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Renovación automática de su depósito: ¿una buena idea?

Entre todas las condiciones que pueden constar en el contrato de un depósito a plazo fijo, no debería ignorar la renovación automática del depósito. Significa que, una vez acabado el plazo pactado de su depósito (normalmente 6,12 o 24 meses), el depósito volverá a renovarse automáticamente con las mismas condiciones de plazo y pago de intereses.

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Por ejemplo, si tenía un depósito de 6 meses, el próximo será del mismo tiempo y conservando la forma de pago de intereses (mensual, por ejemplo). Pero cuidado, que se mantenga el tiempo y el pago de intereses no significa que vaya a obtener la misma rentabilidad.

La práctica suele demostrar que la rentabilidad ante una renovación automática suele reducirse considerablemente. Por ello, debería tener presente que su depósito al 4% podría convertirse fácilmente en uno con una rentabilidad del 1,5% o 0,5%. Esto no significa que si es poseedor de un depósito con renovación automática no pueda cancelarlo. El cliente siempre tiene la opción de avisar unos días antes del final del plazo de que retirará su dinero porque ya no está interesado en renovar.

Además, cancelar el contrato no resulta complicado. Basta con avisar con unos días de antelación personándose a la oficina, o si se trata de un banco online, solo tendrá que desactivar la casilla correspondiente en la web de la entidad. Una vez cancelado, el contrato finalizará y el dinero se ingresará en una cuenta corriente o libreta asociada.

Por lo tanto, lo más recomendable podría ser programar una alerta o apuntarlo en una agenda para que le avise unos días antes de que el depósito vaya a llegar a su fin, y con ello dar la alerta de cancelación si así lo hubiera decidido.  Y aunque su objetivo no fuera recuperar ese dinero, tendrá tiempo para comparar depósitos y poder elegir otros.

Pero, ¿qué sucedería si necesitas retirar su dinero y ya se hubiera pasado el plazo? Dependerá de si su contrato permite la cancelación anticipada. Si efectivamente lo permite, podrá llevarse el dinero perdiendo la rentabilidad del contrato renovado, no del primero. No obstante, debe tener en cuenta que puede encontrarse con una penalización por cancelación anticipada que minimice su rentabilidad.