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España, el mejor país de la UE para el 'open data' y el peor para las videollamadas

El informe DESI, el parámetro con que la Comisión Europea mide los progresos de los 28 miembros en 31 aspectos relacionados sobre digitalización, revela algunas sorpresas en su más reciente edición: el sector público y las empresas logran un buen desempeño, pero los países fallan en conectividad y  habilidades digitales de la población. España, con un aprobado justo.

El vaso de la digitalización en Europa está medio lleno, o medio vacío, según el ángulo con que se analice el Índice de Economía y Sociedad Digital de la Comisión Europea (DESI por sus siglas en inglés) de 2016, que se acaba de publicar. El estudio compara los niveles de digitalización de los 28 países miembros de la Unión analizando toda una serie de datos divididos en cinco categorías: conectividad, capital humano, uso de internet, integración de la tecnología digital en los negocios y servicios públicos digitales.

El país más digitalizado es Dinamarca, seguido de Finlandia, Suecia y Holanda. Las peores posiciones las ocupan, por este orden, Rumanía, Bulgaria, Grecia e Italia. España tiene un buen desempeño en las dos últimas categorías -digitalización de los negocios y servicios públicos digitales-; en las otras tres se encuentra algo rezagada.

España ocupa el puesto número quince entre los 28 Estados miembros de la Unión y en esta caso, el vaso está medio lleno porque, como señala el propio organismo comunitario, el país está avanzando con rapidez en todas las dimensiones analizadas, a excepción del uso de internet, donde su crecimiento es lento. Y también está medio vacío porque, siempre según el informe, España tiene una demanda débil de servicios digitales.

Pero más allá del análisis superficial de los datos, el DESI 2016 ofrece varios datos curiosos sobre la digitalización en España. Tal vez lo más llamativo sea constatar el liderazgo español en la gestión de datos abiertos (open data), dentro de su buen desempeño general en la categoría de servicios públicos digitales. La Comisión Europea también destaca que  España está bastante avanzada en comparación con la Unión en cuanto al intercambio de datos médicos y a las recetas electrónicas.

En el otro lado de la balanza, España tiene problemas de conectividad y de implantación de lo digital en el día a día ciudadano, así como en las capacidades digitales de su población. La banda ancha en España es cara: el informe destaca que las conexiones más baratas para velocidades entre 12 y 30 mbps (megabits por segundo) suponen el 2,7% de la media de ingresos individuales, mientras que en el conjunto de la UE es el 1,3%. Ese problema incide en que el país presente un bajo uso de tecnologías como la videollamada, donde ocupa la última posición de las 28.

Además, solo el 45 % de las personas de entre 16 y 74 años de edad tienen competencias digitales básicas, y casi uno de cada cinco españoles no ha usado en su vida internet (el 17%),un dato peor que la media de la UE. También hay un problema de formación, con solo un 3,1 % de expertos en TIC entre la población activa frente al 3,7 % de la Unión en su conjunto. La buena noticia es que la proporción de graduados de entre 20 y 29 años con un título en Ciencias, Tecnologías, Ingenierías o Matemáticas (las llamadas STEM por las siglas en inglés) es buena, con 19 graduados por cada 1.000 personas, ligeramente por encima de la media comunitaria.