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Banca digital Act. 03 jun 2020

El uso de los canales digitales de BBVA en España crece durante la primera quincena de mayo lo mismo que en todo 2019

Desde el inicio de la crisis sanitaria provocada por el COVID-19, el pasado mes de marzo, los hábitos de los ciudadanos han variado. En el caso de la gestión de las finanzas, los canales digitales han sido los menos afectados durante las semanas más duras del confinamiento. De hecho, en la primera quincena de mayo, su uso ya era un 10% superior a las semanas previas a la declaración del estado de alarma. Este crecimiento en el uso de la web y la ‘app’ del banco en España es equivalente al crecimiento registrado en el conjunto del año 2019. También es destacable el repunte en el comercio electrónico, que creció desde finales de abril, cuando todavía el confinamiento era estricto, hasta un 25% sobre el mismo período del año pasado.

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BBVA ha trabajado durante la última década en posibilitar a sus clientes realizar sus gestiones financieras a cualquier hora y en cualquier lugar. A finales de abril, BBVA sumaba en España 5,3 millones de clientes que son usuarios recurrentes de los canales digitales del banco. La experiencia de BBVA en este ámbito está siendo clave para poder satisfacer las nuevas demandas de los clientes en canales no presenciales.

En conjunto, entre todos los canales, la web de BBVA es la que registró mayor incremento de uso durante en las tres primeras semanas del estado de alerta, hasta el 116% en número. También el tiempo que los usuarios permanecen dentro de su sesión ha sido superior al previo a la crisis sanitaria durante todo el período, llegando a picos de crecimiento del 43% en la semana del 28 de marzo.

Tras esto, tan solo durante la Semana Santa el uso de los canales digitales de BBVA cayó ligeramente con respecto a la media de una semana habitual, pero las visitas de los clientes para contratar productos o revisar sus gestiones se han mantenido constantes e, incluso, han experimentado un aumento. Durante la primera quincena de mayo, el uso de la web y la ‘app’ del banco ya era un 10% superior con respecto a la actividad previa a la declaración del estado de alarma. Este crecimiento es equivalente al incremento de uso de los canales digitales de la entidad en el conjunto del año 2019.

La consulta de la posición global, de cuentas y de tarjetas han sido las más utilizadas. En cuanto a operativa, las transferencias son las más frecuentes. En ese sentido, llama la atención el crecimiento de altas en Bizum de los clientes de BBVA, con una media de prácticamente 100.000 nuevas altas mensuales desde marzo.

También ha crecido la relación entre los gestores remotos y los clientes. Prueba de ello es que el uso de ‘Mis Conversaciones’ en la ‘app’ de la entidad financiera ha crecido un 55% durante los meses de confinamiento.

La tarjeta gana terreno al efectivo

Las restricciones de movimiento han limitado el uso de los cajeros durante toda la crisis sanitaria. Durante las primeras semanas del confinamiento, su actividad bajó al 34% con respecto a la media de una semana habitual, pero su uso se ha ido normalizando y en la primera quincena de mayo, cuando tan solo algunas comunidades se encontraban en fase 1, su actividad ha subido hasta prácticamente el 60% de su utilización normal.

En cambio, la venta a distancia ha experimentado un gran ascenso durante las semanas de confinamiento más estricto, con crecimientos superiores al 25% con respecto al mismo período de 2019. Durante esas semanas, los servicios esenciales representaban un 75% del gasto total con tarjeta en el conjunto del sector financiero. Esto ha ido cambiando en la desescalada. En la semana del 25 de mayo, con el 50% del territorio en Fase 2 y el restante en Fase 1, el pago con tarjeta sigue ganando terreno al efectivo y las compras totales en los comercios con este método de pago continúan la recuperación iniciada al inicio de la desescalada. El número de operaciones en el conjunto del sector es sólo un 11% menor que la misma semana del año pasado, algo especialmente perceptible en las compras realizadas por extranjeros en comercios españoles, que han caído un 88% frente a 2019 en esa semana.