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Análisis económico Act. 03 ago 2016

Los bonos 'high yield' ganan importancia en las estrategias de financiación de las empresas españolas

Las empresas españolas son el colectivo más endeudado de Europa y para muchas empresas los bancos han sido la fuente de financiación más tradicional. Este sigue siendo el caso para la mayoría, especialmente en el actual entorno de tipos de interés a cero en el que los bancos son más competitivos y más baratos. No obstante, para aquellas empresas que buscan diversificar sus fuentes de financiación, o que buscan vencimientos a más largo plazo, la emisión de bonos high yield puede bien ser una alternativa muy válida.

Estos fueron algunos de los temas discutidos por bancos, inversores, abogados, emisores y asesores financieros en un seminario organizado recientemente por AFME (Asociación de Mercados Financieros en Europa, por sus siglas en inglés) en el campus de BBVA en Madrid. El seminario dio la oportunidad a los participantes del mercado de reunirse y entender mejor los asuntos relativos a las emisiones de bonos high-yield en Europa.

El bono high yield es un bono que genera un retorno más elevado por tener un rating crediticio inferior al de los bonos corporativos investment grade, los bonos del Tesoro o los municipales. Debido a un riesgo más elevado de impago, estos bonos pagan un interés más elevado que los bonos investment grade. Según establecen dos de las principales agencias de rating crediticio, los bonos high yield son los títulos de deuda de empresas con rating por debajo de ‘BBB’ según los criterios de S&P, y por debajo de ‘BAA’ según Moody’s. Los bonos emitidos por compañías con calificaciones por encima de esos niveles son consideradas investment grade.

Durante las pasadas dos décadas el mercado de high yield europeo ha madurado convirtiéndose en una estable y gran fuente de financiación. En particular, las compañías españolas se han hecho más activas en los últimos cinco años, no solo en la emisión de bonos high yield, sino también en la emisión de bonos corporativos en general.

El mercado español de high yield tomó especial relevancia en el periodo post-crisis y tras el colapso del mercado de titulizaciones. Hasta ese momento, miles de compañías españolas se habían beneficiado de una financiación bancaria barata. Pero cuando las restricciones de crédito y otros factores hicieron que los balances de las entidades financieras se contrajeran, las empresas tuvieron que empezar a buscar nuevas fuentes de financiación para reestructurar su deuda, expandirse o para llevar a cabo otros propósitos corporativos.

El seminario organizado por AFME tuvo lugar en el campus de BBVA en Madrid.

Como resultado, los bancos europeos comenzaron a emitir bonos high yield y su emisión ha crecido desde los 44.600 millones de euros al año a los casi 100.000 millones de euros de hoy en día (fuente: AFME). El principal factor del relativamente creciente tamaño de este mercado se debe al proceso conocido como desintermediación. La desintermediación es cuando los negocios con necesidad de financiación puentean a la entidad financiera y van directamente a los mercados de capitales. Aunque el cambio de la financiación bancaria al bono está bien establecido, todavía queda mucho por hacer en España para estar a la altura de otros mercados más sofisticados como el de Reino Unido, Alemania e Italia.

Recientemente, los volúmenes de emisiones de bonos high yield se han visto afectados negativamente por factores externos que afectan a la volatilidad, como la ralentización económica de China, los precios volátiles de la energía y de los metales base y su impacto sobre los mercados de equity, así como eventos de política macroeconómica. Afortunadamente, las medidas de estímulo anunciadas por el Banco Central Europeo y otros factores han ayudado a mejorar las condiciones del mercado europeo de high yield.

Las emisiones de bonos tienen algunas ventajas claras sobre la financiación bancaria como una mayor flexibilidad, mayores plazos (hasta 10 años e incluso 15 en algunos casos), y unos requerimientos de colaterales menores. En 2016 probablemente veamos más emisores acudiendo a este mercado, tasas de impago más bajas y una carrera por conseguir más rentabilidad.

Fuente: AFME (Association of Financial Markets in Europe)