Finanzas
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La decisión de comprar una u otra acción no es sencilla. Los grandes inversores cuentan con consejeros y expertos que manejan sus carteras. Sin embargo, las personas que no se dedican profesionalmente a ello deben conformarse con su intuición. Pero al margen de tendencias y modas, en la Bolsa existen una serie de parámetros que permiten analizar si el precio de una acción es o no el adecuado.
Enviar y recibir dinero, ahorrar recursos o pagar por productos y servicios son operaciones financieras poco comunes para la mitad de la población del mundo. Los programas de inclusión financiera fomentan servicios financieros para estas personas con el reto de reducir, no solo los costes de sus operaciones financieras, sino también sus riesgos.
Para valorar si poseemos un nivel mínimo de conocimiento financiero, tres sencillas preguntas podrían ayudarnos, según una iniciativa del Global Financial Literacy Excellence. Las tres nociones básicas son el interés compuesto, la inflación y el riesgo y su diversificación. Desconocerlas es la primera piedra para tomar decisiones equivocadas, para no comprender el asesoramiento que puedan prestarle profesionales, ni el consejo de personas en las que se confía. Cada noción importante que se desconoce acarrea consecuencias negativas concretas.
Los "ARC International Awards", en su 26º año premia a BBVA con el primer premio a la "mejor memoria anual interactiva de bancos internacionales".
Vivimos pegados a nuestro smartphone. Aunque muchas veces nos cueste reconocerlo, el móvil se ha convertido en una parte muy importante de nuestra vida. Con él nos comunicamos, pero también interactuamos en las redes sociales, conocemos gente nueva, hacemos la compra, trabajamos y, también, podemos ahorrar.
¿Acuden al mismo banco las grandes empresas que las personas de un vecindario? Cuando se habla de banca, se puede hacer una distinción entre banca de inversiones y banca comercial. Dado que los negocios que realizan son distintos, es conveniente conocer las diferencias entre uno y otro.
En este caso, nos referimos a tener materializado nuestro dinero en un activo financiero, denominado en una moneda distinta al euro, por lo que lo primero que debemos tener claro es que existe un riesgo de cambio. Dicho de otro modo, si el euro sube de valor frente a dicha divisa y sacamos dinero de ese activo para transformarlo en euros, tendremos una perdida. Esto funciona en los dos sentidos, en la perdida y en la posibilidad de ganancia.