidar el resto de obligaciones tributarias.

Quién cobra este impuesto

Depende de la legislación. Muchos de los países que lo aplican lo cobran de forma estatal, y otros lo ceden a las regiones, como es el caso de España, donde la recaudación, comprobación y gestión corresponde a las comunidades autónomas. Las diferencias afectan tanto a tipos impositivos, posibles deducciones o mínimos exentos.

Quién lo paga

Hay dos tipos de sujetos pasivos o contribuyentes que están obligados a satisfacer el impuesto de sucesiones.

  • Los herederos.
  • Los beneficiarios del seguro de vida, dado que es posible que se hayan designado beneficiarios distintos a los herederos.

En el caso de España, el impuesto de sucesiones tributa en la Comunidad Autónoma en la que residía el fallecido, con independencia de que sus bienes estén situados en otra Comunidad Autónoma. El impuesto de donaciones se paga donde tenga residencia quien recibe los bienes, no quien los entrega, o si se trata de donación de bienes inmuebles, donde se encuentren estos situados.

Como el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), el de sucesiones es progresivo, no se aplica un porcentaje fijo, sino que cuanto más se hereda, más se paga. En España se sitúa entre el 7,65 % y el 34 %, y sobre estos porcentajes se aplican las posibles bonificaciones.

Quién se considera heredero

En este aspecto existe una doble casuística. Si hay testamento, es en este documento legal donde se determina la distribución de la herencia. Si no lo hay, se repartirá teniendo en cuenta un orden de sucesión: hijos y descendientes, ascendientes, cónyuge, hermanos y otros parientes.

Si no hay testamento o ningún pariente reclama la herencia, pasaría al Estado.

Cómo se tributa

La forma de tributar este impuesto se determina por un porcentaje –el tipo impositivo– sobre cada tramo de ganancias y respecto a esta base imponible se aplican una serie de reducciones.

En el caso de España hay reducciones estatales, que todas las comunidades autónomas aplican en primer lugar y luego las específicas autonómicas.

Estas suelen aplicarse por el grado de parentesco. Los herederos del grupo 1 (descendientes y adoptados menores de 21 años) tiene reducciones mayores que los del grupo 2 (descendientes y adoptados de 21 años o más, cónyuges y ascendientes), y los de los grupo 3 y 4 (colaterales de segundo y tercer grado, ascendientes y descendientes por afinidad y colaterales de cuarto grado o más distantes, etc.)

Para José María Mollinedo, secretario general de Gestha (Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda), las bonificaciones tienen un peso importante: “En España se estima que el 83,50 % de quienes reciben herencia o donaciones son familiares del grupo 2 de parentesco (descendientes de 21 años o más, cónyuges y ascendientes), que suman al 81,41 % de las bases imponibles declaradas (la porción hereditaria adjudicada o la donación recibida) y en cambio solo pagan el 44,33 % de la recaudación total de este impuesto. El grupo 3 de parentesco, con una base imponible muy inferior, paga el 45 % de la recaudación total”.

El efecto de las reducciones por tanto afecta esencialmente al Grupo 2 de familiares. “El 81,93 % heredaron menos de 64.000 euros, un 13,54 % heredaron entre 64.000 y 160.000 euros, y solo el 4,53 % de estos declarantes lograron herencias por encima de 160.000 euros, los más beneficiados de estas reducciones. En este grupo más privilegiado, el subgrupo de herederos que recibieron más de 800.000 euros son apenas el 0,28% de los declarantes”, comenta el técnico de Hacienda.

Tras restar de la base imponible las reducciones tenemos la cuota íntegra del impuesto, resultado de aplicar el tipo impositivo por cada tramo. Pero hay que hacer una operación más, aplicar un coeficiente multiplicador; es decir, se multiplica la cuota íntegra por un número, situado entre 1 y 2,4, que es lo que determinará la cuota tributaria.

Este coeficiente multiplicador se establece en función del patrimonio preexistente del contribuyente y del grupo al que pertenezca según el grado de parentesco. El resultado es la cuota tributaria ya mencionada, lo que se va a pagar por el Impuesto de Sucesiones.

Cuándo se tributa

La declaración de este impuesto se debe hacer en plazos no demasiado largos desde que se produce el fallecimiento o la donación. En España, este plazo es de seis meses para el Impuesto sobre Sucesiones, y 30 días hábiles para el Impuesto sobre Donaciones.

'Podcast': ¿Se pagan más impuestos en España que en Europa?

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