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Tecnologías limpias

El valle de la muerte de una ‘cleantech’ es el periodo crítico en el que la compañía ya ha iniciado operaciones, pero aún no genera ingresos suficientes para sostenerse. Este término es comúnmente utilizado por inversores de riesgo para describir la etapa de alta incertidumbre financiera que enfrentan estas startups antes de alcanzar su punto de equilibrio.

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BBVA ha actuado como una de las entidades clave en la financiación de la segunda fase del proyecto Northern Lights, desarrollado en colaboración con Shell, TotalEnergies y Equinor como una iniciativa estratégica para la descarbonización industrial en Noruega. Esta nueva fase permitirá incrementar la capacidad de almacenamiento de CO₂ y representa un paso más en el despliegue de soluciones de captura, uso y almacenamiento de carbono (CCUS, por sus siglas en inglés) a escala europea.

Las tecnologías limpias, también conocidas como ‘cleantech’, son aquellas que contribuyen a la sostenibilidad y al cuidado del medioambiente. Engloban soluciones innovadoras tanto para la adaptación al cambio climático como para su mitigación, que van desde la reducción de emisiones, a la protección de la biodiversidad o el tratamiento del agua.

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La inversión pública y privada en tecnologías limpias (‘cleantech’) en España y Portugal debe incrementarse en 50.000 millones de euros adicionales por año hasta 2030, más allá de los niveles actuales para lograr alcanzar los objetivos de descarbonización del Acuerdo de París. Así lo recoge el informe ‘Capital Cleantech en Iberia: Mapeando el Panorama, Movilizando las Inversiones’, que también alienta soluciones financieras para la implementación de proyectos innovadores pioneros, su escalabilidad y comercialización.

Fotografía elaborada con Inteligencia Artificial (Midjourney).

“La ‘First Movers Coalition’ ayudará a fomentar las inversiones en tecnologías limpias (‘cleantech’) para la descarbonización industrial”, ha afirmado el director de Relaciones Institucionales de BBVA, John Rutherford, que ha asistido al acto de la firma de adhesión del Gobierno de España a esta alianza del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés).

Escalar las ‘cleantech’ (también conocidas como tecnologías limpias) significa expandir aquellos proyectos innovadores –que tienen como objetivo descarbonizar la economía– para que crezcan y puedan adaptarse a la demanda del mercado. Para ello, es esencial contar con la financiación adecuada para producir y distribuir esta tecnología a mayor escala con un menor coste, potenciando la competitividad y el impulso de la reindustrialización. Según ‘Cleantech for Europe’, los bancos siguen siendo –con diferencia– “las mayores instituciones financieras de Europa" que contribuyen a ello.

Con el objetivo de mitigar el impacto del cambio climático y ofrecer soluciones para adaptarse a sus consecuencias se ha desarrollado en los últimos años un ecosistema de tecnologías limpias o ‘cleantech’. La descarbonización y la innovación se han convertido en una oportunidad de crecimiento para la economía a través de la reindustrialización. BBVA, con la sostenibilidad y la transición energética como prioridades, apuesta por estas tecnologías impulsando a las empresas desde la inversión en capital –a través de fondos especializados–, soluciones financieras o la asesoría financiera personalizada.

La colaboración entre bancos, inversores e innovadores con el sector público será, según ha señalado Santiago Muguruza, responsable de BBVA Spark, “decisiva para escalar proyectos tecnológicos esenciales para la transición energética”. Además, durante su intervención en el Energy Tech Summit 2025 celebrado en Bilbao, ha puesto de relieve que esta cooperación “es clave para cerrar la brecha de innovación en Europa”.

Las ‘cleantech’ son clave para avanzar hacia la sostenibilidad, pero su expansión requiere superar desafíos como la brecha de inversión de 50.000 millones de euros que existe en Europa hasta 2030 según la organización Cleantech for Europe. La colaboración público-privada y el desarrollo de soluciones innovadoras son esenciales para desbloquear su potencial y garantizar un acceso más amplio a tecnologías limpias.

Los sistemas de almacenamiento de energía (BESS, por sus siglas en inglés) se han convertido en una solución para evitar que los excedentes se pierdan y cubrir la intermitencia de la energía renovable. “Necesitamos soluciones de almacenamiento de energía para hacerlas permanentes”, asegura el investigador y experto en baterías eléctricas, Philippe Knauth, en una entrevista para bbva.com, quien además señala que la democratización de la energía pasa por “la combinación de energías renovables y almacenamiento de energía”.

Los combustibles sostenibles de aviación (SAF) son esenciales para reducir los gases contaminantes en el sector aéreo. Las investigaciones se centran en biocombustibles producidos a partir de residuos urbanos, agrícolas o forestales, y también en los de origen sintético. El desafío es aumentar ya el uso de los SAF como alternativa limpia a los carburantes fósiles.

El consejero delegado de BBVA, Onur Genç, ha destacado en The World Economic Forum que en la península ibérica “tenemos una enorme oportunidad para promover la inversión en tecnologías limpias a gran escala”. En su opinión, resulta clave aprovechar el desarrollo de ‘clusters’ industriales en España y Portugal para liderar la transición energética en Europa. En ese contexto, considera que la península ibérica tiene un gran potencial para generar crecimiento económico gracias a las tecnologías limpias.

Los gases fluorados de efecto invernadero (GFEI), presentes en la refrigeración comercial, tienen un potencial de calentamiento global hasta 23.000 veces mayor que el dióxido de carbono. Frente a este desafío, empresas como Fredvic están apostando por alternativas sostenibles, como los refrigerantes naturales, para reducir su impacto ambiental. Esta pyme catalana, que nació como una pequeña empresa familiar, se ha consolidado en el sector internacional. Su historia es también la de un largo camino de desafíos, que ha superado con la ayuda de BBVA y un firme compromiso con el planeta.