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Ciudad 2050: los retos y las oportunidades para empresas y organizaciones

Actuar con el objetivo de alcanzar la descarbonización refuerza la imagen de los empresarios y los convierte, junto con las entidades financieras, en agentes del cambio de las ciudades verdes 2050. Las urbes se posicionan como los núcleos urbanos cero en emisiones que van a impulsar la economía verde. ¿Quieres descubrir más? BBVA te ofrece la oportunidad de ahondar en cómo serán las ciudades en 2050 a través del monográfico de sostenibilidad - gratuito y descargable- ‘La ciudad de 2050’.

Ciudades 2050: Retos y oportunidades para empresas y organizaciones

El desafío ambiental es social también. Por ello la Ciudad 2050 tiene que ser inclusiva y equitativa, y debe estar estructurada en torno a proyectos que combatan la pobreza y lideren alianzas entre los diferentes agentes que apliquen la justicia social.

Las infraestructuras que utilicen los recursos naturales y reduzcan los impactos ecológicos son un eje fundamental en este proceso de cambio hacia un modelo verde. En esta línea, la rehabilitación de viviendas y la eficiencia energética se presentan como una oportunidad para combatir la pobreza energética.

En esta década decisiva para la descarbonización, la sostenibilidad es una ocasión única para salvar al continente con más desigualdad. En América Latina y el Caribe (ALC), la creación y el acondicionamiento de los espacios es particularmente relevante ya que se prevé –como destaca el Banco Interamericano de Desarrollo (IDB)- que la demanda de servicios energéticos se duplique para 2040. Todo esto sumado a la desigualdad, con poblaciones de bajos ingresos, genera que pequeños cambios obtengan grandes impactos, como la recomendación de IDB de la adquisición de todos los vecinos de lámparas eficientes.

Las ciudades 2050 tienen que revertir esta situación y diseñar proyectos de construcción, rehabilitación de viviendas sostenibles y certificación de edificios sin dejar a nadie atrás. En el IV Foro Latinoamericano y del Caribe de vivienda y hábitat, CEPAL ha señalado que “las ciudades y la vivienda brindan una oportunidad para transformar el modelo de desarrollo de América Latina y el Caribe hacia uno más igualitario, inclusivo y sostenible”. Una visión que comparte un informe de IFC, miembro del Grupo Banco Mundial, que afirma que los edificios verdes en 2030 ofrecerán una oportunidad de inversión de más de 4 billones de dólares, lo que acelerará el crecimiento sostenible en América Latina.

Ciudades 2050: Retos y oportunidades para empresas y organizaciones

La actual jefa del Gobierno de la Ciudad de México ha presentado una iniciativa para reformar la Ley de vivienda que promueva el desarrollo sostenible. También en Colombia una de las medidas del Ministerio de Vivienda para mitigar el cambio climático es la construcción sostenible. Perú es otro ejemplo de promoción del acceso a viviendas que incorporen criterios de sostenibilidad, como “Mi vivienda verde” con un bono verde de hasta el 4% del valor del financiamiento.

En España, más de la mitad de los 25 millones de viviendas se construyeron antes de los años 80, cuando no existían normas relacionadas con eficiencia energética. Además, las casas menos eficientes son las habitadas por personas vulnerables.

Para romper con esta tendencia, la rehabilitación se presenta como una herramienta fundamental. Pero es necesario incentivarla: frente al 3% recomendado por la UE, se necesita remontar la tasa de rehabilitación del 0,12%. A ello hay que añadir que el 30% del consumo de energía total se origina en los edificios, y más de la mitad de esta cantidad, corresponde al sector residencial.

Espacios sostenibles e inclusivos para la Ciudad 2050

La Ciudad2050 tiene que garantizar el cumplimiento de los derechos humanos y construir ciudades más inclusivas con igualdad de oportunidades entre sus habitantes para evitar la discriminación y exclusión social. El 25% de la población mundial representa a personas mayores y personas con discapacidad. Todos ellos con barreras diarias que reducen sus posibilidades de participar de forma activa. En 2050 se calcula que lleguen a los 2 mil millones. 

