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Once consejos para ahorrar en la cesta de la compra

La cesta de la compra es uno de los gastos más relevantes en la economía familiar en todos los países del mundo. Del total de los gastos de un hogar español o colombiano, el mayor porcentaje se destina a vivienda, mientras que en segundo lugar se sitúan los gastos en alimentación y bebidas no alcohólicas. En el caso de México, Argentina o Perú, la cesta de la compra ocupa el primer puesto. Seguir algunos sencillos consejos a la hora de comprar puede suponer un importante ahorro doméstico, que contribuirá a cuidar la salud financiera de una familia.

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En el presupuesto de cualquier hogar cuando se acude al supermercado hay siempre un margen de mejora, por pequeño que sea. Hablamos de un gasto del que no se puede prescindir y en el que no se debe escatimar, pero eso no quiere decir que no se pueda optimizar. Con una buena organización y siguiendo algunas recomendaciones el ahorro en la cesta de la compra a final de mes puede ser significativo.

Comparar, comparar y comparar

La compañía NetCredit publica un estudio que recoge el valor de la cesta de la compra en cada país. Para elaborar este mapa, diseña una lista de la compra de alimentos básicos e investiga cuánto costaría adquirirlos en tiendas de comestibles de todo el mundo, y en qué medida serían asequibles para los ciudadanos, teniendo en cuenta los salarios locales.

Según este estudio, Europa encabeza el listado de cestas de la compra más caras. Los dos países con los precios más elevados (y 11 de los 20 primeros) se encuentran en el viejo continente. Suiza, donde la cesta asciende a casi 53 dólares, y Finlandia (45,58) están entre los diez países más caros, pero también entre los diez en los que la cesta de la compra es más asequible, ya que los salarios de los trabajadores en estos países son muy altos en comparación con el coste de la vida. En el caso de España, el coste de la cesta propuesta es de 25,79 dólares.

El INE calcula que los gastos en alimentación suponen el 17% de los gastos totales de una familia española. Además, según la última Encuesta de Presupuestos Familiares (noviembre de 2021), la cifra se situaría cerca de los 4.600 euros al año (más de 380 euros al mes). Los argentinos, por su parte, dedican más del 20% del presupuesto de sus hogares a alimentos y bebidas no alcohólicas, de acuerdo con las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos. En el caso de México, este porcentaje se situó en el año 2020 por encima del 38%, aunque incluye también el tabaco (Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares), una cifra similar a la que alcanza en el Perú, según el INEI.

Sin embargo, hay formas de reducir esta factura. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) de España, el ahorro medio anual que podría lograr una familia es de 1.073 euros. Esta entidad recomienda como primera medida la de realizar una comparativa entre las distintas cadenas de alimentación, ya que, dependiendo de su ubicación, tamaño e, incluso, tipologías de productos, permiten al consumidor obtener rebajas anuales considerables.

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Consejos para ahorrar en la cesta de la compra

Para conseguir optimizar el gasto en alimentación se pueden realizar otras pequeñas acciones que potenciarán significativamente el nivel de ahorro, sin dejar de disfrutar de una alimentación rica y variada. Estas son algunas de las claves:

1. Planifica los menús de la semana. De este modo, podrás comprar lo que realmente necesites para cocinar, y, de paso, será más fácil que identifiques ofertas si juegas con varios días para poder hacerte con los productos.

2. Fíjate un presupuesto de gasto coherente. Establece cada semana una cantidad de dinero que destines para ir al supermercado y cubrir tus necesidades. No se trata de cortar la compra de bienes que realmente necesitemos para llevar una dieta saludable, sino de tener una disciplina en el gasto que nos permita planificar.

3. El poder de la red. Antes de salir a la calle, consulta en internet las webs de los supermercados más próximos a tu domicilio. De este modo, sabrás a cuál te interesará ir para que te resulte más económico.

4. Almacena todo lo que puedas. Si disponemos de despensa o de sitio en casa para guardar los alimentos, aprovéchalo. Con frecuencia, los establecimientos lanzan promociones tipo ‘compre 3 y pague 2’, o ‘el segundo artículo a mitad de precio’, con las que podremos ahorrar a largo plazo.

5. Compra en distintos supermercados. Si hay una amplia gama de locales de alimentación cerca de tu hogar, analiza en qué productos destaca cada uno de ellos por su precio o por sus ofertas. Invertirás más tiempo pero reducirás tus gastos. En esta línea, hay líneas de productos, como la fruta, la charcutería o el pescado que suelen ser más baratos en las tiendas especializadas que en los supermercados, y, además, los dependientes suelen dar muy buenos consejos sobre ellos.

6. Haz una lista de la compra en familia. Coge el hábito con tus seres queridos de reuniros al menos una vez a la semana para escribir en una hoja los productos de alimentación que necesitamos comprar. De este modo, no sólo seremos más eficientes en el gasto, sino que planificaremos mejor las necesidades de la familia.

7. Productos de temporada y compra a granel. Los productos de temporada suelen ser más económicos y están en su momento óptimo de consumo. Esto es especialmente importante sobre todo en frutas y verduras. Por otro lado, los productos embolsados o en bandejas suelen ser más caros que a granel. Aunque eso suponga tener que hacer cola en la pescadería o en la carnicería, piensa que no sólo ahorrarás sino que comprarás sólo el alimento que necesites.

8. Fecha de caducidad cercana. Algunos establecimientos abaratan el precio de productos cuya fecha de caducidad está próxima. Si sabes perfectamente que los vas a consumir pronto, es una buena estrategia para ahorrar un dinero. Además, es frecuente que algunas tiendas reduzcan el precio de algunos de sus productos frescos a última hora de la tarde. Averigua cuáles y visítalas con frecuencia.

9. El congelador, un gran aliado. Comprar productos en gran cantidad suele derivar en precios más económicos. Por ejemplo, adquiere bandejas de carne de más de un kilo que puedas luego almacenar en táperes en el congelador. Lo mismo puedes hacer con el pescado o con productos envasados y ya preparados para ello, como ciertas verduras u hortalizas.

10. Haz la compra… pero después de comer. Aunque parezca una obviedad, ir al supermercado tras habernos saciado en casa contribuye decisivamente a no adquirir ‘tentaciones’ que no necesitamos, como dulces, frutos secos o bollos. En vez de eso, los podemos sustituir por fruta o yogures, normalmente más baratos y más sanos.

11. Aprovecha los planes de fidelización. Muchas cadenas ofrecen tarjetas con promociones y descuentos, bonos u ofertas especiales para sus clientes fidelizados. Analiza si te compensa dar ese paso con ellos para sacarle provecho económico.

'Podcast': Salud financiera: Aprende a organizar tus gastos

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