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Innovación Act. 10 ago 2017

David Peña: "Los emprendedores tenemos que llamar la atención de los inversionistas"

Este emprendedor vio una oportunidad de negocio en la creación de un espacio de trabajo compartido en la Ciudad de México, un punto de encuentro para distintos actores del ecosistema emprendedor. Un nicho de mercado que, asegura David Peña, no estaba explotado en el país, aunque había los elementos para hacerlo. Así nació hace tres años la idea de Centraal. Él es uno de los 33 protagonistas innovadores en México.

Innovación David Peña bbva

Descríbenos tu empresa, ¿qué servicio presta Centraal y en qué sector se ubica?

Centraal es un espacio de trabajo compartido, un espacio diferente que gira alrededor de una comunidad y de un alto diseño, dando facilidades a empresas, sobre todo con base tecnológica, a emprendedores y empresas innovadoras. Dando un espacio donde ellos puedan coexistir, intercambiando mejores prácticas, asistiendo a eventos que nutran, de alguna manera, su estilo de vida profesional. Eso es Centraal, un punto de encuentro del ecosistema emprendedor donde coexisten todos estos agentes de cambio de nuestra sociedad.

Desde el punto de vista del modelo de negocios, Centraal es una empresa de bienes y raíces. Sin embargo, como otros negocios nuevos, tiene un componente vertical y multidimensional que abarca otras áreas. Y nuestro enfoque –desde el punto de vista del ecosistema emprendedor–, más allá de prestar un espacio, es prestar una plataforma de contenido, de comunicación y de networking para todo el ecosistema. Entonces, reitero, es un punto de encuentro. La industria a la que pertenecemos es un poco difícil de describir, pero trabajamos alrededor de las comunidades de emprendimiento en México.

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David Peña es el emprendedor que ha creado la empresa Centraal.

¿En qué momento empezaste a colaborar en el ecosistema emprendedor del país?

No había tenido la oportunidad de ser emprendedor antes y mi primera colaboración, o lo que me sumerge en el mundo del emprendimiento en México, fue a través de un evento que se llama Startup Weekend, que hospedamos en Centraal en 2013, y que sirvió como plataforma de lanzamiento para nosotros también. Fue nuestro primer evento, nuestra inauguración, nuestro debut en el ecosistema emprendedor. A través de Startup Weekend empezamos a establecer las relaciones y las sinergias con el resto del ecosistema, que nos permitieron irnos posicionado e ir generando valor dentro del ecosistema. Y de esta manera, con un enfoque siempre muy participativo y muy de “idear mucho sin esperar nada a cambio”, es como hemos planteado la relación de Centraal hacia el ecosistema emprendedor.

¿Cuál fue la motivación para crear Centraal?

Hay dos componentes. El primero es que, desde el punto de vista de modelo de negocio, sabíamos que hay una tendencia creciente a nivel mundial de espacios de trabajo compartidos. Es una nueva forma de trabajo, una nueva modalidad de vida, un estilo de vida. Este concepto en México no estaba aterrizado, había áreas de oportunidad para aterrizarlo. Desde el punto de vista de los negocios, ese fue el primer motivo, y el segundo, un poco más romántico, es que queríamos hacer un espacio democrático, un espacio que las personas sintieran suyo, y que, desde esa trinchera, se fomentara el cambio, se fomentara el generar valor a nuestra sociedad a través de estas personas que se encuentran, de alguna manera, aisladas, desatendidas o en sus propios mundos. Para que supieran que hay un espacio para ellos.

¿Te consideras un innovador? ¿Por qué?

Me considero una persona que tiene sensibilidad hacia algunos problemas sociales, y que entiende que la innovación y el emprendimiento son herramientas para dar otro enfoque a esos problemas que tenemos. Esa es una forma mía de vivir. Entonces, si eso es lo que consideramos un innovador, por supuesto que soy uno; y si es lo que consideramos como emprendedor, por supuesto que me considero uno también.

¿Cuáles crees que son los retos o barreras a los que se enfrentan los emprendedores en México actualmente?

Yo considero que en México y en Latinoamérica, en general, hay muchísimo talento, pero todavía ese talento no se encuentra en masa. El principal reto es hacer un mejor emprendedor o un mejor profesional. Lo que quiero decir es que la barrera es personal, no hay una barrera financiera. La Ciudad de México es una de las más ricas de toda Latinoamérica, probablemente del mundo, y hay gente dispuesta a invertir. Estas personas están buscando esa idea de negocio que solo tú puedes desarrollar.

Entonces, la principal barrera creo que es interna, y esa fase de desarrollarte mejor como emprendedor y como profesional, desarrollar las ideas que tienes de una mejor manera y codearte con los mejores, consumir el mejor contenido que puedas, ir a las mejores universidades que puedas, leer los mejores libros que puedas, desarrollar esa capacidad intelectual en ti que te va a llevar a emprender, creo que esa es la principal barrera que tenemos los emprendedores.

