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Economía Digital 14 ago 2017

Nace en Argentina un nuevo trabajador: el 'coworker'

Parte de los 'freelancers', emprendedores, cuentapropistas, pymes y startups de cada rubro, así como mano de obra nómade y estudiantes, de teletrabajadores se reconvirtieron en 'coworkers': alquilan oficinas compartidas para abaratar costos y generar sinergias innovadoras.

Gentileza Wework.

El barrio de Palermo Viejo de la ciudad de Buenos Aires se distingue por las fábricas y almacenes en desuso, galpones y casas antiguas reciclados y convertidos en lofts. Y así ha sido, como en un amplio y coqueto espacio tubular de ladrillos a la vista y hierro, en donde creció y se multiplicó una empresa líder de América Latina en medios y telecomunicaciones, marketing e investigación de mercado, Business Bureau. Una organización que tiene entre sus principales clientes a los más importantes operadores, programadores, señales de TV por suscripción y agencias de medios de más de 10.000 ciudades.

La febril actividad se llevaba a cabo en varias decenas de escritorios diseminados por una imponente planta sin compartimentos, tipo 'open access' moderno, hasta que las últimas generaciones de tecnologías de la comunicación descentralizaron y automatizaron las tareas, con lo cual se llamó a silencio más de la mitad de la gran oficina.

En ese contexto surgió la idea de transformarlo en un espacio de 'coworking', reservado para alquilarlo a especialistas en medios y telecomunicaciones, con wifi, baño y cafetería, pero también con el suministro de datos, información y conocimientos del ámbito de las comunicaciones, el marketing y la publicidad de Argentina.

Gentileza Wework.

Gentileza Wework

De esta forma, la cuarta revolución industrial, la digital, ha impuesto en muchos casos a los profesionales desempeñarse en forma independiente, a toda hora y en cualquier lugar, y la extensión de la práctica del denominado teletrabajo y el trabajo móvil determinó una fuerte mejora en la productividad.

Pero corporaciones como IBM o Yahoo, así como Reddit y Best Buy, lo terminaron cuestionando e hicieron regresar a los empleados a sus oficinas. Argumentaron la necesidad de reinventarse en torno de nuevos negocios, como la inteligencia artificial y las propias operaciones de 'cloud computing'.

En condición de teletrabajadores revistaba un amplio abanico global: desde un 25% en Estados Unidos (medido por una encuesta de Gallup) a menos del 2% en Argentina. Sin embargo, a partir de la nueva tendencia a trabajar en equipo, una parte de la fuerza laboral contractualmente nómade empieza a emanciparse de las cuatro paredes de su casa para avenirse en coworker, persuadida de que el aislamiento hogareño no favorece la actualización tecnológica ni las sinergias con “primus interpares” que les hagan generar innovaciones.

Gentileza Wework.

Gentileza Wework

Del teletrabajo al 'coworking'

El 'coworking' creció a nivel mundial un 62% en el último año. El relevamiento del sitio especializado en la llamada “economía colaborativa” en 2016, el plan C, arroja que hubo 34 % neto más de espacios en un año, contabilizándose 82 en todo el país.

La ciudad con más incidencia sigue siendo la CABA, con 38, seguida por Córdoba, con 11. Hubo diversificación geográfica hasta la Patagonia, que estrenó en Santa Rosa, Bariloche, Villa Regina y Comodoro Rivadavia; también se abrieron dos en Cuyo (Mendoza y San Rafael). El pueblo más chico donde se abrió uno fue Totoras, una localidad santafesina de 10.000 habitantes.

La ventaja es notable. Salir a alquilar oficinas A+ y A implica pagar el equivalente a 25,1 dólares por m² al mes, por lo que un ambiente de 20 m² insumiría 500 dólares, según un informe realizado por Colliers Internacional. A lo que hay que sumarle, amén de expensas, energía y limpieza, el equipamiento básico, que implica otros 330 dólares el m², de acuerdo con el índice Contract.

En cambio, acceder a una comunidad de trabajo, a través del escritorio alquilado, se consigue desde 170 dólares en Capital Federal y aproximadamente 120 dólares en el Gran Buenos Aires, según la zona, porque la Norte es la más cara. Hay otras formas de contratación a medida del usuario, como membresías mensuales, pases semanales, pases diarios o, incluso, por algunas horas, con abonos básicos que varían en un rango que va de 28 a 280 dólares.

No extraña, en consecuencia, que el negocio prometa seguir en alza. Hasta ahora, uno de los espacios de trabajo compartido más grandes era Widú, ubicado en el Parque Austral de Pilar, con 1.300 m2 y 250 puestos, pero ya desembarcó en 'Buenos Aires WeWork', una compañía de origen estadounidense con presencia en 12 países, ubicada en la Torre Bellini de Retiro, y se suman unos 12.000 m2 y 2.000 escritorios disponibles a los 14.000 m2 y 3.000 escritorios ya existentes en el país, conforme se había informado durante la Semana del Coworking, en octubre del año pasado.

La membresía de WeWork, por ejemplo, cuesta 300 dólares por persona e incluye, además del espacio físico y los servicios asociados, una aplicación que permite el intercambio con los miembros de la plataforma en todo el mundo. El 70 por ciento hicieron negocios entre ellos.