Más allá de la tarjeta de crédito, ¿qué sistemas de pago nuevos están funcionando?
A día de hoy tenemos varios sistemas de pago en el mercado. Se habla mucho de pago con el móvil, la utilización de criptomonedas... pero es hora de profundizar un poco más y explicar cuáles están funcionando y cuáles no. Hay muchas opciones que buscan convertirse en la referencia pero sólo unos pocos lo conseguirán.
Hoy por hoy el plástico de la tarjeta de crédito reina en los medios de pago para particulares. El dinero de plástico está alargando su vida útil más allá de lo que muchos creían. Sin embargo, están apareciendo nuevos medios de pago que van a plantear una seria batalla a la tarjeta de crédito en un futuro inmediato.
Empecemos por lo más evidente, todo lo relacionado con los nuevos players, los nuevos procesadores de pagos representados por, aunque parezca mentira, un veterano en estas lides, PayPal. La participada de Ebay es el ejemplo más llamativo del éxito de las Entidades de Dinero Electrónico, un nuevo tipo de entidad financiera que podríamos denominar como nativo digital, y que es imitado una y otra vez por todos los grandes operadores de la Red, desde Google a Alibaba, pasando por Amazon. Todo el mundo quiere tener su propio procesador de cobros y pagos.
Curiosamente, y frente a lo que algunos puedan creer, el mundo de los procesadores de pago en internet no se ha detenido, sigue evolucionando, como por ejemplo denota el nacimiento de proyectos de procesadores de pagos especializados en determinados nichos; tenemos el caso de Peertransfer y los pagos educativos, o de Wizzo y los micropagos entre particulares.
En cualquier caso, si hablamos de medios de pago en internet, no podemos olvidarnos de todo lo relacionado con los medios de pago móviles, donde se está librado una fuerte batalla entre los más grandes: Google y su Google Wallet (amén de opciones como el envio de dinero por mail), Apple y su reciente Apple Pay, o Samsung y su LoopPay. Todos ellos tratando de replicar en sociedades desarrolladas historias de éxito como las de MPesa que ya os comentamos en su momento.
Los protagonistas tradicionales, como BBVA, se suben también a este carro con apps como BBVA Wallet, con múltiples opciones para gestionar nuestra
s tarjetas fisicas, agregándolas a la misma, y lo que es más importante, gestionando las denominadas tarjetas virtuales, tarjetas recargables, sin soporte de plástico, que nos permiten eliminar cualquier tipo de aprensión a comercio electrónico.
En un movimiento reflejo frente a los billeteros virtuales, de origen tecnológico o bancario, nacen lo que podríamos denominar como tarjeteros electronicos, tarjetas hub o agregadores físicos de tarjetas: dispositivos físicos electrónicos que, no siendo tarjetas, las replican alojando varias de ellas en su interior. Hablamos de proyectos como Coin o Plastc Card. ¿Podrán frenar la virtualización del plástico financiero?
Pero si hablamos de algo nuevo, algo disruptivo, nos tenemos que referir a las criptomonedas, a las ciberdivisas y a la cabeza de las mismas a bitcoin. Si los otros medios de pago que comentábamos podrían ser denominados como prolongadores del dinero de plástico, e incluso como herederos de una tradición, en el caso de las cibermonedas, y a pesar de los vínculos que pueden tener con los medios de pago tradicionales, sus protocolos y la posibilidad de generación endógena de dicho dinero electrónico marcan una clara diferencia.