Si vemos a los role models a nivel mundial, estas personas son, por mucho, intelectuales, curiosos, creadores e innovadores; y esto es por la capacidad que ellos han tenido de desarrollar eso en su vida, de nutrirse de contenido a lo largo de su vida. Creo que por ahí va el reto: desarrollar nuestro propio talento y habilidades y explotarlos a un nivel alto de profesionalismo; pienso que es la principal barrera como emprendedores latinoamericanos, en general.

¿Cómo definirías el ADN del emprendedor-innovador mexicano?

Creo que el emprendedor-innovador mexicano tiene una facultad participativa bastante fuerte dentro de las comunidades, y lo digo basado en hechos. Por ejemplo, México es uno de los países en donde más Startup Weekend se realizan. Lo hemos vivido en carne propia en Centraal a través de la organización de eventos, vemos la afluencia y la participación de la gente. Creo que la principal característica del emprendedor-innovador mexicano son sus ganas de entender el emprendimiento como un canal para desarrollarse como mejores personas. De no seguir una carrera tradicional y generar valor a través de su propia innovación. Creo que son esas ganas, esa chispita que nos lleva a querer emprender o desarrollar.

Esto, por supuesto, aunado con la situación política, económica y social del país. Vemos el emprendimiento como una ruta de escape a nuestra realidad actual, una mejor realidad. Y esto favorecerá en un futuro cercano a toda nuestra sociedad, porque la misma sociedad se va a ver beneficiada de los productos que los emprendedores generen.

¿Qué características tiene el actual ecosistema del emprendimiento en México?

Creo que el ecosistema de emprendimiento en México todavía está en una etapa bastante incipiente. Considero que está avanzando a pasos agigantados con respecto a sí mismo, pero en proporción a ecosistemas muy desarrollados, todavía va muy lento. Y con esto me refiero a elementos como el apoyo de la academia, de la iniciativa privada, de los fondos de inversión y, por supuesto, al talento del mismo emprendedor, además del ambiente regulatorio de las organizaciones públicas y su contribución al ecosistema. Creo que el elemento de generación de talento y de explotar al máximo nuestro propio talento es lo que más deberíamos tener en cuenta, reiterando un poco lo que dije anteriormente.

Yo he notado a lo largo de los tres años de vida de Centraal cómo se ha desarrollado este ecosistema a pasos agigantados. Hoy estoy viendo cosas que hubiera creído imposibles que existirían hace cinco años. Por ejemplo, casos de éxito de empresas como Kichink o como Conekta, casos que difícilmente los hubiéramos imaginado hace años y que hoy nos consolidan como un ecosistema importante; sin embargo, todavía nos falta mucho trabajo por hacer para crear más empresas como estas, para que eso suceda en masa.

¿Cuál considera que es el papel de los organismos gubernamentales y los no gubernamentales en el proceso de emprendimiento?

El Gobierno debería facilitarnos el ambiente para realizar emprendimientos. Por ejemplo, desde el proceso más básico de constitución de una empresa, hasta el proceso de generación de información para dicha constitución y para evitar las lagunas legales; y por supuesto, en el sentido jurídico, que nos preste esa seguridad jurídica de salir a desarrollar con libertad cosas, manteniéndonos siempre en el marco de la ley.

El Gobierno debería facilitarnos el ambiente para realizar emprendimientos. Por ejemplo, desde el proceso más básico de constitución de una empresa, hasta el proceso de generación de información para dicha constitución

Es un poco genérica la respuesta porque es el papel del Gobierno, pero es eso: hacer mejor el trabajo que hacen. No estoy seguro de que el Gobierno deba ser el único que nos dé acceso a recursos financieros públicos. Sin embargo, ya que existe iniciativa y que existe el recurso, deberían facilitarlo para que llegue de verdad a los mejores emprendedores, para potenciar los emprendimientos.

En la actualidad, al menos en México, todavía es un poco confuso el proceso de asignación de recursos y no todos los emprendedores entendemos cómo funciona. Entonces, se debe generar mucha más transparencia. El Gobierno debe ser un aliado del emprendedor, y no solamente un papá que nos da dinero; y nosotros, los emprendedores, no solamente un hijo al que regañan. El Gobierno debe ser nuestro hermano, con el que veamos el día a día, desarrollando este emprendimiento, desarrollando las distintas etapas de nuestra empresa.

Desde el punto de vista de la iniciativa privada, por un lado, creo que hay un factor común y es que muchos de los emprendedores exitosos, por lo general, ya vienen de empresas privadas que están “curtidas”; ya se “curtieron” ellos y generaron valor durante un tiempo en esas empresas, antes de desarrollar un emprendimiento. A veces hay la percepción de que el emprendimiento sucede entre los 18 y 25 años, cuando realmente un emprendimiento exitoso sucede en una etapa de madurez profesional mucho más avanzada.

