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II BBVA Sustainability Forum: El crecimiento sostenible, un reto “existencial” que involucra a gobiernos, empresas y ciudadanos

En la actual coyuntura geopolítica, marcada por la guerra de Ucrania, la crisis energética y la alta inflación, es más prioritario que nunca que todos los actores sociales se comprometan con la apuesta por modelos económicos e industriales sostenibles. Es una de las principales conclusiones del II BBVA Sustainability Forum, que inauguraron Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España, y Carlos Torres Vila, presidente de la entidad financiera. El evento contó con la presencia de destacadas figuras de este debate global, como Nicholas Stern o Larry Fink, que abogan por acometer medidas inmediatas para un crecimiento sostenible que no deje a nadie atrás. Más de 400 invitados asistieron presencialmente a un evento que se celebró en el Auditorio de Ciudad BBVA (Madrid) y también se retransmitió por ‘streaming’.

Durante su discurso de apertura, Pedro Sánchez repasó los retos y oportunidades de España y recalcó que la transición energética es urgente, pero también debe ser “justa e inclusiva”. Además, el presidente del Gobierno dio la enhorabuena a BBVA por “situar la sostenibilidad y la agenda 2030 en el centro de sus prioridades”.

Por su parte, Carlos Torres Vila recordó durante la inauguración que las agendas de los gobiernos y las empresas ya han convertido la sostenibilidad en un eje prioritario de actuación. Y que, si bien la descarbonización constituye un reto, también es una gran fuente de oportunidades para las instituciones, las compañías y toda la sociedad en su conjunto.

“Tenemos ante nosotros tres enormes desafíos globales e interdependientes a los que entre todos debemos dar respuesta: la lucha contra el cambio climático, la preservación y regeneración del capital natural, y la inequidad”, afirmó. La descarbonización en menos de 30 años supone “un enorme reto que exige cambios en nuestros hábitos y comportamientos, y mucha inversión en innovación y financiación para desplegar tecnologías de cero emisiones netas en todos los sectores de la economía, que se estima alrededor del 8% del PIB mundial hasta 2050”.

Una “crisis existencial”

La primera intervención de la tarde corrió a cargo de Nicholas Stern, catedrático del Instituto Grantham para el Cambio Climático y el Medio Ambiente de la London School of Economics, que habló sobre cómo fomentar las condiciones globales para financiar un crecimiento sostenible que también sea resiliente e inclusivo. El también Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en Cambio Climático urgió a actuar de forma rápida y a gran escala sin demoras, y afirmó que “nos enfrentamos a una crisis existencial”. Stern apuntó que es imprescindible tomar las medidas necesarias para que una financiación meditada y “con propósito” pueda destinarse a los lugares adecuados  en los momentos correctos. Para ello, las instituciones deben favorecer las condiciones, minimizar los riesgos y eliminar los obstáculos a la inversión. Al mismo tiempo, todos los actores implicados deben trabajar hacia la transición energética, tener en cuenta la vulnerabilidad, preservar el capital natural e invertir en los profesionales que se verán desplazados por los ajustes que se efectúen para promover el cambio.

Según cifras estimadas durante la COP26, son necesarios 2.000 millones de dólares anuales hasta 2030 para invertir en las economías emergentes. Al menos la mitad de esa cifra debe ser aportada por el sector privado. Pero para ello es necesaria una colaboración multilateral entre sector público, privado y bancario, para favorecer buenas estrategias de financiación privada que estén comprometidas con el largo plazo. “Cuando se den las condiciones, llegarán las inversiones”, afirmó Stern. Estas condiciones deben darse a gran escala e incluir a las economías emergentes, “para reducir los riesgos y promover esta nueva narrativa de crecimiento mucho más atractiva”.

“La sostenibilidad constituye la mayor oportunidad de negocio de las próximas décadas”.

“Probablemente la mayor coordinación internacional que se requiere en el mundo es para combatir el cambio climático”, afirmó a continuación, y en línea con lo manifestado por Nicholas Stern, Javier Rodríguez Soler, responsable global de Sostenibilidad de BBVA, en una charla con la periodista y moderadora del encuentro, Ángeles Blanco, en la que definió la sostenibilidad como “la mayor oportunidad de negocio de las próximas décadas”. La rentabilidad es tangible para todos los actores implicados, especialmente para las empresas, que son quienes deben aportar las dos terceras partes de la financiación necesaria para el cambio global. En este sentido, Rodríguez Soler recordó el objetivo de BBVA de canalizar 200.000 millones de euros en financiación sostenible hasta 2025, de los cuales ya se han canalizado 112.000 millones. “Toda la comunidad financiera está trabajando en ello, y nosotros somos uno de los bancos más comprometidos”.

