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Análisis económico Act. 28 jul 2022

La banca comercial ante el desafío del ‘nearshoring’

En las últimas décadas, las empresas globales han redefinido sus estrategias de producción por medio del ‘outsourcing’ (externalización) para aprovechar las ventajas en costos de producción que la operación en otro país representa. Gerónimo Ugarte Bedwell, economista principal de  BBVA México, explica en su artículo “Financiamiento bancario potenciaría valor en redes de nearshoring”, publicado en el periódico El Economista, los desafíos que trae la externalización (‘nearshoring’) o el traslado de la producción a un país cercano por razones geográficas o culturales.

Redes comerciales

Ugarte señala que mientras que el ‘offshoring’, proceso de producción en geografías lejanas a la empresa matriz permite ventajas de rentabilidad operativa, el nearshoring, como un esquema de producción cercana en el país donde se ubica la matriz de la empresa, ayuda a “mitigar riesgos geográficos y culturales (v.gr. al hablar el mismo idioma) que la producción en otro país puede representar, incluso si algunos de los insumos no tienen un costo unitario menor”.

Para el economista, el ‘nearshoring’ es “una alternativa que constituye un mecanismo de balance de riesgos para las empresas transnacionales”, por lo que en el caso de México aplicado a las empresas estadounidenses por las ventajas competitivas de productividad, geográficas, de mano de obra y culturales, que además le otorga certeza al T-MEC, ha redireccionado operaciones fuera de China, con lo cual se han generado oportunidades de inversión reflejadas “en las regiones industrializadas, como el Bajío y la frontera Norte”.

El ‘nearshoring’ es una alternativa que constituye un mecanismo de balance de riesgos para las empresas transnacionales

En su análisis, Ugarte puntualiza cómo estas nuevas formas de operación benefician a las redes productivas porque fortalecen la rentabilidad y mitigan los riesgos que pueden existir en el entorno global empresarial. Asimismo, retoma el caso de México, en el que las “industrias integradas a cadenas globales de valor, como la automotriz, poseen arquitecturas de tipo ‘estrella’, en las cuáles la planta nearshore representa el nodo de menor excentricidad a nivel local –esto es, la mayor distancia al resto de los nodos es de pocos pasos en la cadena logística–, facilitando los flujos de valor e información a través de la red”.

De acuerdo con el especialista, el ‘nearshoring’ en el país más allá de provocar un balance de los riesgos para empresas estadounidenses localmente le da un gran impulso a la inversión, pero también podría ayudar a que se formen las llamadas “redes generatrices de valor complementarias”, como las empresariales para proveedores pymes y microempresas, además de tener impacto en términos laborales, de logística y financieros.

El economista principal de BBVA México señala que por las facilidades regulatorias y el respeto del marco legal vigente, tanto mercantil como internacional, se desarrolla una “cercanía en la red de valor transnacional, aumentando el atractivo de un país como receptor de flujos de capitales en forma de nearshoring”. Es por ello que advierte que las instituciones financieras, principalmente la banca comercial, pueden ser fundamentales para otorgar recursos financieros “para la construcción de una estructura de redes solvente que potencie las derramas de valor generadas por dicha inversión”.

Al cierre de su análisis, Ugarte detalla que la banca comercial se encuentra ante el gran desafío de “evolucionar para acoplarse de forma ágil y veloz a la continua transformación que el ‘nearshoring’ implica” lo que requiere sinergia entre la operación de 'clusters' industriales transnacionales y el financiamiento bancario.

El artículo se publicó en El Economista el 14 de julio de 2022 y puede consultarse en este link.