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¿Qué es la inversión sostenible y cuáles son sus beneficios?

La inversión sostenible, la que tiene un impacto en el medioambiente y la sociedad, es el futuro. La mayoría de organismos internacionales apuestan por ella y recomiendan una serie de principios y estándares para fomentarla. Invertir en empresas responsables forma ya parte de la nueva economía.

¿Qué es la inversión sostenible y cuáles son sus beneficios?

Cada vez hay más inversores que seleccionan los activos de su cartera con criterios no solo financieros. Es cierto que esos inversores valoran siempre que la empresa sea solvente, que esté bien gestionada y que los beneficios que genere sean estables, pero ¿qué ocurre con la actividad y con los beneficios sostenibles de la empresa? Pues pasa que cada vez es más frecuente que los inversores tengan también eso en cuenta.

Para el inversor, el impacto ambiental de una compañía es cada día más importante y también el compromiso que esta tenga con la sociedad en la que opera.

Las finanzas sostenibles son las que tienen en cuenta de manera relevante las cuestiones medioambientales y sociales a la hora de realizar inversiones. Suponen un cambio profundo en el paradigma económico y aportan rentabilidades estables a los inversores.

Cifras récord de inversión

Según un estudio realizado por la plataforma de inversión sostenible Spainsif en 2020 sobre datos de 2019, la inversión sostenible en España creció un 36 % y alcanzó los 285.454 millones de euros, lo que marcó una cifra histórica.

Joaquín Garralda, presidente de Spainsif, ya resaltó durante la presentación del informe que se apreciaba un aumento notable en el volumen de activos gestionados bajo criterios ASG (los criterios Ambientales, Sociales y de Gobierno corporativo son un conjunto de reglas a seguir a la hora de tomar decisiones empresariales) y que se estaban experimentando cambios estructurales muy relevantes en la Inversión Sostenible y Responsable (ISR), impulsados principalmente por la Unión Europea. Esos cambios están siendo recibidos positivamente por el sector financiero en lo que atañe a la clarificación de los estándares de medición y, en consecuencia, permiten una clasificación más rigurosa de los tipos de ISR.

'Podcast': Inversión sostenible: la mayor oportunidad de los próximos años

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Pero los datos no se quedan ahí. Parece que durante el año de pandemia se han disparado las conciencias y el respeto por el medioambiente y la responsabilidad social. Según recoge la OCDE, la inversión con criterios ASG en Estados Unidos es de un 20 % y asciende a 11 billones de dólares, y en Europa la proporción es superior y alcanza los 17 billones.

La ISR tiene muchas variantes. La más utilizada por las gestoras es la que excluye a determinadas compañías por su actividad (armas, trabajo infantil, alcohol, pornografía, tabaco…) o por los tipos de emisiones de renta fija, por ejemplo, deuda emitida por países muy contaminantes o dictatoriales.

Otros estilos de ISR buscan las mejores empresas en áreas que tengan que ver con la sostenibilidad, que luchen contra el cambio climático o que apuesten por el bienestar social, incluso de sus empleados.

“Como norma general, la inversión sostenible es aquella que se hace en empresas que tengan en su estrategia la temática ASG. Hablar de inversión sostenible es hablar de inversión que no sea en juego, casinos, energías sucias, armas… El concepto de inversión sostenible se ha desarrollado en los últimos años como inversión de impacto. Por un lado, das un retorno financiero a los inversores y, por otro, obtienes un impacto de retorno ASG que es medible”, explica Athina Sismanidou, profesora de Finanzas en el Departamento de Estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).

La Red de Inversión de Impacto Global (GIIN) define como de impacto a las “inversiones realizadas con la intención de generar un impacto social y ambiental positivo y medible junto con un rendimiento financiero”. Incluyen una variedad de inversiones en empresas sostenibles con fines de lucro que intentan resolver los desafíos sociales y ambientales. Está surgiendo un número creciente de oportunidades de inversión de impacto en todas las clases de activos y sectores, que incluyen agricultura, energía renovable, microfinanzas, tecnología, construcción, atención médica y educación.

