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Análisis Regional 29 abr 2022

BBVA Research: El futuro de los 'commodities' ante el conflicto Rusia-Ucrania

Economistas de BBVA Research de Argentina, Colombia y Perú compartieron sus previsiones sobre las materias primas tras la invasión rusa de Ucrania, en un seminario organizado por la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Argentina (AmCham).

Cómo afecta la guerra en Ucrania al abastecimiento de cereales y otros alimentos en España

Los expertos analizaron el impacto mundial y regional del conflicto bélico en la producción y comercialización de soja, trigo, maíz, hidrocarburos y metales, entre ellos el cobre. En el panel participaron Juan Manuel Manías; economista principal de BBVA Research en Argentina; Hugo Vega de la Cruz, economista senior de BBVA Research en Perú y Alejandro Reyes, economista principal BBVA Research en Colombia; moderados por Daniela Martín, directora de Gestión de AmCham Argentina.

La presentación estuvo a cargo de Aldo Defilippi, CEO de AmCham Perú y por Hernán Carboni, director de Relaciones Institucionales de BBVA en Argentina, quien agradeció a AmCham Argentina por la organización del evento.

Trigo, maíz y soja, los más afectados en Argentina

El conflicto entre Rusia y Ucrania se ha convertido en un evento geopolítico con importantes impactos en la economía internacional. A la hora de explicar sobre qué significa para el mercado de productos básicos en Argentina, Juan Manuel Manías señaló que “el trigo y el maíz fueron claramente afectados. La guerra no sólo tiene cuestiones preventivas al aumentar los precios, sino que se generó en la zona ‘core’ de la producción mundial de trigo. Rusia y Ucrania conforman el 30% de las producciones mundiales de trigo y el 15% de maíz”.

Rusia y Ucrania conforman el 30% de las producciones mundiales de trigo y el 15% de maíz

Otra consecuencia es el aumento de los costos de la logística que incrementó el precio de la soja: “Gran parte de la conflictividad se desarrolla sobre el Mar Negro, que es desde donde se realizan los despachos tanto de trigo como de maíz”. Tal es así, que el 75% de exportaciones mundiales de aceite de girasol sale de esa zona, explicó.

¿Cómo se vincula esto con la soja? Gracias al conflicto bélico, “empezó a haber incertidumbre sobre el abastecimiento, lo que claramente hizo subir los precios del aceite de girasol”, un producto vegetal que puede ser reemplazado por otro del mismo origen. Esto empujó a una búsqueda de nuevos proveedores que puedan aportar otro tipo de aceites vegetales, lo que “arrastró al poroto de soja”, una de las principales 'commodities' de Argentina.

Según el economista, todo esto se sumó a otro factor importante que ya estaba afectando los precios: los efectos del recambio energético. “Tanto el maíz como la soja son cada vez más usados como parte de la mezcla que se hace con los combustibles fósiles para ir reduciendo el uso de los mismos”, señaló.

Economistas de BBVA Research participaron del seminario organizado por AMCHAM

Aldo Defilippi (AmCham), Alejandro Reyes (BBVA Research en Colombia), Paula Mensio (AmCham) Daniela Martin (AmCham) Hernán Carboni (BBVA en Argentina), Hugo Vega de la Cruz ( BBVA Research en Perú), Juan Manuel Manías ( BBVA Research en Argentina).

Las causas del incremento en petróleo y gas 

El economista colombiano Alejandro Reyes comentó sobre la situación en el mercado de los hidrocarburos y por qué se incrementaron los precios. En el caso del petróleo, y en un marco de recuperación post pandemia, el primer argumento que planteó fue que la demanda creció más rápido que la oferta. Esto se debió, entre otras cosas, a que los países asociados a la OPEP decidieron no subir tan rápido la oferta. Otro factor que señaló es la presión de los ‘stakeholders’ sobre las empresas petroleras para concretar la transición energética, lo que llevó a una limitación en las decisiones de inversión.

En cuanto al gas, explicó que el incremento en el valor se debió a que, por su menor impacto ambiental respecto al petróleo, actualmente es uno de los combustibles más demandados por Asia y Europa.

En conclusión, afirmó que “es una necesidad sumado a una falta de inversión en el sector lo que está llevando a que el precio de los combustibles fósiles tenga niveles altos independientemente del conflicto y a pesar presumidamente de tener los días contados como fuente primaria energética del mundo”.

Cobre: primero alza y luego moderación

Por su parte, el economista de BBVA Research de Perú, Hugo Vega, señaló que “el cobre es una especie de termómetro de la actividad global”, donde China tiene un peso destacable. Con este punto de partida, desde el lado de la demanda “lo que se esperaba inicialmente, que era una recuperación mucho más veloz, se ha ido moderando en los últimos meses conforme han salido noticias que afectan al mercado y la perspectiva de crecimiento global”. Los dos hechos de mayor impacto que señaló el experto fueron el conflicto bélico Rusia-Ucrania y al ‘lockout’ chino producto de un rebrote de Covid-19.

"El cobre es una especie de termómetro de la actividad global”

Por el lado de la oferta, explicó que la producción minera se vio afectada por el aislamiento que pusieron en práctica países como Chile y Perú. “Su historia es importante porque Chile representa la cuarta parte de la oferta mundial y Perú es alrededor del 10%”, detalló.

