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Economía Act. 15 ago 2018

La industria automotriz en México, ¿frena o acelera?

México corre con la industria automotriz. Se trata, sin duda, de una de sus palancas más importantes de crecimiento y desarrollo económico. Como se apunta en el análisis “La industria automotriz en México, entre el cielo y la continua incertidumbre”, que forma parte del informe “Situación Regional Sectorial México” de BBVA Research, en el 2017 esta industria aportó 3.1% del Producto Interno Bruto (PIB), contribuyó en promedio con 870,000 empleos directos al 1C18 y acumuló 31.200 millones de dólares de Inversión Extranjera Directa (IED) del 2012 al 2017.

fotografia de chile automotriz coches industria sector bbva

Empero, la administración del presidente Donald Trump le ha puesto piedras en el camino. En el análisis, elaborado por Carlos Serrano, economista jefe de BBVA Bancomer, y por los economistas Samuel Vázquez, Alma Martínez y Gerónimo Ugarte, se deja claro que los cambios políticos en los Estados Unidos de América (EUA) a fines de 2016 han creado un ambiente de incertidumbre ante posibles cambios arancelarios y comerciales con los miembros del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). “Hoy su futuro -anotan- depende en buena medida de su renegociación.”

México se ha mantenido como la séptima potencia armadora de vehículos en el mundo; esta posición la conserva desde 2014. China sigue como líder en producción global de vehículos con 29 millones, le siguen los EUA (11.2 millones), Japón (9.7 millones), Alemania (5.6 millones), India (4.8 millones), Corea del Sur (4.1 millones) y México (4.0 millones).

La IED en la industria automotriz en México del año 2012 al 2017 acumuló 31.200 millones de dólares. Apoyados en los datos disponibles, los economistas de BBVA Bancomer estiman que la capacidad de producción llegará a cerca de 5 millones de unidades con la puesta en operación en 2018 de la planta de Aguascalientes de Nissan-Mercedes Benz, la cual podría producir hasta 230,000 unidades y la planta de BMW con 150,000 unidades, que comenzará a operar en 2019. La planta de Toyota, aunque ya inició su construcción, pospuso su apretura hasta 2020. Otra ensambladora que se prevé instale una planta en México será la Corporación Automotriz de Beijín (BAIC) en una localidad aún no determinada. Actualmente, este grupo automotriz realiza el ensamble final de sus modelos en Veracruz, en una nave propiedad de la compañía mexicana AT Motors para comercializar sus vehículos en México.

Fotografía de situación automotriz

La IED en la industria automotriz en México del año 2012 al 2017 acumuló 31.200 millones de dólares.

La producción de vehículos se debilita en el primer tercio de 2018

Al mes de abril de 2018, las unidades producidas de vehículos ligeros sumaron 1,254,000 unidades, lo que corresponde a una reducción de 0.2% anual. Los economistas de BBVA Bancomer esperan que la producción vuelva a mostrar tasas de crecimiento ascendentes en los próximos trimestres, con lo que en el año se alcance un incremento de 5% en 2018.

Valga señalar que, por empresa, FCA, GM, Audi, Honda, Toyota y VW se enfocan mayoritariamente a producir camiones ligeros. En el extremo opuesto, Nissan, Ford, Kia y Mazda se especializan en la fabricación de autos. Del total de la producción, 87.3% se orientó a la exportación. El incremento de la inversión ocurrida en los años mencionados no solo ha permitido incrementar el número de marcas en México, también ha posibilitado incursionar en el segmento premium como Audi (2017), BMW (2019), Mercedes Benz e Infiniti (2018), elevando el valor unitario de los vehículos exportados por el país.

El empleo en la industria automotriz mantiene un elevado dinamismo, reflejo del buen comportamiento de la producción y de las inversiones realizadas. En 2017, promediaron 824 mil empleados, que comparados con 2012, equivale a un incremento de más de 250 mil personas. En 2017, los trabajadores de la industria automotriz crecieron 7.5%, tasa que se compara favorablemente con el 3.6% de la industria manufacturera. Hasta abril de 2018, el dinamismo se mantiene, al mostrar una tasa de crecimiento acumulada de 7.5% y la manufactura de 3%.

El empleo en la industria automotriz mantiene un elevado dinamismo, reflejo del buen comportamiento de la producción y de las inversiones realizadas

Impacto del TLCAN 2.0 sobre la industria automotriz

Los economistas de BBVA Bancomer enfatizan que hasta ahora la propuesta de EUA en el marco del TLCAN 2.0 tiene cambios relevantes en las reglas de origen. Los negociadores de Canadá y México no han aceptado la propuesta de EUA. Ésta requiere que al menos 70% de acero y aluminio sea de origen norteamericano para la producción de piezas “núcleo”.

En 2017, México y Canadá fueron los principales proveedores de vehículos ligeros de EUA con 46% del total en términos de valor y en términos de unidades con 51.6%. En vehículos pesados, México es el principal proveedor de EUA, con 75% del mercado en términos de valor y 76.7% en volumen. En autopartes México es el principal proveedor con 53.100 millones de dólares, equivalentes a 37% del total importado por EUA en ese rubro.

El pasado 23 de mayo de 2018 el Departamento de Comercio de EUA inició una investigación sobre el efecto de las importaciones de automóviles en la seguridad nacional de EUA. Este tipo de investigación es conocida como la Sección 232, algo muy parecido a la que se utilizó para imponer aranceles a las importaciones de acero y aluminio a principios de este año. “De ser afirmativa –anotan en su estudio los expertos de BBVA Bancomer- impondría un arancel de 25% a las importaciones de vehículos y autopartes. Esto supondría, ante un mayor precio de los bienes importados de México, una reducción de la demanda de autos de al menos 20%, suponiendo que el consumidor final absorbe enteramente el impacto. En el caso de autopartes, el rompimiento de las cadenas globales de valor.”

Los múltiples beneficios que la industria automotriz ha aportado a México y sus extraordinarios resultados “la sitúan en el cielo, mientras que la tortuosa renegociación del TLCAN 2.0 y la posibilidad de un arancel ponen en riesgo su futuro desarrollo, colocándola en continua incertidumbre”, señalan los analistas de la institución bancaria.