La promoción de proyectos, planes y la construcción con materiales eficientes de infraestructuras que posibiliten el acceso a la educación, el empleo, a la vivienda y a servicios como el transporte, espacios públicos y a la cultura, son necesarios para el desarrollo urbano inclusivo. Una ciudad accesible e inclusiva es la que integra la participación activa en las oportunidades sociales, políticas, económicas y culturales que se ofrecen.

A los grandes desafíos que tienen las ciudades hay que sumarle el sanitario. La pandemia puso de manifiesto la necesidad de reforzar las garantías sanitarias y la importancia de los servicios esenciales. Esto implica que las urbes poscoronavirus sean seguras y garanticen el acceso a infraestructuras con un equipamiento sanitario adecuado que atiendan las demandas de las personas.

La vuelta de los recursos naturales en las Ciudad 2050

Devolverle al gris de las ciudades el verde y el cielo azul de la preindustrialización, marca la hoja de ruta hacia la neutralidad climática. Las urbes emiten el 75% de las emisiones de carbono y son las responsables de consumir un 70% de energía global a pesar de ocupar solo, como indica la ONU, el 3% de la superficie terrestre. Para disminuir estas cantidades, la ciudad sostenible vincula su desarrollo urbano al uso de los recursos naturales: las renovables, la renaturalización, el aprovechamiento y la creación de espacios sostenibles.

Ciudades 2050: Retos y oportunidades para empresas y organizaciones

Vivimos como si tuviéramos más de un planeta y medio a nuestra disposición. Esto provoca consecuencias catastróficas como la del pasado 29 de julio. Ese día se agotaron todos los recursos disponibles para todo el año, como advirtieron desde la organización WWF. Una alternativa está en las energías renovables. Son naturales, limpias e inagotables, además de baratas. En 2020 fueron la fuente más económica del mundo, según un informe de la Agencia Internacional de las Energías Renovables (IRENA).

La movilidad sostenible en la Ciudad 2050

El nuevo modelo de la movilidad sostenible, conectada y segura de las ciudades 2050 tiene que ir hacia las Zonas de Bajas Emisiones. ¿Te imaginas vacía la Comunidad de Madrid o Cataluña? Cada una de ellas suma casi los siete millones de habitantes, la misma cantidad de muertes prematuras que hubo en el mundo solo en 2016 debido a la contaminación del aire, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Solo en Europa, según la Agencia Europea del Medio Ambiente, más de 400.000 en 2018, casi la totalidad de los habitantes de Palma de Mallorca. En España, casi el 11 % de las muertes están causadas por la contaminación. El área metropolitana de Madrid lidera las cifras de Europa. En Latinoamérica, más de 150 millones de personas viven en ciudades que exceden los medidores de calidad del aire, el principal riesgo ambiental para la salud según la Organización Panamericana de la Salud.

El fin de la fabricación de coches contaminantes para 2035 y el I+D+I de infraestructuras que sostengan la electrificación serán la palanca para diseñar unos espacios limpios con calidad de aire. El sector del transporte representa una tercera parte de toda la energía final en la Unión Europea. Esta fuente de contaminación atmosférica afecta en mayor medida a las ciudades, con más del 70% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero procedentes del transporte en coches, camiones, furgonetas y autobuses. El resto son del transporte marítimo y aéreo. El transporte es el único sector donde las emisiones de gases de efecto invernadero aumentan.

La regla de las 7R: Rediseñar, Reducir, Reutilizar, Reparar, Renovar, Recuperar y Reciclar

La gestión de los residuos es otro de los factores imprescindibles para construir la Ciudad2050. La demanda de materias primas incrementa con la población y los recursos cada vez son más escasos.

De las 3R hemos pasado a las 7R con una economía sostenible más ambiciosa que integra la economía circular basada en la optimización de los recursos. Un uso más inteligente de las materias primas reduce las emisiones de contaminación y evita la dependencia entre países con la oportunidad de gestionar los recursos naturales.

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