¿Qué es la inversión sostenible y cuáles son sus beneficios?

La Inversión Sostenible y Responsable es la que tiene en cuenta las prioridades de desarrollo sostenible, pero con un matiz: los tipos más comunes de inversión sostenible son la inversión socialmente responsable (ISR), que excluye a las empresas en función de ciertos criterios, como ya hemos mencionado. La ASG tiene un enfoque de base más amplio centrado en proteger una cartera de riesgos operativos o de reputación.

Según la ONU, hay muchas formas de invertir de manera responsable. Los enfoques normalmente son una combinación de dos áreas transversales: “considerar asuntos ASG cuando se esté construyendo un portafolio (los asuntos ASG pueden incorporarse en prácticas de inversión existentes por medio de una combinación de tres enfoques: integración, evaluación para filtrar (screening) e inversión temática, y mejorar el desempeño ASG de las empresas en las que se invierte (lo que se conoce como ejercicio activo de la propiedad o gestión responsable). Los inversores pueden incentivar a las empresas en las que ya han invertido para que mejoren su gestión de riesgos ASG o para que desarrollen prácticas comerciales más sostenibles”.

Los Principios para la Inversión Responsable (PRI, por sus siglas en inglés) promovidos por Naciones Unidas son una iniciativa consistente en una red de inversores que trabajan juntos para llevar a la práctica estas iniciativas (según consta en su propio estatuto):

  • Ser pioneros en incorporar las cuestiones ASG a nuestras prácticas y políticas de propiedad.
  • Buscar una divulgación transparente de las cuestiones ASG por parte de las entidades en las que invirtamos.
  • Promover la aceptación y aplicación de los principios en el sector de las inversiones.
  • Trabajar en conjunto para mejorar nuestra eficacia en la aplicación de los Principios.
  • Reportar nuestra actividad y progreso en la aplicación de los Principios.
  • Alentamos a otros inversores a adoptar estos Principios.
¿Qué es la inversión sostenible y cuáles son sus beneficios?

El PRI define la inversión responsable como una estrategia y práctica que incorpora los factores ambientales, sociales y de gobernanza en las decisiones de inversión y la administración de activos. Además, complementa las técnicas tradicionales de análisis financiero.

Se trata de una iniciativa de los inversores en colaboración con la Iniciativa Financiera del PNUMA y el Pacto Mundial de la ONU. Los principios para la Inversión Responsable fueron desarrollados por un grupo de profesionales como un reflejo de la creciente importancia de las cuestiones ambientales, sociales y de gobernanza corporativa para las prácticas de inversión. El proceso fue convocado por el secretario general de la ONU.

“Hay más de 3.000 signatarios cumpliendo estos principios de las Naciones Unidas. Pero también hay muchas otras iniciativas que salen de Europa. La UE también ha firmado unos estándares sobre lo que es y no es la inversión sostenible, pero es cierto que no existen estándares globales. Se espera que en dos o tres años la inversión sostenible sea una tendencia mayoritaria. Todas las inversiones tendrán un componente de sostenibilidad”, explica Sismanidou.

Una investigación realizada por la consultora McKinsey resalta que la incorporación de los criterios ASG se vincula a la creación de valor de manera directa. El informe también propone varias formas en las que la incorporación de estos aspectos crea valor a la empresa: crecimiento de los ingresos (los clientes están dispuestos a pagar para ser ecológicos), reducción de costes (es posible reducir los costes de operaciones, materias primas y el uso de servicios básicos si se aplican los criterios ASG), reducción de las intervenciones normativas y legales (una estrategia ASG ayuda a reducir el riesgo de las empresas de sufrir una acción gubernamental adversa e incluso puede generar que el Gobierno apoye la iniciativa), aumento de la productividad de los empleados (los criterios ASG ayudan a atraer y retener a empleados de calidad, mejorando su motivación) e inversión y optimización de activos (una propuesta sólida en materia de ASG puede mejorar el rendimiento de las inversiones al asignar el capital a oportunidades más prometedoras y sostenibles).