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Economía

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Hay tecnologías que podíamos calificar como eternamente potenciales. Están ahí, parece haber un consenso, pero no acaban de romper, no terminan de tener su momento. Una de ellas es la domótica, omnipresente en todas las películas de ciencia ficción, de anticipación de un futuro incluso cercano y que, sin embargo, no ha terminado de imponerse como referencia obligada. Pero puede que algo esté cambiando, puede que estemos ante el nacimiento del hogar inteligente, que haya llegado el hogar del futuro.

La reforma universitaria aprobada en 2015 cambia el panorama de titulaciones que se ofrecerá en los próximos años. La idea subyacente es acercar más nuestro sistema universitario a lo que se ofrece en otros países europeos, algo que tiene sentido si lo que se pretende es homogeneizar el espacio europeo de educación superior. El panorama cambia del modo siguiente, los grados en vez de cuatro, podrán ser de tres años, a elección de las universidades. Los másteres podrán ser de uno o dos años, algo que ya se ofrecía en algunas universidades y programas.

Aunque el concepto fue acuñado por Marcus Felson y Joe L. Spaeth en 1978, su popularización actual arranca con un artículo de Ray Algar en 2007, titulado precisamente Consumo Colaborativo, y desarrollado a posteriori por Botsman y Rogers en su libro Lo que es mío es tuyo: el auge del consumo colaborativo. El consumo colaborativo podría definirse, por lo tanto, como un modelo económico basado en el intercambio, en el alquiler, en el uso compartido, en el préstamo, en la recomercialización o en la donación.

Organizarse para mejorar nuestra productividad es algo recurrente en nuestra vida. Encargarse del hogar, de los hijos (si los hay), de la familia, de mantener el contacto con familia y amigos... Todo puede costar, si a la vez lo complementamos con un trabajo que requiere bastantes horas. ¿Qué podemos hacer?

En general, la productividad se consigue a base de organización y de objetivos, de tener claras las metas de a dónde queremos ir y cómo vamos a llegar. Además queremos conseguirlo en el menor tiempo posible, por lo que tendremos que utilizar los medios a nuestro alcance para acabar lo que nos hemos propuesto.