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Economía 28 feb 2015

¿Invertir o pagar deudas?

¿Pagar la deuda o invertir? Es una duda que asalta la cabeza de muchas personas cuando disponen de algún tipo de ahorro o ingreso adicional. Lo ideal, en una economía doméstica, sería disponer del mínimo nivel de endeudamiento. Por ello, lo aconsejable sería pagar primero aquellas deudas que soporten un interés más elevado y luego las que menor interés tenga aplicado.

No obstante, esto no tiene por qué ser siempre así. Aunque tenga cierto endeudamiento, puede que le beneficie invertir ese excedente en un producto, ya que, la rentabilidad que le ofrece dicha inversión puede ser mayor que el ahorro generado por pagar la deuda. En definitiva, deberá realizar la operación que mayor beneficio y rendimiento le genere.

La regla de oro

Ante la dubitativa entre sí pagar las deudas que posee o invertir, podrían resaltarse dos reglas de oro que pueden ayudar a tomar la decisión óptima:

  • Cuando los tipos de interés de sus deudas sean altos, es conveniente sufragar las deudas adquiridas. Más prioridad tendrá el pago de sus deudas si el panorama existente hacia la inversión no es muy bueno. Por ello, es aconsejable pagar primero las deudas de mayor tipo de interés y, posteriormente, las que menos carga te supongan. ¿Por qué primero las de mayor tipo de interés? Porque es con esas con las que puede tener problemas de pago en un futuro. Además, difícilmente podrá encontrar un producto que le genere, o al menos en no mucho tiempo, lo equivalente a un tipo de interés anual elevado.
  • Cuando los tipos de interés de la deuda son bajos, lo mejor será invertir el excedente monetario que posee. ¿Por qué? No está comprometiendo sus recursos tanto como si fuera una deuda con intereses muy altos y, además, si consigue una buena oportunidad de inversión, puede que salga muy beneficiado.

Pagar la deuda si sus tipos de interés son elevados

Como se ha comentado anteriormente, primero sería recomendable sufragar aquellas deudas que mayor porcentaje de intereses soporten y después las que menos. Por ejemplo, si ha adquirido un crédito rápido, estas deudas se caracterizan por tener un tipo de interés elevadísimo (por encima del 20%). O los descubiertos de las cuentas corrientes, los cuales poseen un interés entre el 8% y el 25% en función de la entidad y la cuenta corriente.

No obstante, todo dependerá de la situación personal de cada deudor. Puede que se plantee no invertir en un producto y amortizar la deuda hipotecaria con el fin de aprovechar al máximo la deducción fiscal de cara a la declaración de la renta. En este caso debería estudiar si al amortizar la deuda, lo que deja de pagar de intereses y el ahorro fiscal que consigue le ofrece un beneficio lo suficientemente bueno que no conseguirías con ningún otro producto financiero.

Invertir si los intereses de tu deuda son bajos

Si su elección es invertir su dinero extra, deberá tener en cuenta tres aspectos:

  • Que los plazos de permanencia en el producto no sean muy altos.
  • Que le ofrezca una rentabilidad mayor que si pagase la deuda (siempre teniendo en cuenta que a mayor rentabilidad esperada, mayor riesgo posee la operación).
  • Que la cancelación anticipada no esté penalizada.

Las alternativas a la inversión son amplias: abrir un depósito a plazo, comprar valores del Tesoro, invertir en Bolsa, adquirir pagarés…. Por lo tanto, tendrá que estudiar previamente cuánto dinero puede generar la inversión para decidirse por ella.