Si bien las restricciones se levantaron más rápidamente que en otras actividades, “luego vinieron los conflictos sociales, que han marcado 2021 y 2022, y no sólo tienen un impacto sobre la producción que se está llevando a cabo, sino que además se empiezan a introducir algunas dudas respecto a la viabilidad de proyectos nuevos en Chile y en Perú”.

Según Vega, estos proyectos son  importantes para el precio del cobre en el mediano y largo plazo: “Esta sensación de que hay un poco más de reticencias por parte del gobierno peruano y del gobierno chileno de darle soporte a la minería genera que el precio empiece a tener un poquito más de soporte hacia adelante”.

El efecto de las sanciones a Rusia

Para el mercado de los hidrocarburos, según explicó Reyes, el efecto de las sanciones directas sobre el precio del gas y el petróleo ha sido muy limitado. Aún así, desde BBVA Research se destacan dos. El primero es un importante descuento en el precio del petróleo ruso que, si bien se ha moderado en las últimas semanas, es de más de 30 dólares el barril. El segundo, es que “hay algún grado de reubicación del petróleo, cosa que no ocurre con el gas”.

En cuanto a los efectos indirectos, puso énfasis en “un componente de especulación muy alto” y señaló que lo más relevante han sido las sanciones que afectan al transporte de materias primas. “Ahí hay un efecto significativo que empieza a notarse a nivel global”, explicó.

Al igual de lo que sucede con el gas y el petróleo, según explicó Vega los efectos directos de las sanciones de Occidente a Rusia sobre el precio del cobre “no han sido tan significativos en términos de producción”. En términos de comercio, destacó la incertidumbre como un factor importante, así como el aumento de los costos de la logística.

En el caso del mercado de 'commodities', Juan Manuel Manías explicó que “las sanciones son un poco más difusas en el mercado agrícola, ya que los compradores son muy fácilmente sustituibles”. Aún así, “lo que sí trajo la guerra es un cambio, en una parte importante de los productores de productos básicos, de la ecuación interna económica del productor”. Según señaló, los costos que aumentaron fueron los fletes marítimos, los combustibles y fertilizantes. Como dato, aportó que en el mundo se utilizan unas 190 millones de toneladas de fertilizantes, mercado en el que Rusia aporta el 16% de todas las  exportaciones.

En el mundo se utilizan unas 190 millones de toneladas de fertilizantes, mercado en el que Rusia aporta el 16% de todas las  exportaciones.

Con este panorama, el economista argentino se plantea una pregunta a futuro: “con fertilizantes más caros, con combustibles más caros, ¿se van a seguir utilizando las mismas cantidades o se van a sembrar menos áreas? Cualquiera de las dos avenidas nos deja con una menor producción de materias primas de alimentos que, claramente, como la demanda no va a ceder de la misma manera, nos dejará precios más elevados”.

La inflación como el riesgo más alto 

A la hora de hablar de los efectos de la guerra en la propia economía, los economistas señalaron uno en común: la inflación. El economista de BBVA Research de Colombia destacó que la inflación en alimentos se encuentra en un 25% anual, cuando tradicionalmente está entre un 3% y un 4%.

Reyes afirmó que “el gran riesgo que enfrenta Colombia, pero en general la economía global, es el tema de la inflación. Una inflación alta con una estructura de costos elevada despierta el gran temor a la estanflación”. En ese sentido, señaló que “Latinoamérica está pagando una factura más alta de la que paga Europa. En todos nuestros países tenemos una necesidad importante de controlar la inflación”.

“Latinoamérica está pagando una factura más alta de la que paga Europa. En todos nuestros países tenemos una necesidad importante de controlar la inflación”

En el caso de Perú, actualmente tiene un 6,8% de inflación, que supera al último pico inflacionario, ocurrido en 2008. “Lo que esperamos es que todavía suba un poco más. Los datos que tenemos para abril señalan que ya podríamos estarnos acercando casi al 8% de inflación”.

Aún teniendo un gran componente local, Argentina también sufre de un aumento de inflación. “Estamos en el orden del 55% y esperamos que sea aún más este año. Pero esto no quita que, en los últimos meses, el componente de alimentos y bebidas haya tenido un incremento muy alto: ha aumentado más del 7% mensual. Claramente hay un acompañamiento de lo que fue el aumento de precios en el mundo”. Entre los índices que más aumentaron, Manías apuntó a los cereales.

Equipo global de BBVA Research 

Los panelistas del seminario organizado por AmCham pertenecen a BBVA Research, el servicio de estudios de BBVA, con presencia en los principales mercados donde la entidad tiene presencia. Según explicó el director de Relaciones Institucionales de la entidad financiera, Hernán Carboni, “se trata de economistas de primer nivel, que dedican gran parte de su tiempo a monitorear y analizar las tendencias macroeconómicas, para dar soporte a los tomadores de decisiones de BBVA, pero también para ayudar a nuestros clientes y al público en general, que siguen con atención sus informes de distribución gratuita”.

En el caso particular de la guerra entre Rusia y Ucrania, el ejecutivo explicó que “la tarea que tienen por delante es poder ayudarnos a comprender cómo impacta este conflicto bélico en el precio de los 'commodities', que tanta influencia tienen en nuestra realidad económica latinoamericana”.