Tras un año marcado por la pandemia los reguladores deben hacer frente a la salida de la crisis manteniendo los equilibrios, vigilando la velocidad de retirada de las medidas excepcionales y manteniendo un marco de competencia razonable entre países. Esta salida debe ser una oportunidad para replantear la nueva normalidad, apuntalando la recuperación y sentando las bases de una regulación más eficiente.
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Ana Rubio
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Santiago Fernández de Lis