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Educación financiera Act. 26 abr 2018

Comisiones que hay que pagar en la contratación de una hipoteca

La contratación de una hipoteca conlleva no sólo la devolución del principal prestado y los intereses que se apliquen, sino una serie de gastos o comisiones que se suelen aplicar por varios conceptos.

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Entre los gastos y comisiones más frecuentes se encuentran dos:

  • Comisión de apertura: suele ser un porcentaje de la cantidad prestada.
  • Gastos de estudio: es lo que la entidad cobra en el análisis de la viabilidad de la hipoteca solicitada, aunque ya la mayoría de las entidades no suelen repercutir este coste al cliente o quedan incluidos en la comisión de apertura.

Al margen de estos gastos bancarios iniciales, el comprador de una vivienda también tiene que asumir otra serie de costes en la contratación de una hipoteca, cuyo montante puede variar por cuatro conceptos básicos.

La tasación o valoración de la vivienda es uno de ellos y se abona a la sociedad autorizada que se encarga del cálculo del valor del inmueble. Este pago debe abonarse tanto si se contrata o no el préstamo hipotecario.

En segundo lugar, el comprador debe hacer frente a los gastos de registro por dos conceptos. El primero es al solicitar al Registro de la Propiedad la información sobre la vivienda que se desea adquirir. El otro pago es cuando se registra en ese organismo las escrituras definitivas que convierten al cliente en dueño del inmueble sobre el que pesa la hipoteca.

Los gastos notariales también están ligados a la contratación de un préstamo hipotecario. El cliente debe abonar la minuta al notario que da fe de las escrituras de compraventa y del préstamo hipotecario concedido por la entidad. Aunque suele ser un acto más formal que real, el notario es el que recuerda las condiciones del crédito y advierte de su obligado cumplimiento.

Por último, se deben asumir los gastos de gestoría, que se derivan de los honorarios de todos los trámites administrativos necesarios para la adquisición de una vivienda, desde los de registro hasta el pago de los impuestos correspondientes.

Una vez firmada la hipoteca, el cliente puede asumir en el futuro otra serie de comisiones, como las que se aplican por cancelación anticipada. Como su propio nombre indica, es cuando se paga la deuda antes del plazo fijado.

La comisión por novación aparece cuando el cliente pide reformular el préstamo hipotecario que ya tenía con el banco, normalmente sobre el plazo fijado. También se aplica la comisión por subrogación, cuando se traspasa el préstamo a otra entidad y la comisión por cancelación, que se deriva cuando se renuncia a lo contratado para, sobre todo, abrir un nuevo préstamo.

La oferta hipotecaria es muy amplia, pero siempre hay que tener en cuenta:

  • Valorar el ahorro inicial y los ingresos netos antes de endeudarse.
  • Informarse sobre las diferentes modalidades de préstamo hipotecario.
  • Comparar ofertas: Fíjarse en el TAE o TAE variable y no solo en la cuota mensual.
  • No olvidar los costes asociados y las comisiones.