Rodríguez Soler también destacó la rentabilidad política para los gobiernos que estimulan, a través de normativas y regulaciones, un entorno favorable a la inversión en sostenibilidad. Y la rentabilidad para los consumidores, que a medida que se conciencian para reducir su huella de carbono, mejoran su economía doméstica al utilizar soluciones sostenibles como paneles solares, aislamientos térmicos o vehículos eléctricos.

Oportunidad de negocio y ventaja competitiva

Luisa Gómez Bravo, responsable global de BBVA Corporate & Investment Banking moderó el panel ‘¿Cómo abordan las grandes empresas la sostenibilidad como oportunidad de negocio?’, formado por representantes de varios sectores clave, como Sabina Fluxá, vicepresidenta y CEO de Grupo Iberostar, Carolina Martinoli, Chief People, Corporate Affairs & Sustainability Officer IAG, y José Manuel Arias, presidente de ArcelorMittal España.

Gómez Bravo destacó que hoy en día todas las empresas se enfrentan  a retos vinculados a la sostenibilidad que se traducen en oportunidades de negocio y generación de ventajas competitivas. “En el contexto actual, la sostenibilidad es, como nunca, una preocupación de los líderes empresariales de todas las industrias y se sitúa en el centro del discurso de las corporaciones. Vivimos en una era de cambios, donde vemos que alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible requiere innovación pero también de una inversión colosal. En este sentido, y dado el reto, es evidente que las grandes empresas juegan un papel fundamental en la transición sostenible, por su importante impacto en la sociedad y la influencia en cadenas de valor a nivel global”, apuntando a continuación que “en materia de sostenibilidad es necesario huir de los grandes lemas y tangibilizar las cosas” como camino a seguir para alcanzar una verdadera transformación en los modelos de negocio actuales hacia una economía más responsable y sostenible.

En el segundo panel de la tarde, ‘Prácticas de referencia en sostenibilidad de empresas e instituciones en España’, dirigido y moderado por Peio Belausteguigoitia, country manager de BBVA España, quedó patente que la sostenibilidad se ha convertido en los últimos años en una palanca clave en el crecimiento de las empresas en España; una conclusión que comparten los otros tres invitados —todos ellos referentes en sus respectivos sectores— que asistieron al panel: Toni Ruiz Tubau, CEO de Mango, Rosa García García, presidenta de Exolum, y José Manuel García Bejines, director general de Entrepinares.

Durante la mesa redonda, los invitados trasladaron el papel decisivo que deben desempeñar las empresas a la hora de acompañar al cliente hacia una transición ecológica, dándole las mejores soluciones o productos y ofreciéndole el mejor asesoramiento. Asimismo, los participantes del panel resaltaron la importancia de la sostenibilidad en la captación y la retención del talento en las empresas. "Al final la sostenibilidad es un objetivo que motiva, que genera un compromiso con la empresa", destacó Peio Belausteguigoitia.

El potencial de España como motor global de descarbonización

A continuación, se mostró una conversación entre Carlos Torres Vila y Larry Fink, fundador y CEO de BlackRock y una de las figuras más destacadas en la lucha a favor de una economía libre de carbono. Ambos incidieron en la necesidad de invertir en nuevas tecnologías que permitan la transición hacia una economía descarbonizada lo más justa y equitativa posible, con objetivos reales a corto plazo y sin dejar atrás a los países emergentes.

El presidente de BBVA apuntó que la incertidumbre actual, con la guerra de Ucrania, los riesgos de la dependencia energética y la alta inflación, podría ralentizar la descarbonización. El CEO de BlackRock confía en que se encontrarán soluciones, como la que supuso el desarrollo de vacunas para afrontar el desafío del COVID-19, pero pidió objetivos reales para reducir la dependencia de los combustibles fósiles con “soluciones a largo plazo”.

“España tiene la oportunidad de ser el país transformador de Europa”.

En opinión de Fink, “España está infravalorada por los inversores. Creo que tiene la oportunidad de ser el país transformador de Europa” y “un motor global de la descarbonización”. También puso en valor el papel de BBVA en este proceso y señaló que “está marcando la diferencia en México, en España y en todas partes”.

Teresa Ribera Rodríguez, vicepresidenta tercera del Gobierno de España y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, clausuró el encuentro. Ribera afirmó que “es imposible pensar en una prosperidad que perdure en el tiempo si estamos limitando la capacidad de regeneración de los recursos naturales y si estamos midiendo mal el impacto social que tienen nuestras decisiones”.

La vicepresidenta citó, además, a un ex secretario de Estado francés que afirmaba que “si algo puede aportar el sector financiero es el papel de puente entre la realidad que tenemos hoy y la realidad que queremos construir mañana”. En este sentido, agradeció a BBVA “su compromiso por transformar nuestras finanzas en unas finanzas sostenibles. Es exigible y positivo desde un punto de vista ético”, apuntó, “pero sin duda también lo es desde la rentabilidad de la inversión y el valor que proporcionan los trabajadores del sector, las capacidades del país y la sociedad en su conjunto”.

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