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Vida y Cultura

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Todo comenzó con apenas 3 años. Con dos hermanos mayores aficionados al tenis, Garbiñe Muguruza pasó su infancia rodeada de raquetas. Pronto empuñaría una para no soltarla nunca más. Una pasión que la llevó a ganar su primer torneo importante con 15 años, a debutar en el circuito profesional con 18 y a ganar su primer Grand Slam con 22. Unos números que la sitúan en la lucha por el número 1 del ranking WTA en la temporada que comienza en enero.

Los Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) son los campeones del Torneo de Apertura 2016, tras haber ganado en serie de penales 3-0 a las Águilas del América en la Final Navideña que se celebró en el Estadio Universitario de la UANL. Tras un empate a un gol el pasado jueves 23 de diciembre en el Estadio Azteca de la Ciudad de México, el campeón se definiría en el famoso Estadio del Volcán en Monterrey.

La temporada 2016 será recordada por Garbiñe Muguruza como el año de su primer Grand Slam. El 4 de junio, la hispano-venezolana levantaba la copa de Roland Garros ante Serena Williams. Sin duda lo mejor de una temporada bastante irregular en la que tuvo que retirarse de varios torneos. El balance es positivo: “Esta temporada ha pasado de todo, pero me ayudará a ser mejor jugadora”, comenta. Un año en el que ha alcanzado su posición más alta en el ránking WTA ocupando la segunda plaza la semana del 6 de junio.  ¿Será el 2017 el año de Garbiñe? “En 2017 no se sabe qué va a pasar, ojalá sea otro año de Garbiñe. Creo que este año ha sido muy positivo, igual que el anterior, así que en 2017 solo espero estar igual o al mismo nivel”, afirma.