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Coronavirus Act. 27 may 2020

"La hidroxicloroquina podría tener resultados favorables en los humanos infectados con el coronavirus"

Este fármaco contra la malaria ha ocupado titulares en las últimas semanas como la posible solución contra el coronavirus. ¿Qué hay de cierto en todo ello? “La hidroxicloroquina sí tiene propiedades que podrían convertirla en una nueva baza”, afirma Elena Gómez-Díaz, investigadora del Instituto de Parasitología y Biomedicina López-Neyra (IPBLN-CSIC) y premiada con la Beca Leonardo de la Fundación BBVA en 2017. Una esperanza hacia la búsqueda de una vacuna que podría llegar antes gracias a la eficacia comprobada de la hidroxicloroquina en enfermos de malaria.

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“Con la hidroxicloroquina tenemos la ventaja de que ya conocemos su eficacia y dosis segura, y eso, en condiciones como las actuales, nos permite avanzar más rápido”, explica Elena Gómez-Díaz. La rápida expansión del coronavirus ha puesto en jaque a la comunidad médica y científica internacional. La búsqueda de una vacuna es un tema prioritario para la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ha organizado el gran ensayo clínico ‘Solidarity’ con más de 200 pacientes de 74 países, incluido España, para probar cuatro de los tratamientos más prometedores. Uno de ellos se basa en la hidroxicloroquina.

España ha empezado ya a ensayar su eficacia en pacientes. El Instituto de Salud Carlos III coordina a nivel europeo los estudios virológicos sobre la enfermedad. El ensayo TOCOVID, financiado con el Fondo COVID-19 para buscar tratamientos contra el coronavirus, administra a pacientes hospitalizados hidroxicloroquina, combinada con otros compuestos. Este ensayo clínico evaluará si el fármaco contra la malaria, administrado junto con el inmunosupresor tocilizumab y el antibiótico azitromicina, reduce la mortalidad intrahospitalaria y la necesidad de ventilación mecánica en la Unidad de Cuidados Intensivos.

Las pistas que puede dar la malaria

Elena Gómez-Díaz ha centrado su trayectoria profesional en el estudio de enfermedades infecciosas. Investiga desde hace años la malaria, una enfermedad que todavía mata a 400.000 personas cada año, niños en su mayoría, y afecta a un 40% de la población en países en vías de desarrollo. Desde mediados del siglo pasado, la hidroxicloroquina es uno de los tratamientos más eficaces para combatirla. Por esa razón, el parásito que la provoca, el ‘plasmodium’, se ha hecho resistente. Gómez-Díaz estudia precisamente los mecanismos biológicos, de tipo genético y epigenético, que permiten al parásito adaptarse con rapidez a los fármacos que lo combaten, entre ellos la hidroxicloroquina.

Elena Gómez-Díaz, investigadora del Instituto de Parasitología y Biomedicina López-Neyra (IPBLN-CSIC) y premiada con la Beca Leonardo de la Fundación BBVA en 2017 - Fundación BBVA

La actualidad que ha cobrado el fármaco en las últimas semanas no le ha resultado extraño, debido a su eficacia antiviral probada. “La hidroxicloroquina sigue siendo hoy día un fármaco en uso contra enfermedades autoinmunes, como el lupus y la artritis reumatoide”, comenta la investigadora española. Esto resulta relevante porque en los casos más graves de COVID-19, ocurre una respuesta exacerbada de las defensas del paciente.

En el inicio del brote, médicos chinos ya recurrieron a la hidroxicloroquina para los primeros ensayos clínicos en pacientes, resultados que aún no han sido publicados. Por otra parte, los estudios ‘in vitro’ con células han mostrado que la hidroxicloroquina bloquea la entrada del virus en las células. “Su uso en forma de comprimidos podría tener resultados favorables en los humanos infectados con el coronavirus”, explica, lo que supone “un tiempo de recuperación más rápido y una estancia hospitalaria más corta”.

Sin embargo, la fama del fármaco no vino de estas investigaciones sino de los resultados de un primer ensayo en Francia, poco riguroso y que no cumplía con los requisitos científicos exigidos. Las declaraciones de Donald Trump, mencionando este estudio provocaron el desabastecimiento de hidroxicloroquina en Estados Unidos. En España, el Gobierno ha parado la venta del fármaco en farmacias y ha intervenido las reservas existentes para garantizar la disponibilidad tanto para enfermos crónicos que ya la necesitaban, como para los ensayos en curso contra la COVID-19.

Priorizar la investigación

Para Gómez-Díaz, la hidroxicloroquina puede ser “una nueva baza” contra la COVID-19, pero recalca no precipitarnos y esperar a los resultados de los ensayos en curso. “La investigación debe seguir siendo una prioridad, se la debe dotar de recursos, personal e infraestructuras para poder contar con las soluciones cuando se requieran”, reclama.

La situación actual ha llevado a volcar los esfuerzos en buscar soluciones de urgencia, y ha puesto de manifiesto la necesidad de una investigación continua que requiere una inversión constante. “Hoy es este coronavirus, pero mañana será otro patógeno o los efectos del cambio climático. Como en el caso de la hidroxicloroquina, a menudo las soluciones proceden de la investigación básica, esa que no se dirige directamente a nuestro beneficio y de la que acabamos ganando todos”.