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Fintech

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En España ya hay unas 300 ‘fintech’ y aproximadamente una de cada cuatro, el 26%, asegura que es rentable. Para mejorar el porcentaje de supervivencia, buscan la colaboración con los bancos tradicionales, a los que ya consideran más un aliado que un competidor.

Las firmas de tecnología financiera han aprovechado la oportunidad de mercado que presentaban las pymes. Su fórmula: multiplicar la oferta de productos y servicios financieros para este segmento productivo.

El despegue de las nuevas tecnologías y su ubicuidad en la vida diaria está cambiando radicalmente la manera en la que concebimos nuestro ocio, nuestras relaciones sociales y nuestra forma de trabajar. También ha dado lugar a nuevas profesiones que, en ocasiones, no tienen todavía un itinerario de estudios definido, como el desarrollador de videojuegos.

Ser ‘millennial’ tiene muchas ventajas, pero son un verdadero quebradero de cabeza para Papá Noel o los Reyes Magos, que tienen una lista de ‘bueno y malo’, pero no una de ‘moderno y mainstream’. Ya sean expertos aventureros, asiduos visitantes de gastrobares o ‘classic geeks’, los ‘millennials’ tienen derecho a algo más que carbón debajo del árbol.

Garanti Bank ha obtenido el segundo lugar en Europa por sus servicios de banca 'online', entre los que destaca la gestión de cuentas vía web, según el informe "European Online Banking Functionality Benchmark" de 2017 que ha publicado Forrester Research.  El banco también se ha asegurado el primer lugar por la facilidad para realizar operaciones bancarias cotidianas, como consultar una transacción, el saldo en cuenta o el movimiento de dinero. BBVA, que posee una participación del 49,85% en Garanti, obtuvo la puntuación más alta por sus servicios en España, lo que significa que dos franquicias del Grupo lideran el ranking europeo en 2017.

La apuesta estratégica de la banca más dinámica por la digitalización se juega en varios terrenos: lucha por el talento, nuevas tecnologías, creación de sus propias ‘fintech’, acuerdos con ‘startups’… El éxito de esta estrategia, que tiene como objetivo la mejora de la experiencia del cliente, no se puede medir a corto plazo.