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Asuntos sociales Act. 14 jul 2016

Educación: Horizonte 2020

Tres de cada cuatro docentes no creen que sea posible llegar a un Pacto de Estado por la Educación en los próximos cinco años. Esta ha sido una de las principales conclusiones a las que ha llegado la investigación ‘Educación en España. Horizonte 2020’, liderada por Acciòn Magistral, FAD, BBVA y Unesco. Al mismo tiempo se ha presentado un estudio monográfico sobre la situación actual ‘Educación en España. Lo que dicen los números’.

Educación: Horizonte 2020

A pesar de que la mayoría de los docentes y expertos encuestados no creen que este pacto sea posible para otorgar estabilidad al sistema, sí consideran que hay multitud de señales de cambio que muestran que el campo educativo está vivo, y que se abren paso dinámicas transformadoras en este ámbito. Unas dinámicas protagonizadas en gran medida por una minoría de docentes activos y comprometidos con su formación, con la innovación educativa, con la búsqueda de nuevas fórmulas de relaciones escolares y con la protesta por las insuficiencias.

Antonio Ballabriga considera que el panorama es un tanto desalentador y ha afirmado que, para BBVA, un acuerdo social y político de educación sería "señal inequívoca" de una democracia madura

Según afirmó Antonio Ballabriga, director global de Negocio Responsable de BBVA, “hay un claro mensaje positivo que, a pesar de esa desalentadora perspectiva de los expertos, sí que es cierto que se identifican ya emprendedores docentes. Unos docentes que de verdad pretenden transformar la educación y que están trabajando de una forma muy proactiva, para conseguir un impacto social muy relevante”.

La investigación ‘Educación en España. Horizonte 2010’ ha reunido la opinión de un panel de 200 expertos que analiza cómo será la educación en España en los próximos 5 años. El estudio ha utilizado una metodología Delphi que consiste en trabajar a partir de la coincidencia de las opiniones de un panel de expertos de primer nivel.

Una dotación presupuestaria insuficiente

Otro de los puntos en el que los expertos y docentes consultados coinciden de forma mayoritaria es que, en los próximos cinco años, la dotación presupuestaria para educación será insuficiente por múltiples motivos:

  • Es posible que disminuya el número de centros educativos y la dotación de docentes, con lo que aumentará la ratio alumno/profesor.
  • Posiblemente las condiciones laborales de los profesores serán más precarias, tanto desde la perspectiva salarial como desde las condiciones de trabajo, pese a que se endurecerán y se harán más exigentes las condiciones de acceso a la docencia.
  • Esta insuficiencia podría reflejarse en el alumnado y en sus familias: menos becas, peor dotadas y con más y más exigentes requisitos de acceso, textos y material escolar a cargo básicamente de las familias, igual que el coste de las actividades extraescolares.

Los docentes y expertos también coinciden en señalar que, pese a que se presupone un mayor nivel de exigencias, no mejorarán los niveles de reconocimiento social del profesorado: porque la retribución económica y de las condiciones laborales no será paralela a esa mayor exigencia y porque no se hará un esfuerzo institucional para favorecer este reconocimiento.

La transformación de la educación  

A pesar de todo, la proyección a futuro define un horizonte mucho más vivo y dinámico de la educación de lo que se podría esperar. Los docentes y expertos vaticinan cambios en los currículos en los próximos cinco años, que seguirán muy vinculados a las competencias de las Comunidades Autónomas.

Los encuestados señalan que en el futuro se primarán los contenidos curriculares relativos a la instrucción frente a aquéllos otros vinculados a la formación integral, los elementos instrumentales y técnicos en detrimento de las humanidades, los recursos que se suponen más útiles para el empleo, la formación bilingüe, el segundo idioma extranjero, el manejo de las TIC, entre otros.

Los docentes y expertos consultados prevén notables cambios, dinámicos y funcionales con una mayor autonomía funcional del centro, de los equipos directivos y de los enseñantes, y también, una mayor participación de las familias, sobre todo en los centros públicos y en la etapa primaria. Estos cambios tendrán impacto en la organización interna y en la flexibilidad de las técnicas educativas.

Asimismo se mantendrán las clases y las tareas escolares a realizar en casa, pero irán ganando presencia fórmulas y métodos de innovación educativa, como el aprendizaje colaborativo, el aprendizaje social o el aprendizaje emocional. También se prevé el mantenimiento de la evaluación a través de exámenes, incluyendo los criterios de paso entre etapas (que probablemente se harán más exigentes), pero también se irán abriendo paso otras formas de evaluación: la evaluación continua o por proyecto, la calificación en grupos reducidos, etc.

El eje vertebrador de estos cambios en el proceso de aprendizaje estará marcado por el mayor énfasis en el papel protagonista del alumno en su propio aprendizaje; el profesor tendrá cada vez más el papel de guía, de orientador, en un desarrollo educativo que deja de verse vertical para imaginarse más participativo e implicador de las partes: alumnos, profesores, por supuesto familias, e incluso comunidad.

 

Los retos: multiculturalidad, absentismo y abandono

La visión que tienen los expertos sobre el futuro no responde a una visión pesimista, sino claramente todo lo contrario. Los expertos coinciden en pensar en que disminuirá el absentismo escolar, aunque las tasas de abandono temprano no se modificarán, y se generalizarán los planes de convivencia en los centros, consiguiendo una cierta efectividad en el control de conflictos.

Asimismo consideran que se superará con éxito el desafío de la multiculturalidad: aunque seguirá recayendo sobre los centros públicos y pese a la disminución prevista de recursos, la conflictividad potencialmente derivada disminuirá y se conseguirán unos niveles adecuados de integración.

Por último, Ignacio Calderón, director de la Fundación Ayuda contra la Drogadicción (FAD) afirmó que “es importante para nosotros estar con BBVA porque tiene una sensibilidad enorme con el tema de la educación”. “Las investigaciones son elementos de reflexión y de debate necesarios para conseguir poner encima de la mesa datos, opiniones que generen debate entre la sociedad”.