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Actualidad 11 oct 2016

El Nobel de Economía premia la teoría de los contratos de Hart y Holmström

La Academia sueca ha reconocido con el Nobel de Economía 2016 a los economistas Oliver Hart y Bengt Holmström por sus contribuciones a la teoría de los contratos. Sus investigaciones han permitido crear herramientas teóricas que sirven para comprender el efecto real de los acuerdos laborales, las retribuciones de las compañías e instituciones a sus trabajadores o los riesgos que existen a la hora de diseñar un contrato.

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Las investigaciones de Hart y Holmström están centradas en el análisis de la elaboración de contratos y su eficiencia, principalmente en el ámbito empresarial. Este campo de estudio tiene una importancia creciente debido a la incidencia directa de los contratos laborales en muchos ámbitos de la economía y, por tanto, de la sociedad; desde contratar un seguro, solicitar un préstamo hipotecario o firmar un aval. Los estudios de estos economistas han establecido nuevos parámetros para el desarrollo de investigaciones futuras en el ámbito de la teoría contractual: “Su trabajo sienta las bases intelectuales para diseñar políticas e instituciones en muchas áreas, desde la legislación sobre bancarrotas a la redacción de constituciones políticas”, explica la Real Academia de las Ciencias de Suecia al anunciar el galardón.

Oliver Hart (Londres, 1948) se licenció en Matemáticas en Cambridge y cursó estudios de postgrado en las universidades de Warwick y Princeton, donde obtuvo el doctorado en Economía. Desde 1993 es profesor titular en Harvard, universidad de la que fue presidente del Departamento de Economía.

Fotografía de Oliver Hart, premio Nobel economía

Oliver Hart

Hart está especializado en la rama de los “contratos incompletos”. Puesto que es imposible especificar todas las eventualidades en un contrato, esta rama de la teoría contractual establece distribuciones óptimas del control de los derechos. Por ejemplo, ¿cuál de las dos partes puede tomar decisiones a la hora de elaborar un contrato y en qué circunstancias?

Su investigación ofrece herramientas teóricas para estudiar cuestiones como qué tipos de empresas tienen motivos económicos para fusionarse, qué porcentaje de financiación debe asumirse a través de deuda o mediante acciones, o qué instituciones (como colegios, hospitales o prisiones) deberían ser públicas o privadas.

“Los contratos son una forma increíblemente poderosa de pensar sobre partes de la economía. Son fundamentales para la idea de que el comercio es un quid pro quo donde hay dos partes en una transacción”, señala Hart.

El finlandés Bengt R. Holmström (Helsinki, 1949) estudió Matemáticas y Ciencias en la Universidad de su ciudad natal. Cursó estudios de postgrado en Investigación Operativa y obtuvo su doctorado en la Universidad de Stanford. Desde 1994 es profesor de Economía y Negocios en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).

Fotografía de Bengt Holström, premio Nobel economía

Bengt R. Holmström

Holmström ha profundizado en la optimización de los contratos que incluyen incentivos o elementos relacionados con el rendimiento, para que los empleados trabajen en beneficio máximo de la empresa. En su trabajo ha analizado cómo se deciden las retribuciones y las promociones de los trabajadores en las empresas. La conclusión de sus investigaciones es un modelo según el cual el contrato óptimo es aquel que busca el equilibrio entre los riesgos y los incentivos.

El economista finlandés aplicó estos resultados a situaciones reales y estableció que cuando los empleados no solo están recompensados con retribuciones dinerarias, sus esfuerzos no son lo suficientemente reconocidos por las empresas. O que cuando se aplican fórmulas de trabajo grupales hay individuos que se aprovechan del trabajo de los otros.

La teoría contractual ganadora del Nobel se centra, en definitiva, en explicar por qué hay distintos tipos de contratos y ayuda a entenderlos mejor, para conseguir un funcionamiento óptimo de las empresas e instituciones en la sociedad. En consecuencia, tiene el objetivo de diseñar contratos mejores y más justos.