Los Planes de Previsión Social Individual suscritos con Entidades de Previsión Social Voluntaria (en adelante EPSV) son producto de ahorro diseñado con el mismo objetivo que un plan de pensiones, pero para personas con residencia fiscal en el País Vasco.
Finanzas
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Es, probablemente, uno de los edificios más bonitos de Madrid. Nos referimos al Palacio de la Bolsa, propiedad de Patrimonio Nacional, aunque el mantenimiento del mismo corre a cargo de BME (Bolsas y Mercados Españoles), que es el operador de todos los mercados de valores y sistemas financieros en España.
Es posible que fuesen fruto de una inversión desafortunada. O quizás llegaron como parte de una herencia. El caso es que están ahí, generando gastos y sin aportar, al menos de momento, nada. En este punto podría surgir la siguiente pregunta: ¿que hacemos con las acciones que no cotizan en Bolsa?
Hoy día, ya no sólo los ahorradores por convicción se deciden por productos bancarios seguros, quien más y quien menos se apunta a las opciones más conservadoras para invertir sus ahorros y conseguir cierta rentabilidad.
Es cierto que cuando nuestros abuelos ahorraban, eran otros tiempos. Ahora tenemos otros métodos de ahorro, pero también otros gastos. Sin embargo, existen ciertos trucos que pueden adaptarse para ser aprovechados en el momento presente.
El valor de cualquier inversión depende básicamente de 2 factores: el beneficio neto esperado y la tasa de rentabilidad requerida. Cuando nos enfrentamos a la decisión de si realizar o no una inversión, casi siempre nos fijamos en el beneficio que nos va a dar (o que esperamos que produzca); sin embargo, olvidamos el concepto de tasa de rentabilidad.
Dentro de la economía y, por tanto de la bolsa, existen ciertos sectores que agrupan a las empresas en función de sus periodos de auge y decaimiento. Si se sabe qué se busca, se puede determinar cuándo el dinero tiene miedo interpretando qué sectores están al alza.
Una de las mayores causas de desencuentros entre parejas, sobre todo parejas de recién casados, es la falta de costumbre de gestionar los recursos económicos entre los dos.
La gestión de las carteras de inversión se estructura sobre la teoría expuesta en 1952 por Harry M. Markowitz que dio pie a la llamada "teoría moderna de cartera". En ella se habla de un binomio íntimamente relacionado formado por la rentabilidad y el riesgo con el que nos encontraremos al invertir en bolsa.
Resulta imposible alterar uno de los factores sin afectar al otro, por lo que la gestión de nuestra cartera deberá asumir ciertos riesgos para obtener determinadas rentabilidades. Esto complica bastante la gestión de carteras dado el gran número de valores que pueden tener que controlarse.
A la hora de contratar un fondo de inversión, nos encontramos ante la situación de decidir si queremos gestionar activa o pasivamente nuestras inversiones. A muchos ahorradores, esta terminología les puede resultar desconocida, ¿están siendo activos al coger un fondo de inversión?, pero se refiere simplemente a la forma de elegir los valores que componen el fondo.