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Phenix: La 'startup' que hace rentable el desperdicio de las empresas

La compañía francesa pone en contacto a multinacionales y asociaciones para dar una segunda vida a los productos y disminuir toneladas de desechos.

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“Nada se pierde, nada se crea, todo se transforma”. La frase del francés Lavoisier, padre de la química moderna, es la máxima de la startup PhenixMiguel Die, director de la compañía en España, define el servicio que desarrollan como un “Wallapop de empresas”. La compañía francesa- ganadora en la categoría de startups FoodTech en el South Summit que se ha celebrado en Madrid- pone en contacto a las multinacionales que se quieren deshacer de sus productos con asociaciones que los necesitan.

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Miguel Die, director de la compañía en España

La tecnología que ha desarrollado la startup francesa permite conectar oferta y demanda en tiempo real. La plataforma, explica Die, “distingue también los receptores que están más cerca de las compañías para disminuir el impacto medioambiental del transporte”. Las asociaciones reciben un sms o un email con la información de los productos de las empresas, que pueden ser tanto alimentos como de cualquier otro tipo.

El director en España explica que buscan “dar una segunda vida a los productos”. Una idea que puso en marcha hace dos años y medio en París un grupo de amigos que querían “frenar la sangría de desperdicios diarios haciendo una labor social”.

El año pasado, según la FAO, se perdieron 1.300 millones de toneladas de alimentos, un derroche que causa la emisión de 3.300 millones de toneladas de gas invernadero en la atmósfera, algo que busca frenar Phenix.

Curiosamente, uno de los retos de los que se siente más orgulloso Die tiene como protagonista a la comida. “Había huelga de trenes en Francia y se iban a tirar miles de bandejas de comida. Nos llamaron a las cinco de la tarde de un viernes para colocar 900 bandejas antes del sábado al mediodía. Recuerdo cientos de llamadas por la noche. Y lo conseguimos”.

El representante de Die también cuenta cómo decenas de cremas descatalogadas de L´Oréal fueron a parar a asociaciones de mujeres en situación de riesgo o cómo contactaron con granjas para no tirar miles de plátanos.

¿Cuál es el modelo de negocio de la startup? El emprendedor, licenciado en Económicas y con un máster en Desarrollo Sostenible, explica que “está basado en una comisión sobre el valor que aportamos a la empresa. Gracias a nosotros las compañías reducen el coste de gestión de deshechos por un lado y, por otro, al donar productos se benefician de una desgravación fiscal. Para las asociaciones el servicio es gratuito”.

Phenix funciona en cinco países: Francia, España, Portugal, Dinamarca y Alemania. Están a las puertas de la tercera ronda del denominado fundraising  (captación de fondos destinados a finalidades no lucrativas) tras haber conseguido 2,4 millones de euros en las anteriores.

Actualmente, en Phenix trabajan 60 personas que son, para Die, “el bien más preciado de la empresa. La  motivación reina y cada empleado es casi autónomo en su día a día. Es una empresa horizontal casi sin jerarquía. Esa es nuestra gran ayuda”.

El emprendedor se despide con un consejo: “Si tienes una idea no te la guardes, cuéntala. No te la van a robar, seguramente te dirán algo que no has pensado. Escucha a todo el mundo sin miedo”.