Entonces, el primer paso de la iniciativa privada está en dar acceso a gente para que desarrolle su talento creativo dentro de la empresa y que genere realmente valor. No solamente convertirnos en un país donde la gente tiene un trabajo de 8:00 a 18:00, y se va sin generar ningún tipo de valor. Si nosotros fomentamos la cultura emprendedora desde la organización, eventualmente estas personas van a poder generar valor dentro de la empresa o fuera de ella. Y ahí la iniciativa privada debe tener un trabajo enfático en desarrollar estas habilidades de emprendimiento dentro de la organización, además de la generación de oportunidades.

¿Cómo definirías las oportunidades financieras para el emprendimiento mexicano actualmente?

Hay un artículo que escribió una vez un amigo argentino sobre México, Juan López, en el que se refería a que la Ciudad de México es una ciudad rica, donde están sucediendo un montón de cosas pero el dinero no está enfocándose en estas startups de alto potencial de crecimiento. Yo coincido con eso. La Ciudad de México es un lugar donde hay cientos de personas ricas dispuestas a invertir, y están invirtiendo en otras cosas. Nosotros tenemos que poder llamar la atención de ellos y que el dinero dentro de la Ciudad de México empiece a circular hacia ciertas startups, hacia emprendimientos de alto valor. Pero es un poco como el huevo y la gallina: ellos no nos prestan atención porque los emprendimientos todavía no son lo suficientemente fuertes; y nosotros no tenemos emprendimientos fuertes porque ellos no nos han prestado atención, ni dado recursos financieros. Entonces, es un juego donde poco a poco vamos generando más oportunidades y sin duda vamos a seguir llamando mucho más la atención.

Por otra parte, hay un elemento importantísimo: nosotros tenemos la posibilidad de emprender en México con recursos de Singapur o de Silicon Valley. El dinero no es una excusa para el emprendimiento. Cuando hay una buena idea, hay una buena validación y existe una buena oportunidad de escala de negocio, el dinero va a llegar. Cuando hay una buena idea, hay una buena validación y existe una buena oportunidad de escala de negocio, el dinero va a llegar. Es nuestra responsabilidad como emprendedores llamar la atención de estos inversores, mexicanos o no, para que inviertan en nuestras starups.

¿Cuál es tu visión del futuro de la innovación en el país?

Desde el punto de vista del emprendimiento, es algo que a medida que nuestra sociedad avanza, que tenemos acceso a más recursos y a más información, estamos entendiendo la innovación como algo que tiene que existir y formar parte de nuestra cultura, como parte de nuestra educación. Cada vez veo cómo más gente se interesa en esto, y cómo tienen la facultad de generar valor a través del emprendimiento. Soy optimista, creo que vienen años increíbles para México y para el resto de Latinoamérica, donde finalmente vamos a dar con soluciones a problemas que hemos tenido durante muchísimo tiempo o durante toda nuestra historia. Finalmente, vamos a dar con soluciones innovadoras a esos problemas. Es cuestión de tiempo, de paciencia y, sobre todo, de trabajo duro para que lo logremos; para que estos emprendedores realmente generen ese cambio que nuestra sociedad necesita.

¿Qué consejos darías a alguien que quiera emprender en México?

Les diría que emprender o innovar empieza desde adentro. Empieza con ese sentimiento de curiosidad y de sensibilidad hacia los problemas. No solamente documentarte para hacerlo mejor, sino para entender realmente el problema. Entonces, el consejo puntual es: inténtalo. Aunque no sepas exactamente por dónde empezar, inténtalo. Si tú quieres empezar a correr un maratón, y algún día sueñas con correr un maratón o diez maratones durante un año, el primer paso es saliendo de tu cama y dando un paso para correr. Es eso solamente. Aunque no tengas claro en qué dirección dar ese paso, es un tema de ejecución, de intentarlo. Y al intentarlo, van a salir variables, vas a conocer gente, te van a recomendar libros, vas a entender más cosas que te van a hacer un mejor emprendedor. Entonces simplemente “do it!”, haz lo que puedas hacer, investiga, habla, asiste a sitios como Centraal, asiste a eventos que se realicen como los del Centro de Innovación BBVA. Habla con la gente y empieza a hacerlo. Eventualmente vas a ver cómo vas a tener un incremento hacia una mejor oportunidad de negocios, e incluso te vas a convertir en mejor persona.

Para David Peña, las oportunidades financieras no son un impedimento para emprender actualmente en México. Hace un llamado a no tomar como excusa ese tema y que los emprendedores-innovadores se concentren en trabajar más arduo cada día, con el fin de llamar la atención de grandes inversionistas que se interesen en apoyar las nuevas startups.