‘Cleantech’: una posible solución para una moda más sostenible
La industria de la moda, responsable del 10% de las emisiones globales de CO2, busca reinventarse con modelos de economía circular. SYRE, una empresa del grupo H&M, cuenta con un sistema de reciclaje textil a gran escala basado en las ‘cleantech’ para reducir residuos y descarbonizar la producción de poliester.
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La industria de la moda no suele ser lo primero que nos viene a la mente cuando pensamos en industrias contaminantes. Sin embargo, a lo largo de toda la cadena de valor, la fabricación de ropa y calzado es responsable del 10 % de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) a nivel global y del 20 % de la contaminación del agua (sobre todo, en los procesos de confección y teñido). Además, genera un importante problema de residuos: de media, cada europeo tira a la basura 11 kilos de ropa al año. A nivel mundial, menos de un 1 % se recicla.
La moda se enfrenta a ciertas dudas sobre su propia sostenibilidad. Por ello, en los últimos años han surgido proyectos e iniciativas que buscan incrementar la durabilidad de los tejidos, usar materiales más sostenibles y más energía limpia en la fabricación y avanzar en la circularidad de los tejidos, es decir, mejorar las tasas de recogida y reciclaje de prendas usadas. Aquí es donde entra SYRE, una empresa del grupo H&M.
SYRE, el camino hacia la descarbonización de la moda
La misión de SYRE es descarbonizar la industria de la moda y eliminar los residuos textiles, empezando por el poliéster. Esta fibra textil es la más utilizada en la fabricación de prendas de vestir: cada año se producen 60 millones de toneladas de este material. Como derivado del petróleo es, también, uno de los grandes responsables de las emisiones de la industria (representa alrededor del 40 % de las mismas). Hoy por hoy, la mayor parte del poliéster reciclado utilizado en la moda no procede de prendas desechadas, sino de botellas de plástico.
La idea detrás del modelo de negocio de SYRE es implementar un sistema efectivo de reciclaje textil a gran escala, impulsar la transición de una cadena de valor lineal a una circular y ser capaz de aprovechar los recursos una y otra vez. El objetivo principal de SYRE es contar con 12 plantas de producción a plena capacidad en 2032, aptas para producir más de 3 millones de toneladas de poliéster reciclado, reduciendo las emisiones de la fabricación en más de 15 millones de toneladas de CO2.
La importancia de la economía circular
A nivel global, la economía circular es una de las grandes palancas para reducir el consumo de recursos y la generación de residuos. Más allá del textil y la moda, las industrias de los plásticos, la alimentación y la electrónica ven la economía circular no solo como una herramienta de sostenibilidad, sino también como una oportunidad económica. Solo en la Unión Europea, la Fundación Ellen MacArthur calcula que la industria de manufacturas complejas podría ahorrarse 630.000 millones de dólares al año si logra alcanzar una circularidad plena.
Apostar por la economía circular implica repensar los modelos de producción y consumo para mantener los materiales en uso el mayor tiempo posible, reducir los residuos y regenerar los sistemas naturales. En este contexto, el enfoque circular no solo mejora la eficiencia en el uso de recursos, sino que también genera nuevas oportunidades de negocio y empleo, impulsando la innovación en sectores clave. Además, los consumidores están cada vez más concienciados con la sostenibilidad y demandan productos que tengan un menor impacto ambiental, lo que presiona a las empresas a adaptarse y adoptar prácticas más responsables y circulares.