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Regulación financiera Act. 17 abr 2023

Unión Bancaria Europea: ¿por qué es tan importante tener un fondo de garantía de depósitos común?

Los episodios de crisis en Silicon Valley Bank y Credit Suisse han avivado el debate en torno a la necesidad de avanzar en la Unión Bancaria y, en concreto, en la creación de un fondo de garantía de depósitos europeo (un EDIS, por sus siglas en inglés).

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El debate en torno a la creación de un esquema de protección común para los depósitos europeos existe desde hace años. El año pasado Paschal Donohoe, el presidente del Eurogrupo, hizo una propuesta para avanzar en la Unión Bancaria, y una de cuyas líneas de trabajo incluía la creación de un fondo de garantía de depósitos europeo. “Se trataba de alcanzar un EDIS híbrido”, explica Ana Rubio, del equipo de Regulación de BBVA.

“En una primera fase coexistirían los fondos nacionales con uno europeo y estos fondos podrían hacerse préstamos de liquidez entre ellos”, añade. El objetivo era que al final del periodo de transición, cuya duración no se concretaba, también se compartieran riesgos. “Esto es un objetivo irrenunciable porque sólo un EDIS mutualizado, donde se compartan riesgos, será un auténtico fondo de garantía común”, indica la experta de BBVA. Esta propuesta fue rechazada en el Eurogrupo de junio de 2022, pero sus ventajas potenciales vuelven a ponerse de relevancia vistos los recientes episodios de crisis bancarias, en Silicon Valley Bank y Credit Suisse.

Las ventajas del esquema propuesto son, en su opinión, múltiples. En primer lugar, “se completaría la Unión Bancaria, y esto es lo coherente una vez que hemos armonizado la supervisión y la resolución de las entidades”, indica Ana Rubio. En segundo lugar, “se limitaría la fragmentación europea porque los bancos ya no serían tan dependientes de su soberano en momentos de crisis, y así los mercados no penalizarían a los bancos de un país cuando se perciba que su soberano tenga una situación complicada, y viceversa” (el llamado círculo vicioso bancario-soberano). En tercer lugar, “se garantizaría que la protección a los depositantes es la misma en todos los países, fomentando el mercado único”. En cuarto lugar, la puesta en común de los riesgos  “hace al sistema más resistente, menos arriesgado”. Por último, es “más eficiente gestionar” todos los fondos conjuntamente que “tener multitud de fondos nacionales”, asegura.

En contra de algunas opiniones, Rubio considera que disponer de un fondo de depósitos común para toda la UE “no favorece necesariamente” a los países del sur de Europa. “Eso sería así si contribuyeramos menos de lo que nos correspondiera por nuestra probabilidad de hacer uso de los fondos”. Sin embargo, al estar las contribuciones basadas en el riesgo de cada entidad, “cada una va a contribuir lo que le corresponda, independientemente del país en el que esté”, afirma. En su opinión, los países del sur “ya hemos sufrido una reestructuración y un ajuste de capacidad muy severos durante las crisis recientes, que hace menos probable tener que atravesar otro proceso similar”.

Positivo para bancos y consumidores

Para el sector bancario, este esquema sería “positivo”, puesto que “es un paso más hacia la unión bancaria, un aliciente para la confianza de nuestros depositantes y una manera de reducir o eliminar el círculo vicioso bancario-soberano”, asegura Ana Rubio. De hecho, apunta que “este sistema incluso podría favorecer las fusiones transfronterizas entre bancos, poniendo a los grandes jugadores en una mejor posición para competir con los grandes bancos internacionales”.

Asimismo, destaca que un fondo de garantía mayor y más potente “disminuye los riesgos para todos los consumidores europeos” y al reducir la fragmentación y fomentar el mercado único, “supone potencialmente el acceso a una mayor oferta internacional de productos financieros”.

Los recientes episodios de Silicon Valley Bank y Credit Suisse se han originado en entidades muy peculiares, pero se han propagado por otros sistemas bancarios mundiales, muchas veces a entidades completamente distintas, por un problema de confianza. “Y sin la confianza de nuestros clientes los bancos no podemos hacer nuestra función”, indica. Por lo tanto, considera que “todo lo que ayude a minimizar los riesgos y a hacer un frente común europeo ante las crisis es bienvenido”.