Economía
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Poco a poco, los comercios vuelven a levantar la persiana. Unos lo harán antes y otros después, en función de su actividad y de la fase de desescalada en la que se encuentre su territorio, pero al final todos deben afrontar el momento de volver. Y tener claro que no será igual al que vivían justo antes de tener que cerrar por el estado de alarma.
En el Informe “Situación Inmobiliaria México”, correspondiente al primer semestre de 2020, BBVA considera que después de una contracción de 5% en 2019, mucho antes de los efectos de la pandemia por COVID-19, el Producto Interno Bruto (PIB) de la construcción registrará en 2020 su peor crisis de los últimos treinta años, al sumar dos años consecutivos en terreno negativo.
El batacazo global provocado por el coronavirus tiene ya consecuencias históricas. Tras la pandemia sanitaria, aún sin resolver, el planeta trata de aplacar el colapso económico. La geopolítica se mueve rápido, de manera constante, y elementos como la globalización, la deslocalización industrial y el movimiento de personas, mercancías, bienes y capitales se están repensando. Como dice Jorge Sicilia, debemos aprender de esta crisis “porque si no lo hacemos, la siguiente vez el impacto será mucho peor y no podremos decir que nos pilla desprevenidos”.
El desarrollo y el bienestar de una sociedad están ligados a una adecuada política económica que genere crecimiento, sin dejar de lado temas de alta relevancia, como la disminución de la pobreza y la desigualdad, la sostenibilidad ambiental, el aumento de la esperanza de vida y la disminución de la mortalidad infantil. Así lo explica Carlos Serrano Herrera, economista jefe de BBVA en México.
La pandemia del COVID-19 ha generado una aguda contracción de la demanda por parte de los principales socios comerciales de Uruguay, que junto con la caída de la demanda interna y de la inversión, provocarán una fuerte recesión durante 2020.
Diversos estudios han analizado las epidemias pasadas y sus consecuencias en la sociedad a lo largo del tiempo. Una de las conclusiones que se observa en distintos análisis es que el fenómeno de una enfermedad infecciosa como el COVID-19 no es nuevo, y aunque su impacto todavía es incierto, algunos datos demuestran que, los efectos de otras pandemias ya superadas con anterioridad, han tenido unas consecuencias aún mayores que los previstos en esta ocasión.