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BBVA world Act. 06 nov 2018

Tenis sobre hierba: consejos para jugar mejor en esta superficie

El tenis empieza a cambiar de color. Del rojo de la arcilla, al verde de la hierba, la superficie original de este deporte. Todo el mundo de la raqueta comenzó a girar en torno al césped natural y desde entonces, su evolución ha sido constante. Y sobre él se juega Wimbledon, el torneo más prestigioso del mundo.

Fotografía de Garbiñe Muguruza en Wimbledon 2015

La adaptación a la hierba, tras la temporada de arcilla, conlleva un desgaste tanto físico como mental. Se trata de una modalidad en la que el bote de la pelota es caprichoso, cambiando la dirección y altura de la bola para contrariedad del tenista, que debe avanzar y pegarle en el momento justo.

Jugar sobre hierba conlleva tener en cuenta muchos factores en cada punto en juego. La irregularidad de la superficie genera una velocidad y un bote de la pelota que nunca es certero. A partir de este hecho, tenemos algunos consejos que pueden mejorar el tenis sobre este tipo de pista:

-Dominar el bote: una tarea colosal, ya que la pelota, más que botar, resbala. Cuando ésta entra en contacto con la hierba se aplasta facilitando un rebote bajo y rápido, impredecible a medida que se va desgastando la superficie. Esto obliga al tenista a tener que flexionar mucho las rodillas y tirar golpes liftados.

-El servicio y la volea, claves: leer e interpretar cómo va a ser el bote de la pelota en el verde es una ardua tarea. De ahí que los jugadores que tienen un buen servicio busquen dejar la pelota en buenas condiciones para volear y cerrar los puntos en dos golpes. Estos tenistas son los que acaban superando rondas en los diferentes torneos que se juegan sobre esta superficie.

En este caso hay que mencionar también la mejoría que ha supuesto el desarrollo de los materiales, especialmente en la fabricación de las raquetas. Un apoyo más para el jugador en el saque, llegando a alcanzar velocidades que superan los 200 kilómetros por hora, imposible de restar para el rival.

 

-Peloteos cortos: reducir el intercambio de golpes. Como hemos mencionado anteriormente, lo mejor es no arriesgar con el impredecible bote de la pelota. Por ello los profesionales tratan de que los juegos se resuelvan por la vía rápida, con un par de golpes.

-Los mejores golpes: lo más importante es mantener un ritmo constante e intentar cambiar de golpes para que el rival no pueda aclimatarse al partido. Los que más influyen para jugar un buen tenis sobre esta superficie:

  1. El revés cortado: te permite ganar muchos puntos porque es más difícil controlar estas bolas debido a la irregular superficie. Con este golpe obligasal rival a salir de su zona de confort y acortar sus espacios en la cancha, por lo que deberá buscar respuesta con otros golpes, ya sean dejadas o paralelos.
  2. Las dejadas: los mejores tenistas del circuito que dominan el tenis sobre hierba suelen utilizar este tipo de golpe. Ser capaz de detectar la parte más blanda del verde, permite enviar allí la dejada porque el bote de la pelota será más alto.

-Las zapatillas: como han evolucionado los materiales de las raquetas o los tejidos de las equipaciones, también lo ha hecho el calzado. Sobre hierba, los tenistas requieren un mayor agarre ya que la superficie es más deslizante y es muy importante ganar la red rápidamente.

Muy similares a las que se utilizan para el running, las zapatillas para jugar en pistas verdes deben proporcionar, por tanto, adherencia, con una suela prácticamente uniforme pero también flexibilidad y una buena amortiguación (pisada suave) para proteger las articulaciones.

Fotografía de Garbiñe Muguruza ejecuta un saque durante la final de Wimbledon 2015

Garbiñe Muguruza ejecuta un saque durante un partido en Wimbledon 2015. Foto: EFE

-Y, por último, no hay que olvidar que el entrenamiento de la fuerza es un gran aliado. Fortalecer tanto el tren superior como el inferior ayuda a responder cuanto antes a la velocidad de la bola y al rebote provocado por el golpeo del rival.

Hemos visto trabajar todos estos aspectos a las mejores raquetas del circuito femenino y masculino de la WTA y la ATP. Dominarlos está sólo alcance de unos pocos genios de este deporte. De ahí que ganar en la meca del tenis, Wimbledon, sea una auténtica proeza.