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Opinión 28 noviembre 2019

¿Cuál es tu nivel de educación financiera?

Las personas con un alto nivel de educación financiera pueden tomar decisiones más informadas ya que tienen en cuenta toda la información financiera a su disposición.

De esta forma, dichas personas son capaces de gestionar de manera eficiente su dinero para alcanzar las metas que se proponen, sean las que sean.

En un entorno financiero que evoluciona constantemente, la educación financiera es un recurso cada vez más importante. La falta de conocimientos en esta materia puede traducirse en dificultades financieras que tienen un impacto negativo sobre la salud mental y emocional. En otras palabras, las destrezas financieras nos aportan beneficios que van más allá de los conocimientos estrictamente financieros.

¿Qué aporta la educación financiera a nuestro día a día?

Quienes tienen conocimientos de educación financiera tienen una actitud más positiva y tranquila. Y es que las destrezas financieras normalmente se traducen en una mejora del bienestar personal.

Para entender lo que significa la educación financiera es importante dar los pasos correctos. Esta nos proporciona los conocimientos, habilidades y confianza necesarios para tomar decisiones informadas y compatibles con nuestros propios recursos y necesidades, así como las de nuestras familias.

A pesar de que no es fácil adquirir un nivel adecuado de educación financiera, se trata de un elemento clave para mejorar nuestra calidad de vida. Por lo tanto, la educación financiera desde edades tempranas no solo permite entender conceptos relevantes, sino también tomar mejores decisiones financieras y convertirlas en hábito.

¿Cuál es el nivel de educación financiera en Turquía y en el mundo?

Los jóvenes son uno de los objetivos prioritarios de las campañas publicitarias de las empresas, debido al tamaño de este segmento de la sociedad y su influencia en el consumo. Esto hace que la educación financiera sea de especial importancia para que este segmento pueda adquirir destrezas financieras.

En la educación financiera de los jóvenes juegan un papel clave sus familias, que comparten con ellos sus conocimientos y experiencia. Desgraciadamente, el nivel de educación financiera entre los adultos a escala mundial no es demasiado prometedor, como ha quedado patente en la Encuesta Global de Educación financiera llevada a cabo por el Servicio de Ratings de Standard & Poors.

A continuación se pueden ver los niveles de educación financiera entre los adultos de distintos países del mundo.

BBVA-global-variaciones-educacion-financiera

Variaciones en los niveles de educación financiera en todo el mundo.

La tabla muestra que el grado de educación financiera de los adultos turcos se sitúa en una horquilla entre el 0 y el 24%. Se trata de unos resultados preocupantes teniendo en cuenta que la educación financiera de los jóvenes depende de estos adultos.

Por este motivo, los programas orientados a incrementar los niveles de educación financiera entre la población son especialmente importantes. El programa de liderazgo social y financiero de 5 Piedras, organizado por Öğretmen Akademisi Vakfı (Fundación Academia de Profesores) es un ejemplo muy claro de programa que trabaja para dar respuesta a esta necesidad en Turquía.

¿Cómo podemos determinar si poseemos un nivel adecuado de conocimientos financieros?

Existe multitud de recursos que describen los conocimientos, habilidades y comportamientos de los que dispone una persona con un nivel de educación financiera suficiente y, muchos de ellos, coinciden en señalar una serie de cualidades comunes.

A continuación incluimos el listado de habilidades y capacidades que caracterizan a una persona con un nivel adecuado de educación financiera.

Una persona educada financieramente:

  • Se fija objetivos y establece planes para alcanzarlos.
  • Ahorra para afrontar situaciones imprevistas.
  • Mantiene sus obligaciones financieras bajo control y no se endeuda si no puede hacer frente a las condiciones de sus préstamos.
  • Vigila sus patrones de gasto
  • Entiende conceptos como préstamo, tarjeta de crédito y deuda.
  • Es consciente de los servicios que ofrecen los bancos.
  • Sabe cuáles son sus opciones de inversión.
  • No gasta más de lo que ingresa.
  • Ahorra con regularidad.
  • Hace planes para el futuro.
  • Está familiarizado con el régimen fiscal al que está sujeto.
  • Utiliza, si acaso, sus tarjetas de crédito exclusivamente cuando sabe que podrá hacer frente a los cargos mensuales.
  • Se plantea las preguntas adecuadas. (“¿Cuál es el valor de esta compra para mí?”, “¿se trata realmente de una necesidad o de un capricho?”)
  • Quiere estar adecuadamente informado cuando gasta su dinero.
  • Investiga lo suficiente antes de comprar.
  • Es consciente de los motivos que impulsan sus decisiones.
  • Dedica tiempo a informarse antes de invertir.