¿Qué es el TIN y en qué se diferencia de la TAE?
El TIN es el porcentaje fijo que se pacta como concepto de pago por el dinero prestado. Indica el tanto por ciento que recibe el banco por ceder el dinero. Mientras que la TAE es la tasa que indica el coste o rendimiento efectivo de un producto. Conocer con exactitud qué implican ambos indicadores en un producto financiero que se vaya a contratar es importante para cuidar la salud financiera.

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Lo primero que se debe saber es que los conceptos de Tipo de Interés Nominal (TIN) y de Tasa Anual Equivalente (TAE) son conceptos establecidos por el Banco de España y, por tanto, oficiales.
¿Cuál es el TIN de España?
En esencia, el TIN es el tipo que los bancos utilizan y nos comunican en los contratos de depósitos, imposiciones, préstamos, créditos e hipotecas, y que refleja el pago de intereses por el cambio del valor del dinero en un periodo de tiempo.
El Tipo de Interés Nominal (TIN) es el porcentaje fijo que se pacta como concepto de pago por el dinero prestado. Indica el tanto por ciento que recibe el banco por ceder el dinero.
Por ejemplo, en un préstamo hipotecario el TIN mensual se obtiene sumando el euríbor al diferencial aplicado por el banco.
TIN= euríbor (0,042 en enero de 2016) + diferencial (1,25) = 1,292 % TIN.
Por lo tanto, se trata del tipo de interés que indica el coste efectivo de un producto financiero. Es decir, el TIN no tiene en cuenta ningún tipo de gasto asociado a la operación, únicamente es el interés que se ha acordado con la entidad financiera para la operación. A diferencia de la TAE, el TIN no tiene por qué ser anual.
¿Qué es el TAE de un préstamo?
La TAE se calcula de acuerdo con una fórmula matemática normalizada que tiene en cuenta el tipo de interés nominal de la operación, la frecuencia de los pagos (mensuales, trimestrales, semestrales, etc.), las comisiones bancarias por cancelación o amortización, y los gastos de la operación. Además, habrá que tener en cuenta si hay otros gastos como, por ejemplo, la comisión de apertura.
En el caso de préstamos e hipotecas, la TAE no incluye el cálculo del coste efectivo algunos conceptos, como gastos de notario, o los que pueda evitar en uso de las facultades del contrato; gastos que han de abonarse a terceros, o gastos por seguros u otros productos vinculados al crédito.
La legislación bancaria obliga a las entidades financieras a informar a los clientes y a hacer constar la TAE en distintos lugares, como en los contratos, en la información previa a la contratación y en la publicidad de sus productos, entre otros.
El banco de España cuenta con una calculadora 'online' que facilita el cálculo de la TAE en esta dirección: http://www.bde.es
¿Qué es más importante para el consumidor: el TIN o la TAE?
El TIN puede ser un indicador informativo, pero en realidad no le sirve de mucho al consumidor, ya que otros datos incluidos en la TAE, como comisiones, plazos, etc. les aportan una visión más certera y clara de cuánto aporta una inversión o cuánto nos cuesta un crédito. Por lo tanto, la TAE es un índice muy útil para que los consumidores sepan si el crédito hipotecario que les está ofreciendo su banco tiene buenas condiciones o no y comparar ofertas.
Un aspecto importante a tener en cuenta es que la diferencia del porcentaje entre la TAE y el TIN suele ser mayor en los préstamos personales que en los préstamos hipotecarios.